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PDVSA le cava la fosa al BCV a cuenta de "financiamiento"


[Textos tomados de NOT-ING 3-234, Boletín informativo electrónico de la ANIH (Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat), transmitido el 04/11/2013]

* El financiamiento del Banco Central de Venezuela a Petróleos de Venezuela es dos veces el monto de las reservas internacionales
El anterior gerente de investigación del Banco Central José Guerra señala que cuando observamos las cifras detectamos que el financiamiento a PDVSA es lo que explica la expansión de la cantidad de dinero, el financiamiento que ha hecho el Banco Central representa, al tipo de cambio oficial, dos veces las reservas internacionales.

El Banco Central aumentó la cantidad de los depósitos que las entidades financieras no pueden prestar, desde 17% hasta 19%, a fin de restarle fuerza al crecimiento de la masa de dinero en la economía Pero la medida luce poco efectiva. El Banco Central no ha hecho nada con esto, lo que puede lograr con esta medida es insignificante ante la cantidad de bolívares que imprime para financiar a PDVSA, dice Guerra.

¿Por qué PDVSA necesita que la financie el Banco Central? Analistas coinciden en que sus problemas de caja se originan en que tiene que cambiar el grueso de sus dólares EUA al tipo de cambio oficial de VEB 6,30, que es artificialmente bajo. Además, vende petróleo a descuento a países aliados, no ha podido incrementar la producción y el precio del crudo dejó de crecer.

Todo el sector público, del cual PDVSA forma parte, tiene un desequilibrio donde los gastos superan en 15% del producto interno bruto a los ingresos, por lo tanto, la impresión de bolívares por parte del BCV y otras fórmulas como traspaso sin respaldo de reservas internacionales a fondos del Gobierno, se han convertido en prácticas constantes para no recortar el gasto y evitar medidas de ajuste, como el incremento de los impuestos.

En los últimos dos meses el aumento de los precios ha tomado velocidad por la presión de la demanda y la incesante escalada del dólar en el mercado paralelo y, paradójicamente, en el origen del desequilibrio el Banco Central y PDVSA juegan un rol estelar. Para que la inflación tome vuelo y el dólar se incremente en el mercado paralelo es necesario que existan más bolívares de los que la economía quiere y la fuente principal del exceso de billetes es que el Banco Central imprime dinero sin respaldo para financiar a PDVSA y a otras empresas públicas a un ritmo cada vez más acelerado.

La cadena de eventos es la siguiente. Para superar problemas de caja PDVSA le vende al Banco Central bonos y pagarés. Para pagarle el BCV fabrica bolívares y, cuando PDVSA los gasta a través de distintas vías como nómina, proveedores o Misión Vivienda, los billetes ingresan a la economía. Inmediatamente, una porción del dinero recién creado se dirige a la compra de dólares en el mercado paralelo o aumenta la presión inflacionaria, porque se trata de más billetes detrás de la misma cantidad de productos.

* Deuda de PDVSA podría cerrar el año en USD 43 millardos

En un informe sobre la política petrolera, la firma Ecoanalítica proyecta que la deuda de Petróleos de Venezuela podría cerrar el año en USD 43,6 millardos. Los préstamos que ha pactado PDVSA con otras petroleras y una posible emisión de bonos incidirán en la deuda financiera de la industria. El reporte destaca que este año el ministro de Petróleo y Minería y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, inició una cruzada en la búsqueda de financiamiento para ampliar la capacidad de producción de las empresas mixtas, sobre todo en Occidente, y en ese sentido, ha pactado una serie de créditos: USD 4 (millardos) con la Corporación Nacional de Petróleo de China, USD 2 G con Chevron, USD 1,5 G con Schlumberger y USD 500 G con el Banco de Desarrollo de China. También se contrajeron créditos con las rusas Rosneft y Gazprombank y se prevé gestionar un esquema de financiamiento similar con la empresa Reliance, de la India.

En ese marco, Ecoanalítica destaca que el ministro Ramírez se ha hecho con más poder dentro del gabinete económico, al asumir la Vicepresidencia para el área económica, por lo que cuenta con un mayor sesgo que el ministro de Finanzas Nelson Merentes para la emisión de deuda externa.

Debate: La Guerra Económica

Humberto García Larralde

La Revolución Bolivariana ha abrazado gozosamente lo que Orwell, en su imprescindible obra, 1984, designó como neolengua. Se trata del uso de términos para significar su contrario, en un ejercicio cruel del poder por socavar el sentido propio de las palabras y confundir a la población, de forma que la única referencia que queda de la realidad es la oficial. La práctica Goebbeliana de repetir una mentira hasta convertirla en “verdad” se queda pálida frente a esta confiscación de los conceptos por parte del totalitarismo. El ejemplo más notorio de esta práctica por parte de Maduro y su combo es la descalificación de la oposición democrática como “fascista”, en una clara proyección de lo que más define su propio accionar político. Necesitan enrostrarles este término a otros para lavar sus culpas y preservar, en la medida de lo posible, el imaginario de “campeones del pueblo” con que quieren ser reconocidos. El absurdo de tal acusación se pone de manifiesto al calificar a las fuerzas democráticas como “fascistas apátridas”, un contrasentido conceptual como ninguno. Es precisamente el patriotismo enfermizo –como el que exhiben hoy los Bolivarianos- uno de los rasgos definitorios del fascismo. Pero ahí está la neolengua, horadando, cual goteo incesante, el significado de los términos a favor de quienes detentan el poder.

Esta introducción obliga a rectificar lo señalado respecto a l. No otra cosa se desprende de la destrucción sostenida del aparato productivo nacional durante los últimos catorce años, la demolición progresiva de la capacidad para generar ingresos de las empresas básicas del Estado, incluyendo PdVSA, la implantación de un control de cambios para privilegiar el usufructo discrecional de las divisas por parte del poder y que ha aventado del país 14 veces el monto de dinero de lo que salió en los cuarenta años que van desde 1959 a 1998[1], las políticas macroeconómicas que han hecho de la inflación doméstica la más alta del mundo, la confiscación de los derechos económicos del venezolano por toda suerte de medidas sancionatorias y de control, la conculcación de los derechos laborales, la violación de la contratación colectiva, etc., etc.. Veamos algunas cifras.

1)     La deuda externa pública, pasó de menos de USA $24 millardos en 1998, a $106 millardos para el primer semestre de 2013 (cifras del BCV), un aumento del 350%;


2)     El endeudamiento interno pasó de Bs. 2.535 millones en el último año del gobierno de R. Caldera (II), a Bs. 255.260 en 2012, según registros de MinFinanzas. Traducido a dólares según el tipo de cambio oficial vigente para cada año, aumentó de unos $4,9 millardos en 1998 a 59,4 millardos en 2012; un endeudamiento neto equivalente a $54,5 millardos. Al sumar deuda externa con la interna, el endeudamiento público aumentó en unos $133 millardos. Si pesaba sobre cada venezolano una deuda de unos $1.217 en 1998, para junio de 2013 esta carga era de $5.629;

3)     Un incremento significativo del peso del Estado en la actividad económica. Numerosas expropiaciones, el incremento de la burocracia al calor de la fiebre de regulaciones y controles instrumentados, y las cuantiosas dádivas repartidas, hicieron que el gasto fiscal, equivalente a un 21,5% del PIB en 1998, pasara a ser de un 40% en los últimos dos años, incluyendo el gasto parafiscal de PdVSA. El empleo en el sector público casi se duplicó durante este lapso, pasando de 1,39 millones a 2,56 millones en 2012.

4)     Un déficit del sector público[2] estimado en 15% del PIB al cierre de 2012;

5)     $165 millardos salieron del país por la cuenta Financiera de la balanza de pagos entre 1999 y 2012, $46 millardos correspondientes al sector público. Adicionalmente, por la cuenta de Errores y Omisiones se fugaron otros 34 millardos;

6)     Desde el segundo semestre de 2009, producto de una reforma de la Ley del BCV que le permitió financiar a empresas del Estado, se les ha prestado –imprimiendo dinero sin respaldo- más de Bs. 231 millardos, equivalente al 25% de la liquidez monetaria;

7)     Esta política, asociado a un gasto público dispendioso que monetiza un ingreso de origen externo que no resulta de esfuerzo productivo alguno –la renta internacional del petróleo-, ha multiplicado la liquidez monetaria unas 86 veces entre 1998 y agosto de 2013;

8)     Como resultado, la inflación para finales del presente año bordeará el 50%, la más alta del mundo.

Todo lo anterior resulta, entre otras cosas, en una caída de la productividad laboral (excluyendo la renta petrolera pues, por definición, es un ingreso no producido) del 11% desde el último año del gobierno de Caldera. Las prácticas populistas de pagar salarios divorciados de la productividad –estos aumentaron un 20% en términos reales durante el lapso reseñado-, ocasionaron un incremento del costo laboral por producto del 35%, en promedio, entre 1998 y 2012. Si a ello juntamos los estragos de una política cambiaria que ha sobrevaluado el bolívar en un 50% a la par que desapareció los dólares para el público, observamos que la pérdida de competitividad laboral de la economía venezolana frente al mundo ha sido de un 63% durante ese período. Es decir, en dólares, el producto venezolano se ha encarecido, en promedio, en un 63%, sólo por su costo laboral. No en balde las importaciones se han cuadruplicado, mientras que las exportaciones no petroleras se han reducido a la mitad.

La inseguridad jurídica, las regulaciones excesivas, las expropiaciones arbitrarias y las funestas políticas económicas, algunos de cuyos resultados hemos mencionado arriba, han hecho a Venezuela depender en un grado muy peligroso del ingreso petrolero. De ahí que el manejo tan irresponsable de esa industria por parte del régimen augura un futuro sumamente desolador, de no introducirse los correctivos a tiempo.

PdVSA registró a fines de 2012 unos $40 millardos en cuentas por cobrar, es decir, exportaciones facturadas pero sin proventos en dinero, dado el generoso financiamiento otorgado a los países importadores de nuestro petróleo (los asociados a PetroCaribe, que incluye a Cuba, y otros). Cabe señalar que la deuda de PdVSA se ha incrementado, este año, a unos $50 millardos. Ello muestra que se tuvo que endeudar para mantener las dádivas a los “países amigos”, con el agravante de que la tasa de interés de esta deuda es alta, mientras que a los “panas” se les cobra sólo un 1%. Por demás, casi 300 mil barriles diarios de exportación petrolera tampoco generan ingresos, por cuanto son para pagar la cuantiosa deuda contraída con China. Este desaguadero de recursos se incrementa con el enorme subsidio otorgado al consumo doméstico de combustible, cuyo costo de oportunidad (valor alterno de exportación) fue de al menos $15 millardos en 2012. Encima, el deterioro de la capacidad de refinación doméstica ha obligado a importar gasolina y otros productos para suplir el mercado nacional[3]. Éstos se compran a precios internacionales, altos, para venderlos al precio doméstico subsidiado. A esto debe añadirse los $174 millardos en gastos sociales y asignaciones al Fonden por parte de PdVSA. ¿Acaso sorprende que PdVSA no pueda financiar las inversiones para mantener su capacidad productiva?

Pero además, no puede quedar fuera del análisis la probabilidad de que la producción petrolera real y, por tanto, los ingresos por exportación de crudo, hayan sido sustancialmente inferiores desde 2003 a lo reportado por PdVSA (y el BCV). La despedida de casi la mitad de la nómina de PdVSA luego del paro cívico, incluyendo a los empleados más experimentados, y la desviación de fondos para el gasto parafiscal (misiones y Fonden) en detrimento de la inversión y los gastos de mantenimiento, sin duda ha dejado su huella. El OPEC Monthly Report registra una producción para Venezuela durante el período 2003-2012 inferior en 22,1% al que proclama el gobierno.

Por último, no es posible dejar por fuera el desangramiento de las arcas públicas a través de tantas componendas, triquiñuelas, estafas y robos descarados, ocurridos durante los últimos lustros con total impunidad. “Solidaridad revolucionaria” llaman a eso.

No es fortuito, entonces, que no alcancen los dólares y que nos encontremos en una profunda crisis económica.

El chavismo ha venido ganando la Guerra Económica. Han logrado dilapidar unos $1,1 billones (millones de millones), de ingresos al Estado, con escasísimos resultados en términos de obras. Cierto, se repartió dinero a través de las misiones, pero a costa de destruir la empresa privada y el empleo productivo. Ahora que desaparecieron “los peces”, no hay como generar otras fuentes de ingreso: “no se nos enseñó a pescar”. Sin duda esta Guerra Económica contra el pueblo de Venezuela ha sido cruenta y sin misericordia. No hay forma que esto continúe, a no ser a costa de creciente racionamiento y represión. Nicolás Maduro, arrinconado y desprovisto de las artimañas de que se valió su mentor para mantener durante tanto tiempo al pueblo sumiso, no encuentra cómo responder a la tragedia que han desatado. ¿Será que intentará la huida hacia adelante con promesas y acciones que sólo agravarán más la situación, como tantas veces hizo Chávez?

No nos olvidemos que la naturaleza del fascismo es provocar una conflagración definitiva que liquide de una vez por todas a los señalados como enemigos de la patria. Hagamos que ello sea políticamente muy cuesta arriba: el 8 de diciembre es una fecha clave para ello. ¡Cobrémosle bien caro su legado de destrucción!

 [1] Nos referimos a cifras del Banco Central de Venezuela referentes a la cuenta financiera de la balanza de pagos: USA $152 millardos entre 2003 y 2012 (ambos inclusive), vs. sólo $10,7 millardos entre 1959 y 1998.
[2] Se refiere al sector público restringido, que excluye instituciones financieras del Estado.

[3] Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, Venezuela estaba importando 129.000 barriles de combustibles desde ese país para finales del primer cuatrimestre de 2013.

Vzla: Hacer mercado es misión imposible

Radio Fe y Alegría

La falta de productos en los anaqueles, el sobreprecio, las largas colas para comparar los alimentos con precio regulado son algunos de los obstáculos que deben superar los tachirenses para hacer un mercado lo más completo posible que pueda cubrir el consumo de la familia.

En nuestro temático, el equipo de Radio fe y Alegría Noticias conversó con Dennys Rodríguez. madre tachirense, administradora, no solo en su trabajo sino sino también en su hogar para poder multiplica el dinero y los alimentos. escuchemos cómo hace esta ciudadana para hacer el mercado y no morir en el intento.

Vzla: Panorama negro en la economía del país

Victor Quiroga
Lucha Socialista nro. 07

La inflación es un ataque directo al bolsillo de los trabajadores.

Cuando los productos que el pueblo necesita, aumentan, ya sean para alimentarse, vestirse, curarse, viajar, o para educar a los hijos el salario pierde su poder de compra. ¿Cómo se mide la inflación? Con el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la inflación, si las cosas siguen así, superaría el 39% para fin de este año.

El famoso índice de escasez, está por el 19%. Y según los analistas económicos el crecimiento de la economía en los primeros tres meses del año fue del 0,7%, casi nada y muy lejos están los números oficiales que pronosticaban un importante crecimiento del 6% anual.

Según Ecolatina para este año se prevé que el endeudamiento externo se ubicará en el orden de los 8.000 millones de dólares y el interno en un poco más de 49 mil millones de dólares. Esta misma agencia asegura que el gasto público (Es decir las inversiones que el estado hace en salarios, salud, vivienda, educación, etc.) este año caerá un 11%, en relación a años anteriores. Y que el mismo representa el 51,5% del PIB. Si bien no se publicitan demasiado los números totales de la deuda externa, esta rondaría los 130 millardos de dólares.


El presidente de FEDECAMARAS, Jorge Roig, declaró que hay una caída en la producción del campo y una paralización del plantel industrial del orden del 60%. (El Universal).
Por su parte, la consultora Ecolatina, asegura que el gobierno de Nicolás Maduro “ha dado señales de pragmatismo económico y ha hecho un acercamiento al sector privado, que, aunque minúsculo, puede indicar que esta nueva gestión busca canales para una política económica menos radical que podría devolverle espacios al sector privado y que llevaría a la ejecución de una gestión fiscal más prudente.” Es decir que para esta consultora empresarial, el gobierno “va por buen camino”, para responder a los intereses patronales. Pero no todos los números van para abajo, los banqueros están de fiesta. La actividad financiera (bancos) creció en el último año más del 31%!!

¿Qué pueden significar todos estos números?

En primer lugar la inflación, como venimos denunciando en estas páginas se devora nuestros salarios. El miserable aumento salarial dado en cuotas ya ha sido devorado, incluso el que darán en septiembre del 10%. En segundo lugar, empieza una desaceleración de la economía con un insignificante crecimiento, lo que puede representar que el empleo tampoco crecerá o peor aún se puedan producir despidos. En tercer lugar la reducción del gasto público, es decir la inversión en educación, salud, en las misiones, etc. se empieza a reducir o a estancar. A este respecto la prensa burguesa habla de un recorte de 9% del gasto público al cierre del primer semestre del año (El Universal 19/08/2013). La deuda externa y la interna siguen creciendo eso puede obligar a reducir, aún más los gastos del estado. Por otra parte la inflación está determinada por varios factores, uno de ellos es que gran parte de los alimentos e insumos básicos son importados y por lo tanto la devaluación hace que debemos pagar más bolívares por cada producto que compramos en el extranjero. Y por supuesto, más caro lo pagaremos en el supermercado. También la especulación y la escasez hacen también lo suyo.

Las señales de acercamiento económico al sector privado no hacen más que confirmar la política de beneficiar a los empresarios a costa de los trabajadores. Por eso mientras que al patrón privado se le conceden dólares y beneficios, a los trabajadores nos castigan con miserables salarios, contratos vencidos, despidos y persecuciones y sindicatos no reconocidos.

Los productores de café, arroz y otros cereales están pidiendo aumentos de más del 100% “antes de la cosecha” de este año. El pasado viernes 16 de agosto se acordaron ajustes en los precios de la harina de maíz precocida, pan y pastas No sabemos con exactitud qué tan rápido y tan fuerte se manifestará la crisis. Lo que sí sabemos es que en lo que va del año, la misma la estamos soportando en nuestras espaldas, los trabajadores y los sectores populares, por eso, no debemos confiar en promesas de que todo se solucionará y debemos prepararnos y organizarnos para duras peleas para defender nuestras conquistas. 

Vzla: Los productos básicos cuestan mucha plata


Por Eudo Torrres/Radio Fe y Alegría Noticias

Tucupita.- Aunque parece trillado el tema del desabastecimiento, acaparamiento y/o compras nerviosas el tema sigue muy actual, es una realidad vista a diaria que tiene como su forma de expresión las colas que se forman en los alrededores de los comercios a cualquier hora del día, llueva, truene o relampaguee.

Indepabis ente oficial, asegura que los productos llegan con normalidad a los automercados, pero estas como llegan las venden, desaparecen o acaparan porque ni siquiera ocupan los anaqueles.

El gobierno regional, admite el desabastecimiento y asegura que se debe a la especulación, y el tridente

Los consumidores por su parte afirman que sigue el problema el suministro de productos como la Harina Pan, Harina de trigo, papel higiénico y otros como el queso, el pollo y huevo, que cuestan en el mercado un ojo de la cara con un aumento de 40 y 50%, muy por encima del costo regulado por el gobierno.

El arroz era otro producto difícil de conseguir sin embargo, parece que la producción y distribución del rubro mejoró, ya que se observan suficientes kilos y por pacas en los anaqueles de los automercados,  la sal ocupa a medias algunos anaqueles.

La carne por su parte, cuesta entre 70 y 100 bolívares, el pollo entre 45 y 50 bs el Kg, el cartón de huevo se puede conseguir en 80, y el papel higiénico, dejando en evidencia que muchos productos regulados tienen precios exorbitantes que sobrepasa hasta en un 40% regulado.

Para el debate – Economía venezolana: los 10 grandes problemas hoy

[Tomado de NOT-ING 3-206, Boletín informativo electrónico de la ANIH - Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat]
 
FALTA DE DÓLARES. Los meses previos a las elecciones del 07/04 el Gobierno disparó el gasto público para incentivar el consumo, por lo tanto, desembolsó suficientes dólares para importar masivamente y elevar la oferta, pero una vez alcanzado el objetivo político no tuvo más alternativa que cerrar el grifo de las divisas. El mecanismo de “subastas” SICAD tan solo ha colocado en el mercado USD 200 M. Un número creciente de empresas recurren al mercado paralelo.
 
INFLACIÓN. El Gobierno logró contener la inflación a medias en 2012, pero desde octubre del año pasado la fórmula se agotó. El Gobierno no ha tenido más alternativa que devaluar el tipo de cambio oficial, lo que inevitablemente impactará el precio de los productos regulados, principalmente alimentos y medicinas. La inflación registra un salto de 16,2%.
 
DÉFICIT FISCAL. La presión que tiene el Gobierno para cubrir la gestión de la administración central (gastos de funcionamiento de los entes oficiales, salarios, subsidios, entre otros) así como de las empresas estatales, ha hecho que los ingresos petroleros y tributarios sean insuficientes y el desequilibrio en las cuentas fiscales se acentúe. La gestión gubernamental se centra en la búsqueda de ingresos, porque la revisión del gasto se le complica, en especial, por la nómina.
 
ENDEUDAMIENTO. El endeudamiento del sector público se ha acelerado. La necesidad de mantener el régimen cambiario y atender el elevado volumen de gasto público llevó al Ejecutivo nacional a incrementar las obligaciones internas y externas. Diversas bancas de inversión han señalado que la deuda total (Gobierno central, Pdvsa y préstamos con el Banco de Desarrollo de China) es elevada y calculan que ya representa más de 45% del PIB.
 
PETRÓLEO. La producción petrolera en Venezuela muestra un estancamiento. Si se consideran la producción de crudos más los líquidos del gas natural y el condensado, entonces el resultado es una baja de 3%. Las metas del Plan Siembra no sean cumplido. Durante el año pasado la producción petrolera en el Oriente del país disminuyó. La evolución de las exportaciones no ha sido satisfactoria.
 
ELECTRICIDAD. Después de procurar desembolsos importantes y constantes a la industria eléctrica en los últimos años, el sistema sigue presentando fallas y cortes del servicio, en forma diaria y en distintas regiones del país. El Gobierno ha atribuido nuevamente a hechos de sabotaje muchas de las interrupciones registradas, mientras que trabajadores y analistas aseguran que esos eventos son el resultado de las deficiencias en generación y la falta de mantenimiento y equipamiento en las áreas de distribución y transmisión.
 
MANUFACTURA. El crecimiento económico de los últimos años, impulsado por el ingreso petrolero, no ha permitido potenciar el aparato productivo. Por el contrario, los datos oficiales muestran que el ingreso sólo ha fomentado un boom de importaciones en detrimento de la producción nacional. Para los economistas esto es lo que se conoce como un crecimiento de "baja calidad", ya que sectores que generan poca inversión y empleo son los que más se expanden. Sin un cambio en las políticas económicas, no se obtendrán resultados distintos.
 
AGRO. La producción agrícola se mantiene estancada a pesar de los recursos que se han destinado para estimular y desarrollar la actividad. La meta de alcanzar la soberanía alimentaria todavía luce lejana y la política de importaciones continúa en vigencia. El Gobierno no ha tomado las medidas necesarias para garantizar los recursos. El rezago en los precios controlados amenaza la inversión para los próximos ciclos de siembra. La escasez de insumos es la principal piedra de tranca. La infraestructura no ha sido rehabilitada en un año donde el clima amenaza los rendimientos de producción.
 
EMPRESAS BÁSICAS. Las empresas básicas de Guayana, salvo contadas excepciones, presentan pérdidas y estados financieros negativos, debido a la baja producción, falta de materias primas, de mantenimiento y renovación de sus equipos y conflictividad laboral.
 
LABORAL. La falta de políticas que contribuyan al desarrollo de actividades productivas ha castigado la calidad de empleo en el país. Si bien el Instituto Nacional de Estadística refleja una reducción de la informalidad en el país, la realidad es que 40% de la fuerza laboral no ha podido ser conquistada por el sector formal.


Dos gráficos para entender la economía venezolana bajo el chavismo

[Tomados de NOT-ING 3-204, boletín electrónico de la Academia Nacional de Ingeniería y Habitat, del 15/4/13]