No es casualidad que los primeros planos nos remitan a la tragedia d Génova en
2001, hito de nuestra Era que convirtió en mártir a
Carlo Giuliani.
Surplus se alinea abiertamente con el movimiento del
Black Block y d cualkier forma d lucha activa. Niega las normas básicas dl “contrato social” q considera tramposo y criminal. En conseqencia, los elementos cinematográficos a los q recurre tampoco se ajustan al rigor q se presupone en el género documental. Es pura manipulación. El resultado es curiosamente honesto, puesto q plantea su posicionamiento dsd el primer minuto.
Pero admás consigue aprovechar la urgencia, la necsidad d las posturas radicales, para hacer q el film lata con 1 fuerza innegable.
Representación perfecta y excepcional d la cultura antisistema. El film de Gandini no recurre a la humanización dl problema para reforzar su tesis. No cae en esa dspreciable trampa política q obliga a proponer alternativas antes d criticar el orden actual. Superávit no construye, destruye. Sus principios son los d atacar con todas las armas posibles, dstrozar sin escrúpulos la moral imperante, aunke esto suponga utilizar métodos ilícitos según el eskema racional (político y cinematográfico) los qales también usan en todo tipo d propagandas y también en spots comerciales.
Es pura manipulación y ese precisamente es su mayor interés. Dnuncia la MACROpropaganda tomando prestadas sus + dscaradas armas d persuasión, con 1 doble objetivo: atraer adptos a su causa y llamar la atención sobre el peligro d djarse llevar por 1 caudal de inocente información/propaganda política.
Entre 1 edición frenética, 1 constante acompañamiento musical y 1 inagotable juego d montajes audiovisuales, Surplus logra poner en evidencia las contradicciones del sistema, cargar d entusiasmo su antidiscurso d cara a un público irascible.
En
2003 la productora sueca ATMO lanzó su película "Surplus, terrorized into being consumers". Responsable d otros títulos d claro contenido político (
GITMO:
The new rules
of war o Sacrificio - Who betrayed
Che Guevara?), ATMO ha conseguido q el boca a boca extienda el film hasta los círculos especializados, tanto festivales d cine documental como universidades y foros d dbate sociopolítico.
Representación d la cultura antisistema, al implicarse y tomar partido en lugar d mantener 1 distancia prudencial respecto al material q trata. Pero además lo hace -y akí es donde el film gana enteros- recurriendo a técnicas q mezclan la tradición vanguardista europea (de
Vertov a
Godard) con esa estética naciente y polémica q solemos llamar videoclipera.
Otros títulos recientes dl cine documental han explotado también el inagotable terreno d la globalización. En "La pesadilla d
Darwin"
Hubert Sauper optaba por huir d los grandes t+ y acercaba su cámara a los secretos d 1 d los minúsculos escenarios en los q hace estragos la trampa del libre mercado. En "
The Take"
Naomi Klein y
Avi Lewis tomaron también 1 pekeña muestra (el corralito argentino) como exponente representativo d 1 problema global, pero a diferencia dl trabajo d Sauper el film canadiense caía en inaceptable didactismo y falso optimismo q escondía, en realidad, su superficialidad. Y la poca originalidad d sus responsables al tomar las melodías d
Gotan Project (
La revancha del tango) como banda musical; las mismas notas sonaban en Surplus 1 año antes.
Pero ni éstos ni los dmás proyectos similares tienen la ambición d ATMO. No cae en la dspreciable trampa política q obliga a proponer alternativas antes d criticar el orden actual (como The take). Surplus no construye, dstruye. Exactamente igual q sus protagonistas. La intención keda clara dsd el principio: al diablo la moderación. No se trata d qestionar o poner en duda, sino d NEGAR la validez d los modelos políticos conocidos en la
Historia Actual (la etiketa q empieza a usarse para abarcar dsd el fin d la II GM hasta nuestros días), d
Lenin a
Keynes, d
Marx a
Adam Smith.
No cabe duda d q, incluso en su estilo radikl, la película es imperfecta. Fallan sobre todo las secuencias q nos dscriben el vacío existncial d 1 joven multimillonario, en las q el gamberrismo dja paso a lo pueril. También pued entndrse como 1
error haber ilustrado en su dsenlace esa supuesta
Arcadia q nos propone
John Zerzan. La representación d la utopía es tan tntadora como traicionera.
Por 2006-7
Michael Glawogger nos recordó, con su extraordinaria Workingman’s death, q todavía sigue vigente el modelo d sinfonía visual, d documental pictórico sin rastros d reportajismo, inmortalizado en los films de Vertov, Ivens, Ruttman o
Vigo. Aunke suene a blasfemia, nunca 1 película estuvo tan cerca d akella frase dl eterno enfant terrible: ¿Dónde está hoy en día
Eisenstein? En los anuncios d pantys. Ahí reside el sano ejercicio d ATMO, en dar la vuelta a los anuncios d pantys.
- published: 10 Mar 2016
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