15 Buen viaje - LDS (Si uno no se rinde 2015)
Letra de Microbio, Still ill y Neidos. Producción de
Hache Vera y
Acid Lemon con guitarras de Hache Vera, trombón de
Roser Espelt, trompeta de
Marc Illa y arreglos vocales de
Iris Tribaldos.
Twitter: LDS_Crew
Facebook:
Lágrimas de sangre
Crew
Yo que nunca he sido sherpa,
se que coronar la cumbre cuesta,
y que un buen viaje nunca acaba cerca.
Llevo de equipaje esta cabeza terca.
Hoy me muevo por senderos nuevos
que aún así me traen recuerdos viejos.
La mente es un espejo, está encima de la mesa
y se obceca en recordar el percal que no me interesa
apenas.
Penas, alegrías, alergias,
sinergias de la energía, inercias que no terminan
...
Este es el juego del fuego y ser flamígeros
exige lo mejor de nosotros, quema el oxígeno.
Logré colar mi picola epístola en tu auricular
y hablar con una díscola en un disco-bar.
Yo soy solo un terrícola terrible y bipolar.
Tenía pasión avícola y no conseguí volar,
pero aún así aún me tiro. Si me despeño
al menos que sea poniendo empeño. Si me despierto
al menos que sea de un buen sueño. Si me la meto
al menos que sea enfrentando el reto como un hombretón,
mirando al dragón a los ojos. Que si me lanzo al vacío
sea con los míos y con arrojo.
Si te sonrojo que sea con un piropo.
Que si me topo contigo te quedes un trecho.
Porque, de hecho, yo lo que quiero es que te guste,
que te resulte tan cercano que te asuste.
Usted y yo pasándolo bien esta noche.
Ponte sexy y hazte un selfie que lo ilustre.
Yo no te canto embuste,
vinimos a ser agua allá donde todo combuste.
La piedra de la veta de la tierra que se incruste
en la joya de un alma que sufre y que quiere su suflé.
Son senderos que no caminé.
Inflándome el pecho volveré al monte a por laurel.
Cuando los afluentes confluyen
y crece el cauce, a veces la corriente es cruel...
Son senderos que no caminé
y que me llevan una y otra vez al mismo burdel.
Son senderos por los que se huye
cuando es tu puto recuerdo el que se prostituye.
Aquí seguimos firmes. Hablamos de caminos de vidas incombustibles,
a eso nos referimos:
a los que son partícipes en la elección del sino
y cultivan objetivos con personales fines.
Fue cuanto menos mágico que en el pasado nos cruzáramos
y hoy es necesario despedirnos.
El instante el que ambos fluctuamos de la mano
lo guardo grabado por si urge recordarlo.
Por si urge recordarte, por que no siempre soy fuerte.
Más de una vez quiero prenderme del olvido del presente
y repetirme que me dispuse a irme
luchando contra la serpiente hambrienta de mi vientre.
Si por mi hubiera sido yo seguiría contigo.
Me hubiera quedado con el tiempo detenido
y mi futuro hipotecado.
Pero lo inexorable en estos lares
es vox populi. Aún quedan detalles por pulir.
Confluir, compartir y aunque duela concluir. Tan frío como lógico.
Aceptar lo doloroso. Se que solió ser útil.
No quiero ser poderoso, ni tampoco un soso púgil,
en la batalla vital, la carrera existencial.
Senderos paralelos pero de dispar final.
Para todos: un amor, una sangre, una vida.
Volveremos a encontrarnos al final de la partida.
Salgo de casa en tirantes
con las llaves en la mano sueltas.
Hace un calor extraño para una tarde de mayo. ¡Agobio!
Miro el cielo y me doy cuenta.
Nada volverá ya a ser igual.
Cada fin de ciclo es necesario.
Subo la música en los cascos
y abro camino atravesando el barrio.
Desde siempre se que quieren que sigamos la corriente.
Te dicen que es lo que te conviene.
Pero yo quiero moverme e improvisar,
desaprendiendo para poder avanzar.
Lucho contra el miedo a la libertad.
Arriesgo porque quiero que algo nuevo venga.
Y el corazón actúa
por razones que la razón nunca entenderá.
La vie en rose que pintan es raquítica,
aburrida y fría, como insípida,
con normas estúpidas asumidas. Prefiero afrontar
todos los errores que la vida lleva implícita.
Otro día más despertando tarde. Necesito aclararme.
Cierro decisiones menos importantes para afrontar las de verdad.
Yo no espero un tren, un tren que no llega.
La espera en el andén es una eternidad.
Un constante movimiento trae un nuevo reto
para hacer del sueño una realidad.
De cada fin
nace un principio necesario.
Un trampolín,
y volver a saltar con gente afín hasta el confín.
A veces siento la herida de la partida.
Pero hay recompensas que al llegar lo equilibran.
Siempre viene un fuego nuevo que va y vuelve
y los amigos te animan.