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martes, 7 de julio de 2015

No hay futuro que perder, Juan José Gaviria, barras barrios Medellín, los volteadores, los pabludos, La 10, La Villa, El Futuro, La Canilla, jóvenes, Universo Centro

No hay futuro que perder, Juan José Gaviria, barras barrios Medellín, los volteadores, los pabludos, La 10, La Villa, El Futuro, La Canilla, jóvenes, Universo Centro.

No hay futuro que perder 
Juan José Gaviria.
Ilustración: Mónica Betancourt
Fotografías: Archivo José Juan Posada
Ilustración Mónica Betancourt
Furia temprana gallito escolar
Canta bravero, me quiere sonar
Fina y afila en severo tropel
Crispa calles, gana piel.

Parlantes
La calle 10 de Medellín parece demasiado pequeña al final de la tarde. Los carros se apretujan en la estrecha subida y los transeúntes deben esquivarse para no chocar entre ellos. Los viernes la gente habla más duro que el resto de la semana y, en ese ambiente de bulliciosa ebriedad, los forasteros podrían pensar que la ciudad está de feria. Bajando, sobre el costado sur, una cantina con rocola y luz violeta ocupa el lugar en el que funcionaba la licorera Yogui y, un poco más abajo, desde la avenida, puede verse el parque de El Poblado como un bosque enano que gravita en torno a un balso.
Aquel frío viernes de octubre llegué puntual a la cita en la esquina de la buñuelería. El primero en aparecer fue Ale. Lo había entrevistado unos días atrás en su casa de amplios ventanales y pisos de madera en el municipio de El Retiro. A sus 46 años se ve muy joven. Sus rasgos cálidos están interrumpidos por una cicatriz en la mejilla y pequeñas marcas en los párpados. Cuando se ríe cierra un ojo y su expresión parece la de un pirata. Ale nació en la zona de Los Balsos, en una finca de ocho cuadras que su papá después parceló. En su memoria de chamán, El Poblado es un mapa en el que aparecen viejos nombres de los que conoce el origen. Ahora que la comuna catorce es una maraña de edificios, Ale puede recitar los nombres de las construcciones y recuerda las familias a las que pertenecían los lotes. Para él, como para el resto de las personas que entrevisté, el origen de la Barra de la 10 es confuso y difícil de explicar.

En 1985 un enorme guadual se elevaba en el lote contiguo al centro comercial Oviedo. Bajo el manto de su sombra, cuatro muchachos permanecían silenciosos y acuclillados mientras se pasaban los cigarrillos. El olor acre del bazuco se mezclaba con los sonidos del viento, las hojas y los pocos carros que transitaban la avenida. En las primeras horas de la noche, cuando los efectos empezaban a desaparecer, los jóvenes caminaban en silencio hacia el norte, veían las enormes casas que todavía quedaban a lado y lado de la calle, pasaban junto a Finale, el bar que inauguró una época en el sector y que estaba por desaparecer, atravesaban el parque de El Poblado y seguían hacia Castropol, Peña Rubia y Florida Blanca. Entre ellos iba un joven de pelo largo, ojos cafés y rasgos finos al que llamaban Ale.

Por aquel entonces, José Juan Posada caminaba desprevenido por la calle10. Tenía diecisiete años, era alto, su pelo castaño caía rizado sobre su espalda y los brazos largos y fuertes se cerraban en dos muñecas gruesas que sostenían dos manos de galeote. Vivía en Envigado, adonde había llegado después de que sus papás se separaran y vendieran su apartamento en Suramericana. El muchacho trabajaba en la agencia de publicidad de su tío en el Parque Lleras como una forma de terapia. Ya había sufrido varias adicciones y participado en rituales profanos sacados de los libros de Aleister Crowley. Para bajar desde el Lleras a la avenida, José Juan debía pasar junto a la licorera Yogui, un local enrejado que se atravesaba en el descenso por la 10. Afuera, en los muros de las casas vecinas a Yogui, un grupo de muchachos recostaba sus figuras desafiantes.
José Juan llegó un poco después a nuestra cita en el parque de El Poblado. Se veía fuerte. Llevaba la cabeza rapada en los costados y una línea de pelo desde la frente hasta el cuello. La leñadora de mangas cortas dejaba ver dos amplios tatuajes. Uno representa un pentagrama esotérico rodeado por una circunferencia cuyo centro era su codo. En el otro brazo, en la parte interna, una cara de ultratumba parece animarse con cada movimiento del brazo. También una especie de alambre de púas envuelve una de sus pesadas muñecas en un trazo casi inacabado. Ale y José Juan se saludaron con efusividad. Aunque se habían visto en algún encuentro accidental en un centro comercial, nunca se habían reunido desde aquellos años. José Juan tomó su cerveza y miró al parque atestado de jóvenes que conversaban sobre los muros y las aceras. Se siente un fundador de esa forma de ocupar la ciudad. “Esto ya no parece mi parche… Ni una peleíta ni nada…”, dijo antes de reírse.
Roque era un joven robusto, rubio y de mediana estatura que José Juan ya conocía desde la Barra de Sura, llamada así por las torres de Suramericana. Fue él quien lo invitó a quedarse en Yogui. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, la acepción número veintiuno de la palabra “barra”, de uso limitado en algunos países suramericanos, se refiere a un “grupo duradero de amigos que comparten intereses comunes y suelen frecuentar los mismos lugares”. La de Sura era una barra de niños dispuestos a defender su territorio, una actitud generalizada por aquel entonces en los barrios de clase media de Medellín y que se materializaba en la expulsión de cualquiera que consideraran un intruso. Los niños de las barras sabían pelear y eran expertos en ignorar el miedo. Los de Sura se habían enfrentado a los de Naranjal, Conquistadores, Carlos E. y La Iguaná.
Además de Roque, en Yogui también estaban ‘Conejo’, Freddy, Germán, Rúa, ‘El Mono’, Tomás, ‘Ari’ y ‘Yiyo’. Los rostros eran familiares entre ellos. Todos se habían visto alguna vez, todos conocían la reputación de José Juan, todos sabían que era un buen peleador y que cargaba rabia. El Poblado era ahora una amalgama representada de manera precisa por lo que ocurría en esa esquina. Medellín había ganado quinientos mil habitantes en la última década y El Poblado se había convertido en uno de los sectores de mayor crecimiento. Familias de todos los rincones de la ciudad llegaron a la Comuna 14 y ahora la minoría la formaban los viejos apellidos que le daban nombre a las lomas surorientales de Medellín. José Juan recuerda que Ale y sus amigos, los habitantes originales de El Poblado, lo “habían hecho correr un par de veces”. Ahora que se encontraban en Yogui, el respaldo de la barra era una garantía. Ale, por su parte, solo recuerda que vio a los muchachos en la licorera y se quedó con ellos.
La barra se consolidó a partir de 1985. Muchachos de Provenza, Manila, el Lleras, El Frito y otras zonas de clase media de El Poblado llegaron a Yogui. También aparecieron jóvenes de sectores como Patio Bonito, Astorga y Santa María de los Ángeles. El magnetismo del grupo tenía que ver con una fuerza que parecía dominar la ciudad. En botellas, termos y galones se disolvían en alcohol pastillas de toda clase, particularmente Rohypnol; sobres y paquetes con marihuana, cocaína y bazuco se cargaban en los bolsillos como si fueran chicles. Varios de los muchachos eran huérfanos de padre o madre, algunos vivían con sus abuelas, otros eran hijos de nuevos ricos, ninguno tenía derecho a ser un simple curioso: el que se sentaba en Yogui tenía que estar dispuesto a actuar. La ciudad era el epicentro de un terremoto que resquebrajaría al país y las alcaldías no entendían lo que ocurría en la calle. Entre 1980 y 1988, año en el que se implementó la elección popular de alcaldes, Medellín tuvo siete mandatarios. Algunos gobernaron apenas por unos meses. La buena fama de ciudad responsable en la prestación de servicios públicos y espacios urbanos tenía el factor estabilizante de las Empresas Públicas de Medellín, una especie de monarquía institucional. Pero en cuanto a lo que pasaba en la calle, las cosas parecían de competencia nacional. En la práctica, de nadie.
El Mono venía del Centro y se había mudado a una enorme casa ubicada en la transversal superior con la loma de Los Balsos, la zona en la que creció Ale. A diferencia de Roque, quien era nervioso y explosivo, este tenía el don de la empatía. Era alto, delgado, rubio y bien parecido. Su mamá había trasladado La Whiskería, su negocio, a la zona de El Poblado. Era una mansión de amplios salones a donde llegaban José Juan y los demás para ver a las muchachas. También iban políticos, empresarios, mafiosos, policías, militares y toda clase de ciudadanos. Las ciudadanas, por su parte, eran jovencitas universitarias, hermosas contrataciones traídas del otro lado de la ciudad o putas comunes y corrientes como las de cualquier otra casa de citas.
Todos decían que El Mono era un buen piloto de motocicletas. José Juan lo esperaba en la portería de su casa (ya para aquel entonces vivía en la transversal inferior, unas cuadras abajo de La Whiskería) y se montaba sin miedo. Los parrilleros como él no abrazaban al chofer y nadie usaba casco por esa época. José Juan se echaba hacia atrás y cruzaba los brazos o los extendía a lado y lado de la motocicleta. El ruido del motor acompañaba la conversación esporádica de los dos amigos mientras zigzagueaban entre los carros. Cuando parqueaban, el parrillero veía en los ojos rojos de El Mono las horas de trasnocho en el negocio de Los Balsos.
Por aquel entonces, José Juan sentía que había dejado de tener un hogar cuando sus papás se divorciaron, pero se reconfortaba con la familia que había encontrado en la 10. Si uno de los muchachos peleaba, todos lo seguían y formaban una trifulca que terminaba con brazos y piernas rotas, hematomas y rostros deformes. En los bares, sillas y mesas volaban por los aires, las botellas se quebraban en los cráneos. La 10 sabía pelear, eso estaba claro. En la esquina superior de Yogui todavía hay una pequeña carpa roja que hace las veces de pérgola. Sobre ese plástico templado, José Juan y sus amigos escondían bates, cadenas, chacos, manoplas, pericas, patecabras, varillas y cualquier cosa que hiciera daño. A José Juan le quedaba fácil estirarse, levantar el brazo y empujar la lona. Las armas caían al suelo y cada uno recogía la suya.
Se decía que los de la 10 eran “volteadores”, la palabra que hizo carrera en Medellín para referirse a alguien que sabe pelear. Los policías de la estación de El Poblado llamaban por su nombre a los muchachos cuando los llevaban presos al calabozo. Si los agentes pretendían llevarse solo a uno de ellos, al menos otro de la barra hacía méritos para acompañarlo. La manera más eficaz era pelear con un policía.
Esta orilla ya tiene dueño
Al otro lado del río, en el suroccidente de la ciudad, un ambicioso proyecto había cambiado la geografía. La Nueva Villa del Valle de Aburrá se fundó en 1985 en medio de Belén Las Mercedes, Miravalle, Los Alpes y Laureles. Unas dos mil personas llegaron al nuevo centro residencial. Parejas jóvenes y trabajadores de todas las industrias, en general miembros de una clase media en ascenso, encontraron en La Villa un buen lugar para vivir. Las plazoletas comerciales se convirtieron en sitios de encuentro para jóvenes y niños que habitaban los apartamentos, pero también para muchachos de los barrios circundantes. Al igual que en la otra banda del río, un grupo de jóvenes ya era conocido como la Barra de la Villa: Escobar, ‘Pulga’, ‘Chino’, Uriel, ‘Mantequilla’, René, ‘Breaking’, ‘Cuca’, ‘Yiyo’. Al igual que en El Poblado, la zona atravesada por la carrera 80 se convirtió en un polvorín de jóvenes sin miedo. Aunque no tenía el carácter monolítico de la Barra de la 10, La Villa centralizaba la acción de grupos como La Canilla, La 84, Miravalle, El Emperador, El Pinocho, Los Colores, Conquistadores e Higos.
Desde que los de la 10 supieron de la existencia de La Villa, la rivalidad fue inmediata. José Juan, Roque, el Mono y los demás se habían obsesionado con defender su territorio de los foráneos y El Poblado se convirtió en un espacio vedado para ‘los villosos’. Fiestas de quince, inauguraciones de centros comerciales, el Festival de la Cerveza que se realizaba en el Palacio de Exposiciones, eran los lugares en los que estallaba el taco. Uno de los villosos recuerda una fiesta de quince en el Mueso El Castillo en la que José Juan irrumpió en el salón con un grito: “¡Dónde están los villosos para darles a esos hijueputas!”. Las peleas era monumentales y la violencia entre los dos bandos llegó a niveles que sobraban el código penal. Entre algunos de los miembros de las diferentes barras de adolescentes, los bates y las cadenas dieron paso a pistolas, revólveres y armas de mayor alcance.
Por aquel entonces, los lugartenientes del Cartel de Medellín habían emprendido la labor de unificar su control sobre los combos de la ciudad. Personajes como ‘Pinina’ y ‘Enchufle’ empezaron a aparecer también en los barrios de estratos altos y ganaban simpatías con pequeñas dádivas o con su evidente despliegue de poder. Así mismo, aparecieron personajes de ese entorno en otros niveles. En Yogui, por ejemplo, era común ver a ‘Gustavito’, el hijo del más importante socio de Pablo Escobar, su primo Gustavo Gaviria. Algunos recuerdan también la llegada a la ciudad de la familia de Griselda Blanco, entre ellos dos de sus hijos que serían asesinados en una discoteca y en presencia de uno de los villosos que pude entrevistar. Pequeños guiños empezaban a verse como alianzas de poder y entre los jóvenes de las barras se empezó a hablar de respaldos de ‘pabludos’ y otros grupos. Medellín era una olla a presión.
En 1986 José Juan fundó la banda de punk I.R.A. Sus canciones tronaban contra el poder. Maldita autoridad, Payasos de acero, Barquizidio, Publicidad política kagada, eran algunos de los títulos. La rabia se vertía ahora sobre las guitarras y los micrófonos, y logró un rápido reconocimiento entre algunos jóvenes de la ciudad. Pero no abandonaba su amistad con su gente de la 10 y con quienes parecían destinados a sucederlos, los de la Barra de El Futuro. Esta última debía su nombre a una urbanización construida en el extremo sur de Patio Bonito, al occidente del parque de El Poblado y a las orillas de la avenida de Las Vegas.
José Juan y Ale me dijeron que en un momento llegaron a ser más de cuarenta sintiéndose parte de las barras de El Poblado. “Vamos a patrullar”, recuerdan que decían cuando salían a hacer un recorrido en el que una parte subía por la 10 y otros caminaban a la avenida El Poblado para subir por Zúñiga. Los dos bandos se encontraban en algún lugar en la transversal superior y seguían juntos su recorrido.
Nadie sabe cuándo o cómo la Barra de la 10 dejó de ser un grupo compacto. Tal vez nunca lo fue y solo los unía la adrenalina gregaria de las peleas y el descontrol de las fiestas. José Juan solo recuerda que cada vez estaba más inmerso en el mundounderground. Ale, por su parte, sabe que su precoz matrimonio lo alejó de la calle y del grupo. Caminamos hacia la esquina superior del parque y nos adentramos en el corredor que bordea el Multicentro Aliadas, sobre la avenida El Poblado. Ale señaló un local al otro lado de la vía donde se encuentra Drogas La Rebaja. “Ahí quedaba primero Finale y después Arrecife, dos barcitos donde nos hacíamos mucho”, me dijo.
Muchos dicen que El Poblado cambió ahí, en el casi olvidado, y para muchos inolvidable, Finale. Hasta ese momento, mediados de la década del setenta, el centro de la Comuna 14 era una zona residencial y pacata que se concentraba alrededor de la iglesia con ladrillo a la vista inaugurada a principios del siglo XX. Con Finale, la vocación del barrio mutó imperceptiblemente. El plato estrella era el steak pimienta. Un grupo de artistas condimentaban el lugar, Óscar Jaramillo, Félix Ángel, Ethel Gilmour y Martha Elena Vélez. Cada tanto se exhibían los trabajos de alguno de los “once antioqueños”, como llamarían después a esa generación de pintores y dibujantes.


Una década más tarde Finale desapareció. Al otro lado de la cuadra, el bar y restaurante Anclar empezó a funcionar con cierto éxito. Los jóvenes de la 10, ahora más adultos, entraban para tomarse un trago o comer alguno. Ale era uno de los más constantes. En Anclar aparecieron mujeres que venían de lugares desconocidos, criaturas misteriosas que habían llegado con los hombres que ahora ocupaban las mesas. Allí se sentaban ‘Chirusa’, ‘Choza’, ‘Enchufle’ o el mismo Pablo Escobar, quien había llegado por primera vez a El Poblado en 1977 cuando compró una casa cerca del Club Campestre.
Fue por esa época cuando el centro comercial Monterrey abrió sus puertas. Los de la 10, y sus sucesores de El Futuro decidieron conquistar el lugar. Se libraron batallas con la gente de La Villa, quienes habían aceptado el reto y se mostraban cada vez más provocadores. En una ocasión irrumpieron en la 10. Iban en dos carros, patrullando. José Juan estaba con sus amigos no muy lejos de allí. “Llegaron los de La Villa, nos van a levantar”, le dijeron desde una camioneta. Se montó de un brinco al platón junto a otros amigos. Dos motos los acompañaban. Pararon en la esquina de Yogui para bajar los bates y las cadenas que tenían en la pérgola. El sonido del metal, el ruido de las llantas y los insultos debieron asustar a los vecinos. Uno de los carros de La Villa se volcó en el cruce de Vizcaya, y José Juan y los demás saltaron de la camioneta para bajar a los intrusos. La golpiza fue brutal. Uno de los de la 10 perdió un dedo de un navajazo.
A finales de 1988 la barra se había atomizado. La tragedia de Medellín se vivía también en las calles de las clases privilegiadas. Yiyo, Rúa y Capeto, tres miembros de la 10, aparecieron asesinados en el norte de la ciudad. Un rumor recorrió las calles. Se decía que había grupos de limpieza interesados en eliminarlos, pero ninguna versión fue confirmada. Después murió Ari también sin explicaciones. Por La Villa cayó El Chino, le dispararon en la cabeza cuando estaba en el mall de La Fe. El Apocalípsur del que se hablaría más tarde, los más de seis mil asesinatos en 1991, podía ya sentirse desde aquel entonces. Los muchachos de la 10 sufrieron varios atentados. José Juan recuerda que alguna vez les hicieron una redada en el bar La 21, en Zúñiga. Le rompieron la cara con un tubo mientras lo interrogaban. Querían saber para quién trabajaban los muchachos de El Poblado.
A finales de la década a José Juan se le veía por las calles con una cresta que se hacía con jabón para lavar ropa. Había perdido un ojo al caer de un carro en una persecución policial y, tras regresar de México, a donde sus papás lo enviaron para tratar de salvarlo, solo quería saber de punk. En las madrugadas, después de sus excursiones a lo que por aquel entonces empezaron a llamar las comunas, donde se vivía con mayor fuerza el mundo underground, el líder de I.R.A. llegaba al parque para terminar la jornada. Allí se encontraba con los de la 10, con quienes ya no compartía muchos gustos, pero seguían siendo sus amigos. Después de sus noches de farra en las discotecas de moda —Kevin’s, San Mateo, La Baviera o Acuarius— era normal que alguno de los antiguos visitantes de Yogui se apareciera para rematar.
Aquella noche, El Mono llegó enfiestado. Los punkeros estaban recostados en la puerta de la nave izquierda de la iglesia de El Poblado. La vieja plaza estaba casi desierta a las dos y media de la mañana y El Mono parqueó su moto junto al atrio. José Juan celebró la llegada de su amigo con abrazos y apretones de manos. El Mono dijo que tenía que orinar y caminó hacia el callejón que forman el muro del costado norte de la iglesia y la construcción vecina. Fue cuando José Juan y los demás oyeron los disparos. El Mono estaba en el piso y la sangre brotaba de su cabeza. Algunos lo arrastraron para montarlo a un carro mientras los últimos reflejos electrizaban el cuerpo. José Juan detuvo la turba que gritaba y su voz se oyó bronca y definitiva: “Déjenlo tranquilo”. Se agachó y le cerró los ojos a su amigo de la 10, lo abrazó y lo acompañó a morir. “Andate fresco, Monito”, le repetía, en una letanía insistente.
Han pasado veinticinco años desde la muerte de El Mono. Ese frío viernes de octubre, José Juan, Ale y yo bordeamos el parque, atravesamos la avenida y pasamos junto a los Perros de Lucho para subir al atrio. En esa venta callejera fue donde comenzó la persecución en la que José Juan se sumió en un coma del que despertó sin un ojo. Ale recordó que una vez, en medio de su desenfreno, subió un Suzuki hasta el atrio y golpeó la puerta principal del templo. La iglesia de San José de El Poblado estaba abierta y con un carro estacionado en el vestíbulo.
Arriba, en el atrio, José Juan contó cómo habían matado a El Mono y dramatizó el momento en que cargó el cadáver de su amigo para decirle que se fuera tranquilo. Cuando le pregunté algo más, quiso que no me fijara en el quiebre de su voz y tomó fuerzas para que las palabras salieran sin fisuras. A José Juan todavía no le gusta que lo vean débil. Después nos llevó al túnel que forma el muro norte de la iglesia con el edificio contiguo y señaló dos agujeros casi imperceptibles. “Esos son los disparos”, dijo.
La noche estaba todavía muy joven, pero ya ellos no son los muchachos de la 10. Ale iba a recorrer más de cien kilómetros en bicicleta al día siguiente y José Juan estaba esperando a su mujer para tomarse una cerveza y guardarse temprano. Los dos hombres se alejaron y la fugaz resurrección de la barra volvió a desvanecerse en el asfalto. A medida que se alejaba, varios músicos que estaban por ahí saludaron con respeto a José Juan.
La Barra de la 10 se extinguió sin firmas ni actos de clausura, tal como había surgido. Uno de sus últimos muertos fue Roque. Lo asesinaron algunos años después que a El Mono. Estaba en la calle 10 cuando recibió el balazo. Hubiera sobrevivido, pero era nervioso y sufrió un paro cardíaco cuando lo llevaban al hospital. Poco tiempo después, José Juan se fue a vivir a Estados Unidos, donde tocó en bares míticos del punk, como CBGB’S y Coney Island High, en Nueva York, y varios más en Orlando, Fort Lauderdale y Miami. Regresó a Medellín en 2009 y todavía hace música, pero su actividad principal es el comercio de ropa en los pueblos del oriente. Vive en Santa Elena con su mujer y su hijo, y procura no ir a Medellín. Ahora que mira atrás, tiene claro que sin el amor y la persistencia de su mamá y su hermano jamás habría sobrevivido a aquellos años. “Ellos se merecen todo el crédito”, insiste. En un cajón de su casa tiene un guión cinematográfico que se inspira en lo que ocurrió durante aquellos años. Quiere enviarlo a la convocatoria de estímulos del Ministerio de Cultura. José Juan trabajó en el staff de La vendedora de rosas. El director le propuso que actuara pero él no quiso y se conformó con hacer parte del equipo de producción. Desde entonces se enganchó con el cine. Ale, por su parte, logró consolidar hace más de una década una empresa de manejo de residuos sólidos. Es un hombre próspero y se ha convertido en un ciclista consumado.
Es domingo en la noche y llueve apenas. La calle 10 y el parque de El Poblado están desiertos. En un bar de la esquina dos mujeres se besan y un hombre viejo las mira con lascivia. El enorme balso del centro del parque se mece por encima de los carboneros y demás árboles. El de El Poblado es un parque como cualquiera. Entonces recordé lo que respondió uno de los villosos cuando le pregunté por qué intentaban entrar a El Poblado si sabían que habría problemas: “¿Ah, y por qué no?”, dijo. Tenía razón. ¿Por qué no? UC
Fotografía: Archivo José Juan Posada
Fotografía: Archivo José Juan Posada
Fotografía: Archivo José Juan Posada
Fotografía: Archivo José Juan Posada

sábado, 19 de abril de 2014

Destino - Divina Inmundizia video . Colombian D beat, punk disaster video

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 Destino - Divina Inmundizia video .
 D beat, punk, DESTINO -  Divina InmundiziA.                                       
 Prácticas en..Acustica. Rionegro Dic. 2013.

viernes, 11 de abril de 2014

Destino covers Rovsvett. hardcorepunk kangpunk

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                             Destino covers Rovsvett at a practice and It Feels Good motherfuckers

Destino - Divina Inmundizia video . D beat, punk, hardcorepunk, dbeatpunk,colombianpunk,punkmedallo.



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                                           DESTINO -  Divina InmundiziA. 
                                          Prácticas en Acústica, Rionegro. Dic. 2013

miércoles, 30 de octubre de 2013

Reseña
 EN 2009 NACE DESTINO COMO PROYECTO PERSONAL. INVITO A ESTEBAN MESA EN LA BATERÍA Y CON LA AYUDA DE ANDRES NAVARRO (NAVASH RECS) EN SU ESTÚDIO GRABAMOS UN DEMO DE 12 CANCIONES DE MI AUTORÍA QUE SE PUEDEN ESCUCHAR AQUÍ, HTTP://DESTINO-HC.BLOGSPOT.COM/ . EN 2011 ME ENCUÉNTRO EN RIONEGRO CON ALEX LOPEZ EL BAJISTA(MUSICO DE LA UDEA Y BANDAS TRIBUTO) Y CRISTIAN B. BATERIA(KOLAPSO SOCIAL)Y YO JOSEJUAN POSADA EN LOS GRITOS Y LA GUITARRA CREAMOS CON MI EXPERIENCIAS Y COMPOSICIONES LA BANDA DESTINO INFLUÍDA POR VARIOS GÉNEROS MUSICALES Y BANDAS DE SUECIA, ALEMANIA, FINLANDIA, ESPAÑA, US, BRASIL ETC PARA CREAR UNA ALTERNATIVA DIS PUNK, D BEAT HARDCORE PUNK. DESTINO TIENE 18 TEMAS PROPIOS QUE HABLAN DE LAS EXPRIENCIAS HUMANAS Y ANTROPOLOGICAS DESDE NUESTROS PUNTOS DE VISTA CON EL FIN DE LIBERAR MENTES, ACOMPAÑAR CUERPOS, ALEGRAR CORAZONES, DESPERTAR CONCIENCIAS Y AMPLIAR PERSPECTIVAS.

Historia y Contexto
Para sobrevivir al Medellin de los 80s y su guerra contra el narcoterrorismo y la Juventúd, transformar la experiencia de acostumbrarse a esa violencia y de perder a más de 30 amigos en una manifestación contracultural se vuelve una necesidad. Al tiempo que estúdio Antropologia en la UdeA y fundo y/o soy la guitarra en IRA - Dexkoncierto, camíno por las calles de esa ciudad donde encuentro otras tribus Punk Hardcore y nos tomamos las esquinas y parques para hacer rúido musical y estético como catarsis a la violencia de la época.
En el 96, me voy a la USA dónde también hago un par de proyectos Punk ( UFC, LOS HUMANIAX) que particípan en festivales tan conocidos como el Hollydays in the Sun, el Beer Olympics y el Food not Bombs y se presentan continuamente en lugares conocidos como el CBGBs y Coney Island High en NY, the Poor House Orlando, the Tavern 213 in F Lauderdale y la que sería mi casa por 10 años, Cuchills Pub en Miami.
En el 2009 de regréso a Medellin con un monton de rúido en mi cabeza nace DESTINO como proyecto personal; invito a Esteban Mesa en la batería y con la ayuda de Andres Navarro en su estúdio(Navash Recs) grabamos un demo de 12 canciones de mi autoría que se pueden escuchar aquí, http://destino-hc.blogspot.com/ . En 2011 me encuéntro en Rionegro con Alex Lopez el bajista(Musico de la UdeA, guitarra en tributo a Plasmatics)que conocí en un bar de centro de Medellin  y a Cristian B. Bateria(Kolapso Social, Guillotina)y conmigo JoseJuan Posada en los gritos y la guitarra creamos con mi experiencias y composiciones la banda DESTINO influída por varios géneros musicales y bandas de Suecia, Alemania, Finlandia, España, US, Inglaterra, Brasil etc para crear una alternativa Dis Punk, D Beat Hardcore Punk, poco conocida en la escena de Medellin.
Hoy con pocas e importantes presentaciones como el Festival Gato Negro en el Cementério de San Lorenzo, en Yage bar y Ciudad Frecuencia en Castilla, Bar en Calle en Aranjuez, y en un par de bares en Rionegro, DESTINO cuenta con 18 temas propios que hablan de las expriencias humanas y antropologicas desde nuestros puntos de vista con el fin de liberar mentes, acompañar cuerpos, alegrar corazones, despertar conciencias y ampliar perspectivas.

jueves, 7 de febrero de 2013

DESTINO BIO






DESTINO  bio

The 80's were going by and the moral aspects in society no refer to only religion but generally the wright and wrong things, started to change radically. Colombian closed mind, conservative and catholic classicist society opened up to allow the new rich people known as Drug Lords to dig into. They bought the expensive places and huge farms the high class people offered and they melt into a new class of people. Violence, Impunity a drug money became a part of Colombian life and was accepted somehow.
I was a 15- 16 years old middle class teen age who used to hang out in the streets with my friends. All these changes affected the way we all believe was the way to grew up. Watching drug lords and their Sicarios, 16 years old hit men, buying expensive cars, apartments, dating hot ladies and even breaking the law or killing people and getting away with it without any punishment from the law or justice hit my generation's point of view.
Our hardworking fathers and relatives became nobody for they couldn't afford or made any of what the new rich people did. Violence becomes a way of life and tones of the teenagers groups evolved as gangsters in middle class neighborhoods. Things got lot uglier in the low-income people hoods or ghettos or better known as "comunas".
My bodies started to carry guns and they sold out to become by all means one of the new rich people that society was looking up as models. They all got killed. Meanwhile I walked down the streets trying to find a way to release all the anger that was raising in me. I met other people from all around the city with similar feelings.  I survived the narcoterrorist war walking down the streets, writing songs of what I saw and lived and making and underground Hardcore Punk scene in Medellin. 30 of my closed friends were killed between 89-93.
I founded and wrote lots of the famous songs in Colombian Punk band IRA. I played and still do play the guitar and co write songs with my long time friend Carlos R. -Volketo- for legendary Medellin Hardcore gem DEXKONCIERTO.
Fall of 96 I moved to Miami. I played the guitar and wrote some of its songs when playing for Miami's Drunk Punks bastards UFC for 8 years.
I founded and write the songs with my bodies Glen roach Larsen and Bruno S. for the greatest one of a kind Hardcore band, Los HUMANIAX. Valentina's sweet powerful voice and great support joint us later.
Also, I made an Anthropologist documentary about Hardcore Punks in Medellin s narcoterrorist war years. Mas alla del No Futuro. Experiences and points of view collection of some survivors of the scary times between 85-93.

When my two Americans bands disbanded for many reasons everything started to go to hell. Then the Bush economic and administrative malicious disaster hit me hard and left me down the hill. My wife and I own interior design company broke and we lost our apartment as well as our car and the warehouse and shit. I decided to go to live in the Forrest in a small town close by Medellin in Colombia but my wife stayed in the states. We got into a painful divorced later on.
I started to do what I used to do before I left to the States. I mean going to shows, I went to every show I could be at, at every corner in the city, hang out with my old friends at any of the small Parks or any Bar or any Ezquina de Barrio around it.  Figth Nazi punks, taking a look over the situation with Paramilitares now called Bacrim or the new lords on the streets, making friends and having fun. Working with my Family business was first but I had time for walking down the streets watching the now huge and different Punks scenes in Medellin.
I started writing new songs and finishing some songs I had started in Miami. 3 some years later I finally finished writing all the lyrics and music and made this new projekt, DESTINO, a D beat Hardcore beautiful noise with intelligent lyrics as I like to believe.
During that time I met this guy, the bartender of a small little bar located in one of the small parks in downtown I used to hangout at nights back in the days. I now call this park El Infierno, because it’s agitated and convulsed atmosphere. The drug lords literally own the place and only the people who buy from them are allowed to stay there without any threat. The rest of the people from the different urban tribes, the ones who had conquered the park in the 90s are now at their own risk. Several have been killed in total impunity, no prosecution from the cops whatsoever.
The bartender used to play 80s thrash metal and Grind core at the bar and Punks and metal heads used to have a couple of beers. I found out that Alex the bartender was a great musician and invited him to play. 6 month later after trying some drummers without any luck, they were to busy or some shit else, we went different paths. I had a baby with my new wife and Alex had to stop working at the bar and he just disappears.
Esteban Mesa, DEXKONCIERTO and Los Desempleados drummer, Joint me playing the drums as I played all the Strings and Shouted the fuck out of me to record this job with the super Help from my Friend Andres Navarro  (Fechoria) doing all the engineering and mastering at Navash records.
Some time after recording I met with Alex again in Rionegro a small city one-hour driving next to Medellin. We called Cristian the drummer of Kolapso Social and we started to practice to be a real band.


Today DESTINO is:

Alex Lopez - Bass-Chorus
Cristian Murillo - Drums- Chorus
Jose Juan Posada - Guitar and Voice.

miércoles, 30 de enero de 2013

DESTINO - Energia-Sangre-Ruido - Colombian DBeat Hardcore Punk video


DESTINO CEMENTERIO San Lorenzo.
Festival Hardcore Punk Gato Negro

DESTINO, Colombian Dbeat Hardcore Punk store widget and Bio.









DESTINO  bio

The 80's were going by and the moral aspects in society no refer to only religion but generally the wright and wrong things, started to change radically. Colombian closed mind, conservative and catholic classicist society opened up to allow the new rich people known as Drug Lords to dig into. They bought the expensive places and huge farms the high class people offered and they melt into a new class of people. Violence, Impunity and drug money became a part of Colombian life and was accepted somehow.
I was a 15- 16 years old middle class teen age who used to hang out in the streets with my friends. All these changes affected the way we all believe was the way to grew up. Watching drug lords and their Sicarios, 16 years old hit men, buying expensive cars, apartments, dating hot ladies and even breaking the law or killing people and getting away with it without any punishment from the law or justice hit my generation's point of view.
Our hardworking fathers and relatives became nobody for they couldn't afford or made any of what the new rich people did. Violence becomes a way of life and tones of the teenagers groups evolved as gangsters in middle class neighborhoods. Things got lot uglier in the low-income people hoods or ghettos or better known as "comunas".
My bodies started to carry guns and they sold out to become by all means one of the new rich people that society was looking up as models. They all got killed. Meanwhile I walked down the streets trying to find a way to release all the anger that was raising in me. I met other people from all around the city with similar feelings.  I survived the narcoterrorist war walking down the streets, writing songs of what I saw and lived and making and underground Hardcore Punk scene in Medellin. 30 of my closed friends were killed between 89-93.
I founded and wrote lots of the famous songs in Colombian Punk band IRA. I played and still do play the guitar and co write songs with my long time friend Carlos R. -Volketo- for legendary Medellin Hardcore gem DEXKONCIERTO.
Fall of 96 I moved to Miami. I played the guitar and wrote some of its songs when playing for Miami's Drunk Punks bastards UFC for 8 years.
I founded and write the songs with my bodies Glen roach Larsen and Bruno S. for the greatest one of a kind Hardcore band, Los HUMANIAX. Valentina's sweet powerful voice and great support joint us later.
Also, I made an Anthropologist documentary about Hardcore Punks in Medellin s narcoterrorist war years. Mas alla del No Futuro. Experiences and points of view collection of some survivors of the scary times between 85-93.

When my two Americans bands disbanded for many reasons everything started to go to hell. Then the Bush economic and administrative malicious disaster hit me hard and left me down the hill. My wife and I own interior design company broke and we lost our apartment as well as our car and the warehouse and shit. I decided to go to live in the Forrest in a small town close by Medellin in Colombia but my wife stayed in the states. We got into a painful divorced later on.
I started to do what I used to do before I left to the States. I mean going to shows, I went to every show I could be at, at every corner in the city, hang out with my old friends at any of the small Parks or any Bar or any Ezquina de Barrio around it.  Figth Nazi punks, taking a look over the situation with Paramilitares now called Bacrim or the new lords on the streets, making friends and having fun. Working with my Family business was first but I had time for walking down the streets watching the now huge and different Punks scenes in Medellin.
I started writing new songs and finishing some songs I had started in Miami. 3 some years later I finally finished writing all the lyrics and music and made this new projekt, DESTINO, a D beat Hardcore beautiful noise with intelligent lyrics as I like to believe.
During that time I met this guy, the bartender of a small little bar located in one of the small parks in downtown I used to hangout at nights back in the days. I now call this park El Infierno, because it’s agitated and convulsed atmosphere. The drug lords literally own the place and only the people who buy from them are allowed to stay there without any threat. The rest of the people from the different urban tribes, the ones who had conquered the park in the 90s are now at their own risk. Several have been killed in total impunity, no prosecution from the cops whatsoever.
The bartender used to play 80s thrash metal and Grind core at the bar and Punks and metal heads used to have a couple of beers. I found out that Alex the bartender was a great musician and invited him to play. 6 month later after trying some drummers without any luck, they were to busy or some shit else, we went different paths. I had a baby with my new wife and Alex had to stop working at the bar and he just disappears.
Esteban Mesa, DEXKONCIERTO and Los Desempleados drummer, Joint me playing the drums as I played all the Strings and Shouted the fuck out of me to record this job with the super Help from my Friend Andres Navarro  (Fechoria) doing all the engineering and mastering at Navash records.
Some time after recording I met with Alex again in Rionegro a small city one-hour driving next to Medellin. We called Cristian the drummer of Kolapso Social and we started to practice to be a real band.


Today DESTINO is:
Alex Lopez - Bass-Chorus
Cristian Murillo - Drums- Chorus
Jose Juan Posada - Guitar and Voice.




martes, 10 de julio de 2012

LOS HUMANIAX


video


Ok This is one of a kind Hardcore Punk band from Miami. In the Latino- Colombians an Americans Melting hotter Potttttttt.  Glen and Bruno joint me to develop some ideas I had.  We got toguether toensamble our talents and Energy in this Beautiful Noise back in 1999. Valentinas sweet powerful voice and great support joint us later.
Enjoy it motherfuckers...

Los HUMANIAX :

Valentina H
Glenn Rouch Larsen
Bruno Sposito
Jose Juan Posada

UFC S. Florida Drunx Punx Miami Churchills 2003

video

viernes, 3 de diciembre de 2010

Dexkoncierto




Ahora a la venta DEXKONCIERTO Lp en Vynilo
26 tracks del mas crudo sonido de las calles del Medellin de 80s y 90s.
100% Hardcore Punk.
Dexkoncierto now Vinyl



Dexkoncierto music store widget






80sCOLOMBIAS TRASH HARDCORE 
DEXKONCIERTO bio

 Dexkoncierto nacio en un barrio de clase baja, por Mauricio el primer guitarro y fundador que dio el nombre originario, y el estilo característico que siempre a acompañado a la banda por su singular ruido y crudo sonido ; por ese entonces solo eran Mauro guitarra y Esteban en los tarros y escriben FUTURO ES MUERTE que Víctor Gaviria incluye en la banda sonora de la película “Rodrigo D No Futuro” ,con Sergio -NO- en la voz y Volketo –PODRIDOX-, en el bajo luego Sergio deja la banda y Volketo pasa a Gritar y Naranjo entra a tocar el bajo. Hasta el noventa solo con grabaciones caseras y de un sonido muy casero en el cuales quedan la mayoría de sus tradicionales canciones que se vuelven himnos con los cuales los punx enfrentan a una sociedad que se entregaba al poder de la corrupción narco política y a una guerra narcoterrorista donde los punx parecieron ser de las victimas favoritas de los escuadrones de la muerte. En el noventa graban en un compilado hecho por JuanBer la Ciudad Podrida, y Mauricio decide dejar la banda para seguir con -BSN. Dexkoncierto sigue sin Mauricio y graban el autonomía, una grabación casera , sin bajo , naranjo sigue en la guitarra ,haste que José Juan -IRA- entra tocar la guitarra a finales del 90 y la banda sigue así hasta el 92 cuando Esteban deja la banda la yola -FERTIL MISERIA- entra a colaborar en la batería por un tiempo hasta que a finales del 93 Volketo es apuñalado casi mortalmente en las calles de la ciudad. Su prolongada estadía en el Hospital, mas las insostenibles y desconectadas consecuencias del abuso de drogas psicotrópicas por parte de los otros integrantes, ponen al Dexkoncierto en un limbo katartiko que la realidad alimentaría por los siguientes años en un silencio insoportable Cada uno toma su rumbo.......al final del 99, Naranjo y Esteban deciden recuperar la música de Dexkoncierto y en un pequeño estudio de Naranjo: MODULO X 21 proponen a Mauricio y José Juan quien vive en el exterior que cada uno grabara sus temas en guitarra y Naranjo en el bajo y Esteban los tarros, hasta ese entonces Volketo no le interesaba grabar de nuevo con los dexkoncierto por diferencias personales y dejan la música grabada. Se pensó en que algunos amigos cantaran todos en coro..pero nada paso por que dexkoncierto sin la voz de Volketo no era dexkoncierto. al año Volketo decide grabar y sacan el demo..” futuro es muerte y aun seguimos vivos. La banda se vuelve a encontrar para dar un concierto con ira y rechazo el cual fue parado por la policía por los disturbios callejeros mientras la banda tocaba. Luego la banda vuelve al cajón y se juntan para tocar en algún parche callejero. En 2005 José Juan decide producir un buen proyecto en asociación con el sello indi:” Rob the Rich Rekords”, quienes se toman hasta Diciembre del 2005 para empezar la grabación. Se planea hacer tokes promocionales del CD y compartir el Dexkoncierto y la energia de un sentimiento que a muchos nos salvo la vida.
PUNK LEGENDS
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u$   3.00   America
u$ 15.00 Europe
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martes, 30 de noviembre de 2010

Jose J Posada's "Mas alla del No Futuro"





Jose J. posada's "Mas alla del No Futuro" 80s-90's  Medellin-Colombia-Punk Documentary
u$ 12.00 plus shipping 1 and up to 7 items same price shipping(de 1 a 7 dvds mismo precio envio)
                 u$   3.00 America
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       u$  18 Japan


The Punk scene raised up at early 80’s with a few ones who knew there was a way to manifest all the inconformity the youngest used to live with in a changing values society.  The social inequity and the concentration of property was becoming at large and political corruption to keep the unfair situation “democratic” was in charge.
The Narcs (mafia) came into society and started living in the same places, clubs, big farms etc, etc and political party too, society and power cartels living together and having business. Not that I’m moralist but Narcs money, the “fast cash” culture corrupted the minds of many politicians, businessman, military people, etc, etc and the minds of the youngest too. 
  By 83-84 the city was divided in “comunas” according to its economical power with neighborhoods controlled by different gangs. It was normal that you were a member of your neighborhoods gang and had to fight with other gangs around your hood. As it happened in cities like New York, Los Angeles etc .  The difference in Medellin- Colombia was the “easy money or fast cash culture” from the Cartel money corrupted the whole values of society.
 Guerrilla’s ideas got corrupted with the drug money too.
 The money from the Cartels started to fuel this hood gangs into private armies when the confrontation started between the different Cartels and the State. The unbalanced equity in society and the very few opportunities for poor people to access education and the shits made the perfect atmosphere for the young generations to go and work for the Cartels as “Sicarios” (hitmen) basically.
  So there we go.
In that chaotic situation a few ones started to go out of their hoods and gangs and they went for the music as a weapon. Contacting people from other hoods and making a fucking scene out of nothing with no musical knowledge and no equipments. They started trading records and making the first sounds of the local HardcorePunk scene in Medellin. Bands like Mutantes, NN, Los Podridos, NO, Las Pichurrias, Las pestes, P-nes, Imagen…, There was a tape comp “Medallo Punk” grouping this bands. All time Punk activist  G. Oquendo upgraded this tape comp into a  3 cd pack compilation before he died.
 Victor Gaviria’s ”Rodrigo D No Futuro” movie film, showing or trying to show these complex reality was shot in the days with Punk members and Punk music recorded within.
 Hardcore bands continued to raised from the very violent ambience that the city was going thru. The kids left their hood and gangs and went out side in the city looking for people having the same interests.  Fredy Rodas, from Imagen and NN, Started to joint bands and people together in order to make a scene without fights with in. It was enough of violence going on and no need to do it within the scene, so He founded OREC that stands for Chain reaction force kind of, because we decide to stud up against any threat.
Needles to say that it was a 1000% D.I.Y. Scene with no musical talent, musical equipments, places to practice or places to play venues regularly.
 Narcoterrorist war bloom strong in 89 and massacres and car bombs were common in the days. It was very fucking dangerous just to be out in the streets after 9:00 pm.
 Lots of the youth die in those days, including many punks.  I lost 30 of my gang members back then, and still hurt.
 As the youth working for the Cartel was placing car bombs and shooting police officers, so the Government started with the dirty war too. The indiscriminate massacres where all over the city. More than 3000 young die from a bullet between 89-91.
The Scene was made out in the streets, walking from side to side looking for people and bands with the same interest and needs.
 Being a Hardcore Punk was almost as a suicide when the youth became the target in the Narcoterrorist war.  Looking different made a target of you.
 Tomas Cipriano (ex Parabellum, HPHC, Libra) reunited some of these days bands in
12 inch comp. “ La Ciudad Podrida”  bands like Dexkoncierto, Crimen Impune, BSN, and others. At the same time IRA, Imagen, Rasix and Sociedad violenta cut their first 7-inch and La Pestilencia recorded a whole Lp.

In the 90s the violent situation couldn’t stop the Hardcore scene from making more bands and noise. Even thought there were no places to play shows, the scene survived this years playing their shows clandestinely. The Punk house(my house, hehehehe) and Victor Gavirias studio, Tiempos Modernos and Public Universidad de Antioquia, were the only places for making shows and that was  a lot to say. You could cut the air with a knife, fear in the ambience was dense and it was common to see gangs of sicarios or even secret police officers shooting massacres in the streets while the Hardcore Punkx hanging out from dusk till down witnessing the whole fucking shit.
Bands like Dexkoncierto, BSN, IRA, Fertil Miseria, Herpes, Ataque de Sonido, HPHC, Dezadaptadoz, Diskordia, Anti-Todo, Averxion, Kept the scene going with their recordings and having few shows until the end of the violent era in 92.
Things started to be easyer after 93. An Alternative wave took place in the new generation and society became more open minded. Hardcore punk bands started to be accepted in bars and the media stopped attacking and became open to them by 96.
Even though I feel something is missing in todays the scene is huge now days with lots of bands, venues and people floating around looking punks or so and a whole new path an alternative was open for young generations to live and walk thru.
I try to show this entire pathway in my documentary ”Mas alla del No Futuro”.

Jose J. Posada
Antropologo, Independent Filmaker and Musician in bands like:
Dexkoncierto-UFC-Los Humaniax-.
Co-Founder, writer, guitarist, Producer  and robbed and ripped in IRA.
Check my new project DESTINO :
www.myspace.com/josejuan
video



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