Comunicado de Prensa
En una carta de solidaridad internacional, más de 100 organizaciones sociales, ecologistas y de derechos humanos piden libertad para Javier Ramírez, presidente de la comunidad inteña de Junín
La noticia de su detención, sucedida el 10 de abril en circunstancias y por causas aun no esclarecidas, está dando la vuelta al mundo. En la carta, adherida en un tiempo récord por organizaciones de corte muy plural y desde diversos rincones del planeta -más de 15 países además del Ecuador- se hace alusión a Javier Ramírez de Intag como un “campesino pacífico, honrado, miembro desde siempre de la comunidad Junín y que no llevaría a cabo bajo ningún concepto los actos de rebelión, sabotaje y terrorismo de los que se le acusa”. Muy por el contrario, afirman, el Sr. Ramírez ha llegado a ser junto con sus vecinos, conocido y apreciado internacionalmente por la férrea defensa que su comunidad ha venido haciendo del bosque, la biodiversidad y la naturaleza, consolidada sobre bases productivas a lo largo de los años mereciendo respeto y admiración desde muchos rincones del planeta.
La carta ha sido inmediatamente traducida a cuatro idiomas para facilitar su difusión entre todas las organizaciones amigas y solidarias con la resistencia a la minería en Intag, una zona inmensamente biodiversa y productiva.
Para las organizaciones, la detención de su compañero se produjo de manera poco clara, ya que “la orden de detención no era para esta persona” y más tarde “cambiaron el escrito registrando su nombre y número de cédula” según informó la prensa local y declaraciones de las personas presentes. Además, dicen que Ramírez ni siquiera habría estado presente en el transcurso de los leves incidentes durante la visita de unos técnicos de la Empresa Nacional Minera ENAMI, que posteriormente han dado lugar a los graves cargos que se le imputan.
Por este motivo, y considerando a Ramírez un preso político y no un “rebelde”, ni un “saboteador” o “terrorista”, la carta se dirige a las máximas autoridades, incluído el Dr. José Serrano, Ministro del Interior, por quien el acusado fue invitado a una reunión justo antes de su detención, hecho que a todos resulta muy llamativo.
Las organizaciones temen que otros miembros de la comunidad puedan llegar a ser detenidos de modo similar, es decir, sólo por estar en contra de la actividad minera en Intag. El motivo de la oposición a la minería: las destructivas consecuencias que la minería tendría para los bosques nublados, las fuentes de agua. Además, los campesinos se niegan a ser desalojados de sus lugares de vivienda. El temor no está injustificado, ya que en el pasado, varias personas de Intag han sido acusadas de delitos que no cometieron y que se originaban en actividades relacionadas con la defensa de la naturaleza. Todos fueron absueltos. Las organizaciones nacionales e internacionales sólo esperan el momento en que Javier Ramírez también lo sea.
Adhieren coaliciones amplias de afectados por minería en el continente y en el mundo, como el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero M4, la Red Mexicana de Afectados por Minería REMA, o ContraMINAcción Red de afectados por Minería en Galicia, España. Y el Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina OCMAL. Desde Ecuador, la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos CEDHU, y CEDENMA, una coalición de unas 60 organizaciones ecologistas. Entre las organizaciones no hispano parlantes, se encuentran algunas organizaciones como el Intag Solidarity Network de los Estados Unidos, o la Asociación Intag e.V. de Alemania que tienen vínculo directo con Intag. O Mining Watch de Canadá. Se trata de una lista interminable de grupos conocedores de lo difícil que ha sido en Intag defender el bosque, la tierra y la biodiversidad de los intereses mineros que se han sucedido a lo largo de los años, desde 1997 en que se supo de la existencia en la zona de minerales valiosos como el cobre.