Múnich. Una de las ciudades más ricas del mundo, de notable belleza arquitectónica y natural y gran importancia histórica, a la que cada año llegan más de siete millones de turistas.
Nuestra primera madrileña,
Ruth de
Boadilla del Monte, lleva ya cinco años en Alemania y aquí ha montado su propia empresa de turismo. Acompañada por su novio
Juan, nos lleva a la Max-Joseph-Platz, en cuyo centro encontramos la estatua en honor a Maximiliano
José I, el rey baviero que da nombre a la plaza. En ella se ubica también el palacio conocido como “
La Residencia” (Residenz München); construido por la dinastía de los Wittelsbach que, con sus veintitrés mil metros cuadrados, es el palacio urbano más grande de
Europa.
Recorriendo la ciudad llegamos al Altes
Rathaus, el viejo Ayuntamiento de Múnich, que fue testigo del discurso de
Joseph Goebbels que dio comienzo a la tristemente célebre “Noche de los cristales rotos”.
Nos trasladamos a 30 kilómetros de Múnich para visitar el primer campo de concentración nazi construido en Alemania,
Dachau. Por él pasaron más de doscientas mil personas. Cambiamos de contexto y regresamos a Múnich para visitar la calle más cara de
Alemania, Maximilianstrasse, Viscardigasse, donde
Hitler dio el golpe de Estado en 1923, y
Odeonsplatz, donde el dictador daba sus discursos y se hacían los desfiles militares en su honor.
A tan sólo una hora de Múnich, llegamos a los
Alpes bávaros para visitar Füssen. En lo alto de una colina encontramos el famoso
Castillo de
Neuschwanstein, el castillo de
Luis II de Baviera (“el rey loco”), en el que se inspiró
Walt Disney para diseñar el castillo de la “
Bella durmiente”. D
Allí dejamos a Ruth y Juan y regresamos a Múnich para conocer a
Paloma, de
Castellana. La encontramos nadando en el río del
Englischer Garten. Múnich es considerada la cuna del surf en las ciudades, y Paloma nos lleva a visitar la famosa “ola de Múnich. Recorriendo el jardín inglés, el más grande del mundo dentro de una ciudad, encontramos la Chinesischer Turm, la pagoda china que se ha convertido en el “
Beer Garten” más famoso de Múnich. A unas dos horas de Múnich visitamos el lago Chiemsee, situado en una cuenca glaciar y regresamos a Múnich para acercarnos a la
Olympiaturm, una torre de comunicaciones de
291 metros de altura que se ubica en el
Olympiapark, la villa olímpica construida para los
Juegos Olímpicos de
1972, tristemente conocida porque en ella tuvo lugar la conocida como “matanza de Múnich”.
Nieves, una madrileña del
Paseo de
Extremadura, es la propietaria de una empresa de limpieza llamada
García Gebäudemanagement. Con ella visitamos el Viktualien
Markt, el mercado de alimentación situado en el centro de la ciudad. Vemos la casa donde vivía Hitler con
Eva Braun y llegamos a
Marienplatz. En el centro de la plaza se encuentra la estatua en honor a la Virgen
María, de la que recibe su nombre. La plaza está presidida por el
Neues Rathaus, el nuevo Ayuntamiento, cuya torre alberga el Glockenspie con sus 43 campanas y marionetas mecánicas. En ella se encuentra también la fuente del pez, el punto de encuentro de Múnich. Y dejamos a nuestra madrileña tras celebrar el cumpleaños de
Magdalena, su encantadora madre.
Javier de
Chamartín es trabajador social en un centro de menores con necesidades especiales. Javier nos enseña el
Allianz Arena, el impresionante estadio del
Bayern de Múnich, conocido como el “Schlauchboot” (bote hinchable). Por la
Isartor entramos de nuevo en la ciudad para conocer el
Hotel Bayerischer Hof, donde encontramos un mausoleo en recuerdo de
Michael Jackson, que solía alojarse aquí. Visitamos la
Catedral de
Nuestra Señora de Múnich, con sus dos famosas torres y su no menos conocida “huella del diablo”. Visitamos la plaza de
Karlsplatz –
Stachus, conocida por algunos españoles gracias a las películas de
Alfredo Landa; el Ministerio de
Justicia y la fuente de la plaza del antiguo jardín botánico; disfrutamos de la “bebida nutritiva” de Múnich en Augustiner-Keller, una cervecería con una bodega situada a veinte metros bajo tierra; nos acercamos a la
Ciudad Universitaria, donde se encuentra el “muro de las heridas del recuerdo”; y nos sorprendemos con los curiosos helados de Der verrückte eismacher. Finalizamos nuestro recorrido a 25 km de Múnich, paseando en barca por el lago
Starnberg.
- published: 22 Sep 2015
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