CANTO GREGORIANO.- Monjes de Santo Domingo de Silos
CANTO GREGORIANO.-
Monjes de
Santo Domingo de Silos
Grabación Histórica de
Radio Nacional de España.
LIVE
En el teatro
Real de
Madrid. Año
1972.
Director:
Ismael Frenandez Cuesta
PROGRAMACIÓN: en pista Nº 10 del Vídeo.
El
Monasterio de Santo Domingo de Silos es una abadía benedictina ubicada en la parte oriental de un pequeño valle, que el primer documento del Archivo de
Silos, del año 954, ya lo denomina "valle de Tabladillo" perteneciente al municipio de Santo Domingo de Silos, en la provincia de
Burgos. Se halla comunicado por tres carreteras secundarias que desembocan, por
Aranda de Duero y por
Lerma, con la nacional
A-1, y por
Hacinas, con la
N-234. Su claustro es una de las obras maestras del románico español.
Su historia
El monasterio, aunque no en su actual configuración, se remonta a la época visigótica (siglo
VII), si bien se desvanece durante la ocupación musulmana. En el siglo X, llamado aún
San Sebastián de Silos, y en especial durante el periodo en que el conde
Fernán González gobierna en
Castilla (930-970), vuelve a resurgir la comunidad monástica alcanzando una pujante actividad que nuevamente decae bajo las razias de
Almanzor.
Desaparecido éste en 1002 y recobrada la serenidad, el monasterio se encuentra arruinado y maltrecho. Cuando en 1041
Domingo, prior del monasterio de
San Millán de la Cogolla, se refugia en Castilla huyendo del rey de
Navarra, es bien recibido por el monarca leonés
Fernando I quien le confía la misión de restablecer el antiguo esplendor y dar nuevo auge al monasterio de Silos puesto bajo la advocación de San Sebastián. Con el decidido impulso de
Santo Domingo como abad del cenobio se erigió la iglesia románica, magnífico templo de tres naves y cinco ábsides consagrado en 1088 por el abad Fortunio, el claustro que aún perdura, y el resto de las dependencias monacales.
A la muerte del santo, el monasterio toma su patrocinio y pasa a denominarse Santo Domingo de Silos.
Hacia 1170, la dama de origen noble
Juana de Aza, que estaba encinta, peregrina a Silos en busca de dirección espiritual. Su hijo,
Domingo de Guzmán será bautizado así en honor del santo patrono de la abadía.
En el siglo
XVIII se deja sentir la necesidad de ampliar las instalaciones, principalmente la cabida de la iglesia. Se encomienda al arquitecto
Ventura Rodríguez llevar a cabo las debidas reformas. Sin el menor miramiento, sin ninguna consideración, con el desprecio que en aquella época se mostraba por todo lo medieval, se derribó el templo románico para sustituirlo por otro neoclásico que es el que hoy existe. Del primitivo queda como vestigio el ala sur del transepto y la
Puerta de las Vírgenes que abre al claustro. La falta de recursos económicos hizo que el propio claustro no tuviera un mismo final que la iglesia.
El 17 de noviembre de 1835 la vida monástica de silo se interrumpe a consecuencia y efectos de la desamortización de Mendizábal que implicaron la pérdida por expolio de parte de sus riquezas artísticas y documentales. Por fin, el 18 de diciembre de
1880 se establece una nueva comunidad de monjes benedictinos llegados de la abadía francesa de
Ligugé, dirigidos por el monje de Solesmes, Ildelfonso Guépin. En una visita al monasterio, el poeta
Gerardo Diego compuso el famoso soneto El ciprés de Silos, considerado como uno de los mejores sonetos de la literatura española. Hoy es lugar de afluencia de quienes saben apreciar las bellezas de su claustro románico y del canto gregoriano con que se acompañan los oficios religiosos.