Situada en el norte de
Europa y a orillas del golfo de
Finlandia,
Madrileños por el Mundo visita
Estonia. La que fuera motor económico de la antigua
Unión Soviética, sufrió una profunda transformación estética y política tras su independencia en
1991, apostando por la innovación y la modernidad. Su capital,
Tallin, acoge anualmente miles de turistas de todo el mundo.
Nuestro primer madrileño, Neftalí, de
Moncloa, trabaja en Estonia como profesor de español. Nos recibe en el
Parque de
Kadriorg, donde se encuentra el
Palacio de verano de la zarina
Catalina I, que actualmente acoge un museo de arte clásico. En este mismo parque se ubica el
Palacio Presidencial, donde reside el
Presidente de la República de Estonia.
Neftalí nos lleva al
Hotel Viru, construido en el año
1972, en cuya planta 23 se encuentra el Museo de la
KGB, un antiguo centro de escucha de los espías rusos. Nos trasladamos al casco histórico de Tallin, la ciudad fortaleza mejor conservada de Europa. Sus murallas acogen el antiguo cuartel general de la KGB, donde se interrogaba a los considerados “enemigos del Estado” y desde el cual muchos fueron deportados a
Siberia.
En un tranvía fabricado en
España nos trasladamos a orillas del mar Báltico para despedirnos de Neftalí en la Prisión de Patarei, una antigua fortaleza naval construida por el zar Nicolás I, y convertida en cárcel en
1919 para retener a los disidentes políticos.
Volvemos a la capital de Estonia, para conocer a nuestro segundo madrileño,
Iván de
Alcalá de Henares. Con él recorremos el destino turístico más importante del país. La ciudad de Tallin es
Patrimonio de la Humanidad de la
UNESCO desde
1997. Sus calles empedradas acogen espectáculos medievales que nos trasladan quinientos años atrás.
En la plaza central se encuentra el Ayuntamiento de Tallin, un edificio gótico en el que destaca su alto campanario. En esta plaza se colocó el primer árbol de navidad del mundo en 1441. Debajo del Ayuntamiento visitamos un auténtico bar medieval, donde degustamos la típica sopa de alce. Continuamos nuestro recorrido hasta la
Iglesia de San
Olaf, con su torre de 159 metros, fue en el momento de su construcción el edificio más alto del mundo. Si te atreves a subir sus 258 escalones disfrutarás de unas estupendas vistas de toda la ciudad.
Seguimos recorriendo el centro para visitar el edificio del Parlamento de Estonia. Continuamos hasta la
Catedral Ortodoxa de
Alexander Nevsky, construida como símbolo del dominio imperial ruso, es patrimonio de la UNESCO desde 1997. Iván nos enseña también la
Torre de
Comunicaciones, que fue tomada por los estonios durante el proceso de independencia del país para evitar que
Moscú se hiciera con la TV. Nos despedimos de Iván en el Museo Etnográfico de
Rocca al Mare, un pueblo museo donde encontramos las típicas casas rurales estonias del siglo
XVII.
Nuestro siguiente madrileño,
Jorge, vino de
Carabanchel a Estonia para completar sus estudios. Nos recibe en el sureste de Estonia, en la ciudad de
Tartu, la segunda más grande del país. Esta es una ciudad pionera que ha invertido en desarrollo y nuevas tecnologías.
Aquí se inventó el programa “Skype” y todas sus calles cuentan con conexión wifi gratuíta. Visitamos el edificio más emblemático de la ciudad, la
Universidad de Tartu. Esta pequeña ciudad acoge ocho universidades, lo que la convierte en referencia en del Norte de Europa. En su interior visitamos una “celda de castigo” para estudiantes que data del siglo
XIX.
Atravesamos el
Puente del
Ángel, pidiendo un deseo como manda la tradición, y llegamos a las ruinas de la antigua Catedral de Tartu, destruida en la
Segunda Guerra Mundial, para conocer su leyenda.
A cinco minutos del centro de Tartu visitamos una antigua base militar soviética, donde se está construyendo el futuro Museo
Nacional. Y nos despedimos de Jorge en la escuela de flamenco donde toca la guitarra, la “
Casa Flor”.
Seguimos en Tartu para encontrar a nuestro siguiente madrileño, Germán, un cantante de ópera del barrio de
Chamartín, que actualmente trabaja en el
Teatro Vanemuine. Con Germán disfrutamos de un vaso de
Kali, una bebida típica estonia hecha con pan negro fermentado, mientras nos acercamos a la
Plaza del Ayuntamiento donde se encuentra la “fuente de los amantes” en la que los estudiantes se bañan para tener suerte en su carrera.
Después de visitar el Museo de juguetes, que está instalado en uno de los edificios más antiguos de la ciudad y acoge unos sesenta mil juguetes de diferentes épocas; nos trasladamos al pub más alto del mundo. Conocido como “sótano de pólvora”, este pub se ha construido excavando dentro de una colina en el siglo
XVIII.
Con Germán navegamos por el río
Emajogi, que baña la ciudad de Tartu, y nos despedimos contemplando la exuberante naturaleza y las mansiones que lo rodean.
- published: 14 Jul 2015
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