Pedro, Pablo, Albert, es el momento de dejar de lado las menudencias, los tacticismos, las estrategias, los partidismos, las abstenciones "por el bien del país", e incluso de vuestras proyecciones personales. Es el momento de estar a la altura de un gran país al que le pedisteis su confianza y os la ha dado. Quizás ahora, con la resaca electoral, parece confuso, pero os lo han dicho alto y claro: quieren un cambio y quieren que ese cambio sea dialogado. Y ante esa situación, quizás sea el momento de que unáis fuerzas.
A poco que Podemos sea capaz de estructurar políticamente su rédito actual de votos en Euskadi, a poco que logre candidatos adecuados, a poco que consiga una presencia normalizada, estable y sólida en cada uno de los municipios vascos, esa fuerza va a tener mucho que decir en las próximas elecciones autonómicas.
¿Hay algún grupo político dispuesto a subvertir ese sistema de política de hechos consumados al dictado del FMI, el BCE y la Comisión Europea, sin incurrir en un mero brindis al sol? ¿No se convierte en persona antisistema todo aquel a quien le resulte inaceptable e insoportable este sistema cerrado de normas y condiciones que nos hace pasar por las horcas caudinas de una desigualdad creciente y una sistemática demolición de los derechos y las libertades del pueblo?
Quería manifestarles mi decepción, como actual votante de Podemos y exvotante de Izquierda Unida, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo para presentar una candidatura conjunta a las Elecciones Generales del pasado 20D, con los resultados por todos conocidos. No han tenido altura de miras. No se han comportado como hombres de Estado, sino como cazurros y testarudos colegiales.
Para la Navidad, puedes probar a no hacer los platos de siempre. Si quieres preparar algo nuevo, sencillo y riquísimo para este primer plano de nuestro menú navideño, anímate con estos fideos un poco diferentes. Ya verás que no te van a decepcionar. Y además, sorprenderás a tus invitados. ¡Salud y suerte!
Desde que volvimos a casa después de habernos tomado un año sabático para viajar por el mundo, lo que más hemos oído es "¿cómo habéis podido pagar un viaje así?" u otros comentarios tipo: ¿Es que os ha tocado la lotería?; ¿De qué trabajáis?; ¿Trabajabais mientras estabais de viaje?; ¡Debéis de ser ricos!; Vuestros padres deben de ser ricos; Estáis locos.
Los españoles vamos a dar la bienvenida a 2016 sin saber qué gobierno nos espera: si Mariano Rajoy conseguirá repetir mandato, o si será una coalición de izquierdas liderada por el PSOE, o si tendremos que volver a las urnas el próximo mes de mayo. Son nada menos que tres escenarios, todos ellos sumamente complejos de construir, los que se abren después de un 20-D en el que la única certeza es que este país ha roto con su pasado.
Mientras en el sur crece un movimiento de izquierda antiausteridad y proeuropeo en contra de la corrupción y de las deficiencias de las élites políticas y que se la tiene jurada a la doctrina económica que dicta Bruselas, en el norte el poder está en manos de la derecha, alimentada por fuertes sentimientos antinmigración y anti-Unión Europea.
A pesar de la sangría de votos, los de Pedro Sánchez no lo dan todo por perdido. La izquierda suma un millón de votos más que la derecha. España ha votado cambio y, aunque al PP como primera fuerza política le corresponde formar gobierno, la suma con Ciudadanos no le da. Y si no le da, será el segundo, o sea el PSOE, quien tratará de impulsar una alianza de cambio.
Anoche, cuando Mariano Rajoy agradecía los resultados a sus seguidores le faltó admitir la verdad más dolorosa: "Españoles, el bipartidismo ha muerto". Tras sus expresiones de "inestabilidad" se encuentra el fin del bipartidismo, de la alternancia política, de un modelo de representación y gestión que ha sido clave en la estabilidad y gobernanza.
"Es un buen resultado. 40 diputados frente a los 41 que ha obtenido Podemos sin las alianzas con las plataformas y las mareas", decía Albert Rivera nada más acabar la rueda de prensa. "Estoy deseando llegar ya al Congreso y ponernos a trabajar aunque estamos en un panorama de difícil gobernabilidad".
¿Quién son estos refugiados? ¿De dónde vienen? ¿Qué les ha llevado al exilio? ¿Dónde van a ir? Yo he venido a escuchar sus historias y a darles voz para que expliquen sus motivos y comprendamos que "estas personas" son como tú y como yo.
En 2011, unas 2000 mujeres sirias bloquearon una carretera principal del noreste de Siria para exigir la liberación de cientos de presos. Este año, 470 mujeres de la ciudad de Zabadani arriesgaron su vida para reclamar el fin de los ataques. La ONU ha reconocido su papel decisivo para el proceso de paz y, aun así, no se les da ni voz ni voto.
Nos estamos olvidando lecciones que la naturaleza lleva eones enseñando. Que la vida contiene la muerte, y la muerte, la vida, que la salud implica la enfermedad y esta a su hermana. Que somos capaces de adaptarnos a ambas, y sobre todo, que es posible vivir con plenitud más allá de los condicionantes externos e internos.
La adopción de la Resolución 2065 fue una victoria diplomática que abrió las puertas a las conversaciones entre Argentina y Reino Unido sobre la Malvinas, hoy desgraciadamente truncadas. Describió la situación "especial" de colonialismo en las Islas y llamó al diálogo entre las dos partes. Pero lo más importante es que esta resolución es válida y no ha caducado, ni caducará mientras persista la situación en las Islas Malvinas.
La musicoterapia parece reducir la ansiedad de las personas con cáncer y los efectos negativos asociados a la quimioterapia; mejorando su humor, reduciendo su dolor y, en definitiva, mejorando su calidad de vida. Parece que los efectos positivos de la música son indudables.
Estoy desnuda, mirándome al espejo, y me siento enfadada. Yo veo extremidades, piel y curvas. Pero para los políticos, mi cuerpo es sólo un posible voto. Para el colectivo provida, mi cuerpo es una máquina de hacer bebés. Para la religión, mi cuerpo es un templo. Para las empresas de publicidad, mi cuerpo es una herramienta de marketing.
En este titular se resume todo lo que quiero contar, pero igual suena demasiado directa, por mucho "perdone" y "si no le importa" que le ponga. ¿Cómo he podido llegar hasta este extremo? ¿Quién me iba a decir a mí hace no mucho tiempo que iba a estar suplicando a los lectores de El Huffington que se comprasen mi libro? ¿Mi libro? ¡Pero si no soy escritor! Bueno, vamos por partes...
Toma, chulita europea que compras camisetas a tres euros, toma picor en el costado en esta sudadera, toma colgajo de quince centímetros en el tanga, y no te agaches que te asomarán por detrás los consejos de lavado. Y ¡ten cuidado! Porque cuando no puedas más y arranques con tus manos la dichosa etiqueta que te amarga la fiesta, dejarás un boquete en tu vestido.