Así mueren los dos policías en el estado tachira - San cristobal
Un efectivo de la
PNB y una funcionaria de Politáchira murieron, por traumatismo craneoencefálico, y al menos otros cuatro resultaron gravemente heridos, tras ser embestidos violentamente por una de las busetas que supuestos estudiantes del IUT- muchos encapuchados- secuestraron más temprano.
Se dijo que, más temprano, 17 de las unidades se las habían llevado por la fuerza del
Terminal de Pasajeros de
La Concordia, como una medida de presión para que mejoren el servicio del transporte público en horas nocturnas y también en rechazo al aumento del pasaje.
Si bien esta sería la tercera oportunidad en que un grupo de alumnos de esa casa de estudios ejecutaba una acción similar, retener busetas del terminal terrestre y llevarlas hasta el interior del
IUT para obligar a los transportistas a dialogar y llegar a un acuerdo puntual favorable para ambas partes, esta vez fue con consecuencias muy lamentables.
El arrollamiento colectivo ocurrió poco después de las 9 de la mañana. En el interior de la universidad yacían las 17 unidades, de distintas líneas interurbanas, que los manifestantes habían retenido.
Piquetes de Politáchira y de la PNB se hicieron presentes en el lugar, lo que desencadenó un enfrentamiento entre los manifestantes, que atacaron con piedras y bombas molotov a los uniformados y estos, en respuesta, les lanzaron bombas lacrimógenas y dispararon perdigones, situación que se extendió por varios minutos.
En el marco de este enfrentamiento, los funcionarios se percataron que sacaban una de las busetas secuestradas, perteneciente a Expresos
Barinas, control
119, por lo que se manejó la posibilidad de que los policías se acercaran hasta la entrada principal y la recuperaran, pero no se concretó, pues todos los presentes creyeron que los ocupantes de dicha buseta habían desistido de su propósito y estaban dispuestos a entregarla, por cuanto la dirigieron en dirección al mercado.
A unos
100 metros estaba ubicado el cerco policial, conformado por efectivos de la PNB y de Politáchira. A pocos metros del cordón humano policial, fueron pocos los que pensaron que la buseta no se detendría, entre ellos las víctimas, que se vieron sorprendidas, ya bajo las ruedas del pesado vehículo, mientras que otros uniformados pudieron reaccionar y quitarse del camino.
Una vez arrolló brutalmente al menos a seis de los funcionarios, con la misma velocidad con la que inició la alocada carrera, no se detuvo; en su lugar, giró a la izquierda y siguió por la calle adyacente a la salida del terminal, punto donde por poco se vuelca, dada la gran velocidad.
Luego, los desconocidos ocupantes de la buseta buscaron la manera de llevarla por otra puerta hasta el interior del IUT, donde la dejaron abandonada.
Mueren frente a la mirada atónita de sus compañeros
Como consecuencia del vil hecho, de todos los arrollados solo dos ya no se movían, las ruedas de la buseta pasaron sobre sus cabezas. Prácticamente murieron frente a la mirada atónita de sus compañeros de armas.
Allí, también sorprendidos, boquiabiertos, también se encontraban sus jefes, el comisionado
Amador Torres, director de Politáchira, y el general
Alexis Espinal, director de la PNB, a quien la buseta le pasó muy cerca y casi lo arrolla también.
Mientras que los uniformados heridos se quejaban de fracturas en piernas o brazos, la oficial de Politáchira, Nicoll
Melissa Pérez
Soler, de 21 años, sufrió fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica. Sus compañeros corrieron hasta ella; lo propio hizo el comisionado Torres, en cuyos brazos, se cree, expiró la joven.
A unos seis metros de ésta, inmóvil en el pavimento, yacía el oficial de la PNB
Otto Márquez
Molina, de 25 años. También tenía triturada la cabeza; pese a esto, con la urgencia del caso y con nula esperanza de vida, ambos fueron trasladados al hospital por efectivos del Cuerpo de Bomberos de
San Cristóbal, pertenecientes a la Estación 2, pero fue en vano, en el centro asistencial confirmaron los médicos que ya estaban sin vida.