Fuenterrabía, "la muy Noble, muy Leal, muy Valerosa y muy Siempre Fiel"
En el extremo
noreste de
Guipúzcoa...
en un enclave estratégico desde tiempos remotos, se encuentra...
la muy
Noble, muy Leal, muy Valerosa y muy
Siempre Fiel
Ciudad de FUENTERRABÍA
Aunque hay vestigios de su existencia desde tiempos de
Roma...
...la leyenda cuenta que su fundador fue el rey godo
Recaredo (siglo VI),
y que las primeras fortificaciones las construyó el rey godo
Wamba (siglo
VII).
Mientras que el castillo, sería fundado por el rey navarro
Sancho Abarca en el siglo X
En el año de 1200, Guipúzcoa se unió á
Castilla. Fue el rey de Castilla,
Alfonso VIII el Noble, el que firmó su carta fundacional en 1203.
Fuenterrabía mereció siempre importantes privilegios de los monarcas castellanos.
El grueso de su fortificación la edificaron los
Reyes Católicos, quedando ceñida la plaza por todas partes con fortísimas murallas, galerías de contraminas, seis baluartes y dos cubos exteriores, amén del castillo, llamado de
Carlos V, porque fué él quien lo restauró y amplió.
Contra el deseo de los habitantes de Hondarribía, los reyes de
Navarra, unas veces solos y otras veces aliados con franceses, no cesaron en su intento de tomar por la fuerza la ciudad.
Uno de los sitios más memorables de que se tiene noticia, es el que sufrió entre 1476 y 1477.
Sostenido por las tropas de Mr.
Aman, señor de
Labrit, pero que no pudo conseguir su intento de tomar la plaza.
En 1512 el
Reino de Navarra se une a los de Castilla y
Aragón.
Pero los franceses no cejan en sus intentos expansionistas.
La primera acometida de los franceses que entraban en
España, solía ser siempre contra esta plaza.
También es famoso el de 1521, por el almirante Bonivet, que llegó a apoderarse de la ciudad hasta su liberación en 1524.
Pero el sitio más importante de todos, fué el que le puso en 1638 el Príncipe de Condé, con lo más granado del ejército francés.
Al mismo tiempo, el arzobispo de
Burdeos bloqueaba la ciudad con su escuadra por mar.
Las penalidades sufridas por los sitiados desde el 1 de Julio hasta el 7 de Septiembre fueron estremecedoras...
pero las tropas y vecinos, supieron defender con sus lanzas y cubrir con sus pechos las brechas abiertas en las murallas por los proyectiles enemigos
los vecinos anularon el efecto destructor de las minas, y la tropa contrarrestó cada asalto francés.
Las bombas incendiaron multitud de casas, los víveres escaseaban y las municiones empezaban á agotarse,
pero los sitiados con su alcalde, don
Diego de
Butrón, que fundió su plata para hacer las balas, rivalizaron en valor y sacrificios.
Pero el día 7 de Septiembre, víspera de la
Virgen de Guadalupe, apareció sobre el monte
Jaizkibel
el ejército de auxilio, comandado por el almirante de Castilla don
Juan Alonso Henríquez de
Cabrera,
que, embistiendo con ímpetu á las tropas de Condé, las arrolló y puso en precipitada fuga, desbaratándolas completamente.
En toda esta empresa perdió el francés 11.
000 hombres de tropas de élite.
Al oscurecer entraron los nuestros en Fuenterrabía, y encamináronse á la parroquia, donde se cantó el
Te Deum en acción de gracias.
Desbordose el entusiasmo durante toda la noche, y á los pocos días en toda España, sabedora ya de tan fausta noticia.
En septiembre de 1639, se reunió el ayuntamiento de Fuenterrabía
Desde entonces, y para dejar memoria imperecedera de la intercesión de la Virgen de Guadalupe, se acordó que el día 8 de Septiembre se hiciera anualmente al
Santuario una procesión, que todavía se viene haciendo hoy en día con el nombre de "Alarde".
Fuenterrabía ha sido declarada
Monumento hstórico-Artístico y atesora una gran riqueza monumental.
Fuenterrabía es la primera ciudad del litoral cantábrico español.
En la carta fundacional, escrita en latín, se la menciona como
Fontem Rapidum o Fontem Rapitum.
El término "
Fontarabia" aparece ya en un célebre
Atlas catalán de 1375. El mismo término se mantiene en francés "
Fontarabie". "Fuenterrabía" cambió su nombre oficial por el de "
Hondarribia" en
1979.
El revisionismo histórico nazionalista, hizo cambiar su nombre a algunas calles, y retiró escudos imperiales...ocultando todo aquello que la recuerde como baluarte hispano...
Pero nadie podrá borrar la indeleble historia de nuestro glorioso pasado.