Una situación de
confrontación se vivió hoy en la ciudad de Carúpano, estado Sucre, cuando las poblaciones de Playa
Grande y Las Azucenas, salieron a las calles a protestar por el asesinato de
cuatro personas de esos sectores, ocurrida en horas de la media noche del
sábado a manos de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Según las
versiones dadas a conocer por moradores, los cuatro asesinados se encontraban
en una fiesta en el sector Los Bloques de Las Azucenas, a cinco minutos de
Carúpano, y al salir fueron interceptados por una moto con varios individuos,
que formaban parte de una comisión del Cicpc.
Aparecieron
asesinados Jesús Salazar Rodríguez, de 26 años, quien ingresó al hospital con
vida al centro hospitalario a las 11 y 30 minutos de la media noche del sábado,
pero murió a las cinco de la mañana,
como consecuencia de una herida de arma en el cuello.
Las otras
víctimas respondían a los nombres de Carlos Del Valle Millán, de 53 años,
recibió 21 disparos; Jean Carlos José Zuniaga Moreno, de 21 años, con 9
disparos en su cuerpo; y Daniel José Salazar Rodríguez, hermano del primer
fallecido, (25), también con múltiples disparos.
Ante estos
asesinatos, los pobladores de Carúpano asaltaron la comisaría y apedrearon la
sede, poniendo de manifiesto su iracundo dolor y organizándose a través de la acción
directa sin cabecillas, ni consignas contra los opresores locales.
Esta expresión de
rebeldía puso en alertas al poder central bolivariano que rápidamente se manifestó
en contra de los asesinatos y se movilizo con celeridad extrema para buscar los
culpables. El Ministerio Público señaló en un comunicado que el comisario Luis
Carlos Marcano y los detectives José Fernández Cabrera y César Rondón Alcalá
fueron acusados del delito de homicidio intencional calificado con alevosía,
tras ser presentados ante los fiscales en una audiencia.
Esta acción espontánea
de las masas es una demostración mas del creciente estado de malestar que
estamos viviendo en Venezuela a escasos meses de cumplir los 200 años de la
Guerra Social de 1814, el fantasma de las hordas de descamisados contra el
poder se empieza asomar de nuevo, sin jefes, ni líneas, ni programas contra la
autoridad disfrazada de socialismo y el falso progreso de los vividores de la oposición.