Franco-Provençal (Francoprovençal), Arpitan, or Romand (in Switzerland) (Vernacular: francoprovençâl, arpetan, patoué; Italian: francoprovenzale, arpitano; French: francoprovençal, arpitan, patois) is a Romance language with several distinct dialects that form a linguistic sub-group separate from Langue d'Oïl and Langue d'Oc. The name Franco-Provençal was given to the language by G.I. Ascoli in the 19th century because it shared features with French and Provençal without belonging to either. Arpitan, a neologism, is becoming a popular name for the language and the people who speak it.
Today, the largest number of Franco-Provençal speakers reside in the Aosta Valley, an autonomous region of Italy. The language is also spoken in alpine valleys in the province of Turin, two isolated towns in Foggia, and rural areas of the Romandie region of Switzerland. It constitutes one of the Gallo-Romance languages of France and is classified as a regional language of France, though its use is marginal. Organizations are attempting to preserve it through cultural events, education, scholarly research, and publishing.
Cuando pasa el tren por el puente
La comida que cae de repente
No confundan, no es maná del cielo
Es caridad de la gente pudiente.
Yo no quiero ver más a mis niños
Rebatiña debajo del puente
La manzana cayó en mil pedazos
Estallando la nada en sus dientes.
El privilegio es condescendiente
Con el guante del terrateniente
Su palabra es dolor de discursos
A beneficio de sus intereses.
Que nos pasa, compañeros
Que estamos perdiendo
Como muere la fuerza de un pueblo
Confundida en este humo negro.
Que nos pasa, compañeros
Yo no estoy huyendo
Y es que lloro de rabia y de infierno
Aunque muera entre el gas y el cemento.
Con la mano que choca esos cinco
Esa es la misma que jala el gatillo
No le importa matar a un compadre
Que defiende también sus bolsillos.
El poeta escribió la leyenda
Del martirio de los inocentes
Sus palabras son sangre caliente
No se secan por más que la entierren.
La rapiña vigila tu cuerpo
Para que no quede al descubierto
Y que el pueblo no tenga recuerdos
Del gobierno que te quiso muerto.
Qué nos pasa, que la nube
Nos está envolviendo
Y he perdido tus ojos sinceros
Revoltijos de dolor y miedo.
Qué nos pasa, que la ausencia
Nos está persiguiendo
Si la gloria la escriben con sangre
Con el hambre se muere tu cuerpo.
Que nos pasa, compañero
Yo no estoy huyendo
Y es que lloro de rabia y de infierno
Aunque muera entre el gas y el cemento.
Qué nos pasa, compañero
A seguir resistiendo
Si la historia se escribe con sangre
No será la sangre de nuestra memoria.