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Amargo café, amargo cacao: violenta represión a la protesta de campesinos cafeteros y cacaoteros

category venezuela / colombia | workplace struggles | opinión / análisis author Tuesday February 26, 2013 21:29author by José Antonio Gutiérrez D. Report this post to the editors

La actual crisis del sector cafetero, que se arrastra y agudiza desde hace más de dos décadas, exacerbada por el aperturismo neoliberal y los acuerdos de libre comercio, se explica, según los cafeteros, por tres factores principales –Primero, por la disminución de la producción (mientras casi todo el café de consumo interno se está importando); Segundo, por la baja en el precio del café (en Diciembre del 2011 la carga se vendía a $1.100.000; en Febrero del 2012 estaba a $650.000 y en estos momentos está a $490.000); Tercero, por la revaluación del peso frente al dólar, consecuencia de la hegemonía del modelo minero-extractivista, lo que ha conllevado pérdidas superiores a los $2.100.000.000.000 a los pequeños y medianos cafeteros.

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Amargo café, amargo cacao

Violenta represión a la protesta de campesinos cafeteros y cacaoteros en Colombia


Le vamos a decir al presidente Santos que esto no es una partida de póquer. Esto es una cuestión de hambre, de ruina, una pobreza que no habíamos sentido nunca... Por todas nuestras familias y nuestros hijos, por nuestros abuelos, por nuestros padres, que trabajaron el café y le dieron plata a este país durante 150 años, le preguntamos al Gobierno y a esa burocracia cafetera: ¿Dónde está esa plata? Y seguro no podrán responder.”
(Francisco Herrera, dirigente cafetero de Apía, Risaralda) [1].

Colombia, por más de un siglo, ha sido sinónimo de excelente café en todo el mundo. Pero su café también esconde una amarga historia de violencia y de miseria; desde los tiempos de la “Violencia” el eje cafetero y otras zonas productoras de café como el Viotá en Cundinamarca o Tolima, fueron duramente golpeadas debido a la presión por la tierra. En las últimas décadas, de la mano de la destrucción de la economía campesina, por las armas de la violencia oficial y paraoficial así como del aperturismo neoliberal, los pequeños y medianos cafeteros se han sumido en una situación miserable. Esta situación ha sido exacerbada por el abandono del sector campesino, mientras el Estado firma Tratados de Libre Comercio que arruinan al agro y beneficia a manos llenas con toda clase de beneficios y aportes a los agroindustriales, a los grandes terratenientes y a las empresas minero-extractivas multinacionales.

Como resultado palpable de esta política deliberada en contra del pequeño y mediano campesino cafetero, la proporción total del café en las exportaciones colombianas bajó dramáticamente del 60% en 1986 a un magro 6% para el 2007; en 1993 Colombia exportaba 17 millones de sacos de café, mientras que en el 2012 apenas se exportaron 7,7 millones [2]. Hoy, la situación es tan desastrosa, que el costo de venta del café no alcanza a cubrir los costos de recolección y secado: acorde a ciertos cálculos, el costo de producción de una arroba de café es de $65.000 y el precio de venta es $58.000; según otros cálculos, el precio está a $504.000 por carga (125 kgs), mientras los costos de producción son del orden de los $650.000 [3]. Como se aprecia, la situación es francamente insostenible.

La actual crisis del sector cafetero, que se arrastra y agudiza desde hace más de dos décadas, exacerbada por el aperturismo neoliberal y los acuerdos de libre comercio, se explica, según los cafeteros, por tres factores principales –Primero, por la disminución de la producción (mientras casi todo el café de consumo interno se está importando); Segundo, por la baja en el precio del café (en Diciembre del 2011 la carga se vendía a $1.100.000; en Febrero del 2012 estaba a $650.000 y en estos momentos está a $490.000); Tercero, por la revaluación del peso frente al dólar, consecuencia de la hegemonía del modelo minero-extractivista, lo que ha conllevado pérdidas superiores a los $2.100.000.000.000 a los pequeños y medianos cafeteros [4].

Si bien el gobierno dice que ha sido el que más ha ayudado a los cafeteros, los campesinos se quejan que esta ayuda solamente sirve para beneficiar a los grandes productores y que los medianos y pequeños no ven un peso; dado el antecedente de Agro Ingreso Seguro, sabemos que el gobierno colombiano tiene vocación de Robin Hood perverso que roba a los pobres para dar a los ricos. Debido a esta situación, en Febrero del 2012, en Pereira, se constituye el Movimiento Nacional por la Defensa y la Dignidad Cafetera (MNDDC); en Agosto se movilizan más de 20.000 cafeteros en Manizales por un pliego de ocho puntos que en lo fundamental piden transparencia en el manejo de los fondos de asistencia técnica, mayores recursos y facilidades crediticias, precios estables y mejores, así como manifiestan su oposición al modelo económico actual (Tratados de Libre Comercio y modelo extractivista) [5]. A esta movilización, siguieron movilizaciones multitudinarias de los cafeteros durante los meses de Octubre y Noviembre. Es después de todas estas tentativas fallidas de los pequeños cafeteros por ser escuchados y tomados en consideración, que el MNDDC llama a un Paro Cívico Nacional Cafetero, de carácter indefinido, para el lunes 25 de Febrero, paro al cual también se sumaron los cacaoteros. Que no diga el gobierno de Santos que este Paro Cívico lo pilló desprevenido. Tras fracasar una reunión de última hora el domingo 24 de Febrero, a la cual no se presentaron los dirigentes cafeteros por considerarla una falta de respeto, en una alocución Santos se refirió cínicamente al paro como “inoportuno, injusto e inconveniente” [6].

Pese a las amenazas, chantajes y amenazas del gobierno, así como a la oposición de la Federación Nacional de Cafeteros, cuya burocracia se chupa todos los recursos que deberían ser destinados a los campesinos pobres, el paro ha sido todo un éxito, movilizando a miles de campesinos y recibiendo el respaldo de las comunidades y comerciantes locales en los departamentos de Risaralda, Quindío, Caldas, Huila, Cauca, Cundinamarca, Santander y partes de Antioquia, Valle del Cauca y Tolima. La respuesta del Estado a las demandas de cafeteros y cacaoteros ha sido el recurso a la fuerza bruta, a la represión. En la carretera de Barrancabermeja a Bucaramanga, durante una movilización de unos 4000 campesinos cacaoteros, el ESMAD arremetió con granadas aturdidoras, balas de goma y gases. Como resultado de la violencia policial, el campesino Ramiro Amado, de Cimitarra, sufrió la amputación de una de sus manos al estallarle una granada policial -hecho que quedó registrado en toda su brutalidad en un video (disponible en nota al pie de página). En Huila, Garzón, se reporta también un campesino asesinado (aún no identificado) [7].

Esta violencia se da en medio de las declaraciones del gobierno de que el paro estaría “infiltrado” por las FARC-EP o que detrás de él habrían, no justos reclamos de los campesinos, sino siniestros intereses de “otra índole, políticos” [8]. Como es típico del gobierno colombiano, la protesta social se ha vuelto un problema militar, un problema de seguridad interna: así lo atestigua el involucramiento del Ministerio del Interior y de Defensa en el “seguimiento” a la protesta para evitar las “vías de hecho” [9]. Por nuestra parte, saludamos que ante la amenaza y la violencia los campesinos conserven intacta su determinación de luchar por el bienestar más de medio millón de familias que dependen del café y que actualmente están totalmente desamparadas, siendo agredidas constantemente por el impulso al gran Capital rentista que caracteriza al régimen colombiano en su fase uribista-santista.

La actual protesta demuestra que las directivas dóciles, domesticadas, corruptas, burocratizadas en los gremios no pueden frenar la dinámica arrolladora que asume la lucha de clases en Colombia. Liderazgos y movimientos alternativos se gestarán ahí donde la cooptación crea tener todo bajo control. En vano el oportunista y pantallero de Uribe, que posa ahora de paladín de los cafeteros [10], tratará de canalizar la protesta en respaldo para las próximas elecciones –los cafeteros no tienen tan mala memoria y saben que él es responsable como nadie de la crisis del sector. El grito de los cafeteros y cacaoteros, por otra parte, encuentra eco en grandes sectores del agro colombiano, incluidos los cocaleros, arroceros, corteros y otros sectores que ya comienzan a agitarse al calor de esta movilización. Algo está ocurriendo en el campo colombiano, donde las banderas de la reforma agraria renacen al calor de propuestas como las zonas de reserva campesina y donde variadas expresiones de resistencia son alimentadas por la misma violencia del régimen.

Esta movilización es parte de un malestar generalizado que recorre a Colombia: un malestar que tiene sus raíces hondas clavadas en el modelo impuesto a sangre y fuego en las últimas dos décadas. Aunque el gobierno intente excluir, a toda costa, la discusión del modelo económico de las negociaciones de paz en La Habana, es imposible referirse al agro sin tener en consideración al modelo. Pero los cafeteros y cacaoteros demuestran en la práctica que si el modelo no se tocara en la mesa, la movilización social en las calles y el campo colombiano se encargarán de poner la discusión a la orden del día. Aunque en su infinita ingenuidad Santos crea que los problemas de la lucha de clases en Colombia puedan confinarse a una mesa de negociaciones, el pueblo colombiano demuestra que la transformación profunda del país pasa por la construcción cotidiana de alternativas, de resistencias, de nuevos horizontes políticos. Y estos vientos que hoy soplan a favor del pueblo no podrán ser, una vez más, contenidos mediante la violencia. Algo está pasando en Colombia...

José Antonio Gutiérrez D.
26 de Febrero, 2013


[1] http://www.elespectador.com/noticias/nacional/articulo-...oquer
[2] Richani, Nazih “Colombia: Predatory State and Rentier Political Economy”, Labour, Capital and Society 43 (2), 2010, p.134 ; Ver también http://www.prensarural.org/spip/spip.php?article10266
[3] http://www.elespectador.com/noticias/economia/articulo-...vidas ;
[4] http://prensarural.org/spip/spip.php?article10266
[5] Ibid. Los puntos de la agenda son: Precio remunerativo y estable; promoción de la siembra del café para evitar la importación del grano; No al aumento de la contribución cafetera; control a los precios y la calidad de los insumos para el café; informe de los recursos o activos que manejó la Federación y el Fondo nacional del café y que el gobierno defina cuál es la entidad que debe seguir atendiendo la asistencia técnica de la producción cafetera; subsidios para el control de roya y broca; atención a las deudas de los caficultores; no a los TLC, especialmente con Estados Unidos y luego se agregó el punto de No a la explotación de la Gran Minería.
[6] http://www.elespectador.com/noticias/economia/articulo-...antos
[7] http://prensarural.org/spip/spip.php?article10312 Ver video con la lesión del campesino Ramiro Amado http://www.sanvicentedechucuri.com/video----esmad-ataca....html
[8] http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo-...ltura ; http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-...s-del
[9] http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-...hecho
[10] http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-...etero

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author by Nelson Lombana Silvapublication date Tue Feb 26, 2013 21:47Report this post to the editors

Con extrema brutalidad la fuerza pública y el Esmad agredieron la multitudinaria y pacífica manifestación de protesta que viene desarrollando el campesino cafetero en trece departamentos de Colombia. La brutalidad por parte de los esbirros del régimen, demuestra una vez más que éstos están exclusivamente para defender los intereses de clase de la burguesía altamente transnacionalizada y para reprimir cobardemente al pueblo humilde e indefenso.

En el Tolima, fueron agredidas las protestas ubicadas en Boquerón, Ibagué y Armero – Guayabal, al norte del departamento. En el caso de Ibagué, fue infame, cobarde, artera y criminal. Se encuentran allí, cerca de cinco mil labriegos pacíficamente esperando del gobierno nacional una solución justa a sus nobles solicitudes y la respuesta desalmada del gobierno es enviar una multitud de robots humanos a agredir tal como lo hicieron.

Mientras una inmensa mayoría almorzaba en los restaurantes aledaños, otros reposaban apaciblemente, medio adormilados incluso, algunos jugaban una partida de ajedrez y otros caminaban por la vera de la avenida sin obstaculizar para nada la vía panamericana, de un momento a otro comenzaron a disparar bombas de aturdimiento y lacrimógenas a diestra y siniestra.

Yo iba caminando con los campesinos. Iban en absoluto silencio. Les dije: "Gritemos unas consignas. No estamos en un velorio” y grité en tres oportunidades: “Viva el paro de los campesinos caficultores. Viva la unidad campesina y popular. Viva la paz con justicia social”. No pude gritar más. Los disparos comenzaron. La gente retrocedió. Alguien joven pasó a toda carrera. Yo giré para retroceder pero no pude porque también estaban disparando. Saqué la camarita e intenté tomar imágenes. Poco pude aguantar. Salté a un caño por donde varios campesinos habían saltado y allí intenté tomar otras imágenes. Pero, en ese momento el carro de mi seguridad entró y con la ayuda del otro compañero escolta pude abordar el carro y salir para recibir los primeros auxilios de los compañeros.

Varios periodistas fueron igualmente agredidos incluso el Defensor Regional del Pueblo y su equipo de trabajo. El gas entró hasta la cocina del restaurante “Don Matías” afectando a las mujeres que vendían el almuerzo en el ese momentos a centenares de campesinos. Miguel Gómez, periodista de La FM fue tirado al piso violentamente, también Germán Acosta de RCN radio, Milton Henao de Telesur, lo mismo su camarógrafo y por supuesto, nosotros del semanario VOZ la verdad del pueblo y la página web: www.pacocol.org. Seis campesinos fueron heridos de gravedad y remitidos al hospital regional Federico Lleras Acosta y otros centros asistenciales.

Una vez vino la tensa calma, el líder Edgar Sánchez Cortés, megáfono en mano, fue reorganizando a los campesinos con el ánimo de evitar la dispersión. Se nombró una comisión para hablar con el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón, la cual estuvo compuesta por delegados de los distintos municipios presentes en la protesta. El gobernador no resolvió nada. Se limitó a dividir la comisión y enviar una parte a hablar con el comandante de policía y la otra con el alcalde municipal, Luis H. Rodríguez, uno de los alcaldes más ineptos que ha tenido la ciudad musical de Colombia en los últimos años.

La comunidad rechazó la postura del gobernador y de las demás autoridades con la cual interactuó dicha comisión, tomando la decisión soberana de radicalizar el paro y marchar mañana a partir de la siete de la mañana hacia Cuello. Es decir, hacia el municipio de Cajamarca, Tolima.

Testimonios

Periodista Miguel Gómez: “Yo estaba haciendo una entrevista en ese momento, me golpearon violentamente, caí y me dispararon, teniendo que tirarme al rastrojo, pero allí también me dispararon y como pude salí para refugiarme en otro sitio. Estando en el piso me entrevistó Milton Henao de Telesur. Él tiene esas imágenes”.

Un funcionario de la Defensoría del Pueblo, dijo: “Nosotros estábamos cerca al Esmad y justamente el defensor regional del pueblo, doctor Miguel Ángel Aguiar Delgadillo, intentaba convencer al comandante para que no actuara por cuanto todo estaba en paz, tranquilidad y armonía, pero no fue escuchado, inmediatamente da la orden y nos agreden a nosotros también”.

Luis Eduardo Bonilla, campesino del municipio de Rovira, indicó: “Vinimos desde por la mañana al paro y la policía nos recibió con gases y todo. A mí me dispararon con esa vaina de disparar y me pegaron en un brazo. La disculpa que ellos dicen es que notros les estábamos tirando piedra, pero eso es totalmente falso. Solamente íbamos caminando y comenzaron a disparar esos gases. Quiero pedirle al gobierno nacional que nos apoye en vez de estar tirándonos bombas, queremos que nos mejore el precio de la carga de café, porque está muy malo. En eso es que estamos. Ahora me voy para el hospital porque estoy herido, pero la idea es seguir en la lucha. Estoy esperando una ambulancia, no llega, tengo que buscar otros medios para ir al hospital.

También recogimos la experiencia del periodista de Telesur, Milton Henao, en el mismo teatro de los acontecimientos, que los presentaremos en entrevista amplia donde fija su posición como comunicador social, pero también como parte activa de la clase social y popular. Es una entrevista lograda en la línea de fuego de un régimen que solo tiene como respuesta a la demanda del pueblo la represión, el terrorismo de Estado.

Related Link: http://prensarural.org/spip/spip.php?article10315
author by Colombia Informapublication date Wed Feb 27, 2013 19:33Report this post to the editors

A la altura del barrio Villa Constanza, kilometro dos en la vía que conduce de Neiva hacia Bogotá, se concentraron campesinos provenientes de: Santa María, Palermo, Teruel, Colombia, Baraya (Huila); Alpujarra y Plandas (Tolima).

Hacia las 11 de la mañana en el centro del departamento, en el cruce de la carretera que une a los municipios La Plata y Gigante a la altura de la vereda Puerto Seco, agentes del Esmad (escuadrón móvil antidisturbios) de la policía nacional disparan granadas de aturdimiento, producto de ello hay un campesino gravemente herido por la explosión de un artefacto en su abdomen. Además se reportan alrededor de 25 heridos, uno de los cuales perdió una mano.

En el norte del departamento, kilometro uno en la vía que conduce de Neiva a Bogotá, se concentran unos 12.000 campesinos provenientes de Santa María, Palermo, Teruel, Colombia, Baraya, municipios del Huila y Alpujarra y Planadas del departamento de Tolima. Hacia la 1 de la tarde la policía nacional y agentes del Esmad intentan dispersar la concentración con múltiples artefactos como granadas de aturdimiento, balas de goma, bombas de humo y gases lacrimógenos, producto de ello se presentan más de 50 heridos hasta el momento.

Hacia las 3 pm, agentes del Esmad queman una camioneta marca Chevrolet Luv 1600 que contenía víveres y se encontraba a un lado de la vía, también fueron quemados 2 buses escalera (conocidos como chivas) y hay más de 5 vehículos que se encuentran afectados por la confrontación, a la altura del barrio Villa Constanza en la vía Neiva – Bogotá.

En el marco de esta situacion, sobre las 4:45 pm miembros del Esmad lanzan bombas de aturdimiento a periodistas de Colombia Informa, un fotógrafo del Diario del Huila, defensores de derechos humanos de la defensoría y miembros del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos humanos Seccional Huila.

En el sur, las concentraciones están en la vía Pitalito a San Agustín en el sector conocido como Matanzas. En la vía Altamira y Pitalito en el cruce Altamira-Florencia-Timaná,

Municipio de Garzón kilometro 4 a la altura de Patio Bonito. Y en Guadalupe, en la vía que conduce al sur del Huila y el departamento del Caquetá, vía Pitalito-Mocoa. En Garzón, se ha declarado toque de queda a partir de las 6:00 pm. Aquí se han reportado alrededor de 25 detenidos y 30 heridos y continúa llegando fuerza pública por helicóptero.

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Related Link: http://www.colombiainforma.info/index.php?option=com_co...d=514
author by Congreso de los Pueblospublication date Thu Feb 28, 2013 15:55Report this post to the editors

El congreso de los pueblos de la región suroccidente denuncia a la comunidad nacional e internacional y a las organizaciones defensoras de derechos humanos.

Qué integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios ESMAD procedieron a desalojar de manera violenta a campesinos y campesinas cultivadores de café que vienen desarrollando el paro nacional de cafeteros donde se exige al gobierno nacional ayudas reales para contrarrestar la crisis que este sector viene enfrentando en los últimos meses.

Los compañeros y compañeras que participan en esta movilización denuncian que aproximadamente a las 9:00 pm cuando se preparaban para pernotar, la fuerza pública cortó la energía eléctrica de todo el sector y con sus elementos de la muerte como son las tanquetas, granadas aturdidoras, gases lacrimógenos entre otros, dispersaron a la gente sin que hasta el momento se pueda establecer si hay heridos y desaparecidos.

En la zona conocida como el Pilón corregimiento del municipio de Mercaderes en plena vía panamericana que conduce de Pasto a Popayán reina la zozobra y el desconcierto por no saber el real estado de los manifestantes pero en cualquier caso el congreso de los pueblos responsabiliza al gobierno nacional y a su fuerza pública por la integridad física de todos los manifestantes desalojados en el Pilón.

Además hace un llamado a todos los organismos gubernamentales y no gubernamentales, Nacionales e Internacionales, así como, a la Organización de Naciones Unidas y al Comité Internacional de la Cruz Roja a realizar un seguimiento a las actuaciones que hace la fuerza pública y la vigilancia por preservar la vida de miles de cafeteros que lo único que piden es ayuda para enfrentar la crisis de su sector.

author by Agencia Prensa Ruralpublication date Thu Feb 28, 2013 16:16Report this post to the editors

Acompañados de fuertes lluvias pasaron la noche los campesinos de San Vicente, Cimitarra, Landázuri y el Cármen de Chucurí que acompañan el 3er día de paro cacaotero.

Durante toda la mañana de hoy los manifestantes taponaron en diferentes partes la troncal del Magdalena Medio y la vía que comunica a Bucaramanga con Barrancabermeja, los tapomientos fueron reprimidos duramente por el Esmad de la policía. Los cacaoteros también denunciaron daños en los vehículos de los manifestantes por parte del ESMAD.

Hacia el mediodía llegó al sitio de las protestas el Gobernador de Santander, Aguilar, quien ofreció intremediar ante el gobierno nacional y anunciaron una sesión del Consejo Nacional Cacaotero el día de mañana.

Los manifestantes anunciaron que se mantendrán en inmediaciones de La Fortuna y Dagotá hasta que no se atiendan sus peticiones por parte del gobierno nacional.

author by Agencia Prensa Ruralpublication date Thu Feb 28, 2013 22:09Report this post to the editors

Se mantiene el paro cacaotero en la vía Barrancabermeja - Bucaramanga, delegaciones de municipios como Girón, Betulia, El Playón, Carmen de Chucurí, San Vicente, Socorro, San Gil, Cimitarra, Río Negro, Puerto Wilches, Zapatoca, Lebrija, Landázuri, se han unido para protestar ante la crisis del sector cacaotero, ayer 27 de febrero se inició el día con bloqueos en la vía, 5 campesinos detenidos y varios lesionados, por la reacción del ESMAD, quienes sin ninguna contemplación han agredido a los que protestan por sus derechos.

Esto es el resultado de la necesidad de los campesinos de esta región de que el gobierno nacional mire al campo, a los campesinos que exigen sus derechos. Exigir los derechos de los colombianos siempre ha sido por las vías de hecho ya que los gobernantes de este país no miran a sus ciudadanos sino como aportantes de votos.

Por esto los campesinos, los de abajo, los productores del grano de café y del cacao, se han ido a las principales troncales del país para hacer sentir su voz de protesta, como lo manifestaba Isaías Álvarez Ramírez del municipio de Río Negro, “estamos en la quiebra debido a los precios tan bajos de nuestro producto el cacao, y no solo del cacao sino del café y de todos los productos agropecuarios, estamos llevando de la brava en estos momentos. Al Estado colombiano le estamos pidiendo unos precios sustentables que sean rentables que podamos tener calidad de vida para ofrecerle a nuestras familia un mejor estar. Que podamos pagar los créditos que no nos embarguen las fincas por que debido a la ola invernal del año 2010 y 2011, y los bajos precios no tenemos con que pagar en este momento los créditos al banco agrario y en este momento nos están embargando”.

Como éste, existen miles de testimonios y más de 4000 están en las calles del Magdalena Medio, de cómo el campo colombiano cada día está más abandonado por el gobierno nacional, no existe inversión real en el campo. Por esto, la Agencia Prensa Rural acompaña a las comunidades campesinas en resistencia que exigen día a día garantías para no ser desplazados del campo por el olvido Estatal y sus políticas represivas contra quienes exigen sus derechos.

Related Link: http://prensarural.org/spip/spip.php?article10329
author by Nelson Lombana Silvapublication date Thu Feb 28, 2013 22:12Report this post to the editors

“Grabe sólo lo que a nosotros nos conviene”: Esmad, “Si grabo todo a mí también me echan gases”: camarógrafo de Caracol

Una vez más los campesinos participantes del paro nacional de cafeteros ubicados en la ciudad de Ibagué (Tolima), barrio Boquerón, fueron salvajemente agredidos por la Fuerza Pública, especialmente el Esmad y la Policía. Decenas de bombas aturdidoras y gas lacrimógeno fueron lanzados indiscriminadamente contra niños, mujeres, jóvenes y ancianos que luchan heroicamente por un precio razonable de la carga de café, contra el alto costo de los fertilizantes, por la democratización de la Federación Nacional de Cafeteros y la no utilización de las tierras cafeteras para la megaminería de multinacionales y transnacionales.

La represión es extrema: vienen golpeando, deteniendo y destruyéndoles los alimentos, sus ollas y sus cambuches. Al estilo nazi, bien parece un sitio de concentración, donde pretende la represión rendir a los labriegos a punta de hambre, gas lacrimógeno y bombas aturdidoras, entre otras razones, porque no les están dejando entrar los alimentos provenientes de municipios distantes.

El campesino David Tafur del municipio de Rovira (Tolima), vereda El Palo, fue golpeado por un miembro del Esmad en diversas partes del cuerpo, especialmente en la nuca, según señalan compañeros campesinos, siendo remitido una hora después al Federico Lleras Acosta, gracias a la presión de los labriegos porque la Policía se negó a prestar ese servicio humanitario. No hizo un solo esfuerzo para llamar con urgencia una ambulancia.

El semanario VOZ La verdad del pueblo y la página web www.pacocol.org, en medio de la brutal agresión, recogieron algunos testimonios de las personas presentes, algunas de ellas brutalmente agredidas. Llama poderosamente la versión de un campesino de que uno del Esmad le dijo al camarógrafo de Caracol Televisión: “Grabe sólo las imágenes que necesitamos”. El campesino le dijo al camarógrafo que grabara todo, era su deber y el camarógrafo habría contestado: “Si grabo todo a mí también me echan gases”.

Ayer fue agredida la niña de 14 años Yuly Viviana León, se presentó una cantidad de contusos y hoy corre la misma suerte el labriego de Rovira David Tafur. Mientras esto sucede, el gobernador del Tolima Luis Carlos Delgado Peñón guarda pusilánime silencio y el alcalde municipal de esta ciudad ni fu ni fa. El pueblo campesino y cafetero está a merced de hordas criminales, siempre dispuestas a defender el gran capital transnacionalizado.

Un ejemplo nos podría ilustrar más la situación compleja y cruel de que vienen siendo objeto los humildes y pacíficos campesinos tolimenses. Se presentó un intento de incendiar una tractomula, fue inmediatamente sofocada a las primeras llamas, en cambio el campesino David Tafur duró más de una hora tendido sin los primeros auxilios, sin la solidaridad de la Policía de llamar una ambulancia. Eso demuestra que la burguesía no maneja relaciones humanas sino intereses económicos.

Testimonios

Entre el gas lacrimógeno y las bombas aturdidoras, corriendo para no ser alcanzado por la criminalidad del Esmad y la Policía, recogimos algunos testimonios de las personas presentes en este lugar que bien parece un sitio de concentración al estilo nazi. En el rostro y en las palabras de los agricultores hay rabia e indignación, pero a su vez ganas de seguir luchando.

Mi versión, dijo un campesino, es la siguiente: “Yo estaba allí tapado, tenía la cara tapada con un chiro, estaba poniendo cuidado cuando llegó uno de los antimotines y le dijo al de la cámara que por favor no grabara sino lo que ellos les convenía, que el resto no lo grabara. Entonces, yo fui y le dije al de la cámara: Me hace el favor y me graba todo y si no lo denuncio. Entonces me dijo: “¿No ve que me dijeron que a mí me daban duro también? Era de Caracol porque yo le dije: déjeme mirar de qué canal es usted. Yo leí y decía Caracol. Sí, un antimotín fue y le dijo eso. Yo le caí al de la cámara y el dijo que si filmaba todo, también a mí me daban duro, dijo”.

La compañera de la comisión del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, capítulo Tolima, Ruth Nieto, también fue agredida por los gases lacrimógenos y las bombas aturdidoras. Su relato es el siguiente:

“Hubo un problema con la Policía antimotines, vino a disparar indiscriminadamente a la gente con toda la rabia del mundo, arrancando los cambuches que tienen los campesinos y fue para todo el mundo el disparo de gases lacrimógenos y bombas de aturdimiento. Me presenté gritándoles: Derechos Humanos, Derechos Humanos y me tiraron tres gases más encima”.

“O sea, no me impactaron, porque la verdad es que estuve muy de buenas. Había mucha gente que no estaba haciendo nada, le tocó meterse para allá y la gaseada fue terrible”.

“La gente de las casas cercanas se están quejando porque no tienen reparo en tirarles bombas aturdidoras y gases lacrimógenos, no respetando que allí hay niños, ancianos y lisiados”.

“Como Derechos Humanos estamos solicitando al gobierno central que tenga pendiente y venga a mirar esta situación porque está muy grave. Estamos en manos de los militares. Estamos solicitando –repito– la presencia del gobierno central aquí en Boquerón”.

Benjamín, otro campesino de Chaparral, señaló: “Lo que pasa es muy sencillo, lo que pasa es que los negociadores que hay en Bogotá, el gobierno no les ha dado fuego, eso me da a pensar que la estrategia del presidente Santos es cansarnos, irnos eliminando poco a poco. El campesino está aburrido porque el gobierno se ha negado a tener comunicación con la comisión central que hemos designado”.

“Los que estamos aquí es porque no ha habido ningún arreglo, pero sí el gobierno permite que la policía nos agreda, porque les da una orden y ellos en lugar de hacer un tiro al aire, les apunta al cráneo, a la cara de otro ser humano, teniendo en cuenta que todos semos colombianos, no semos de otras naciones. Se disculpan diciendo que es una orden, pero la orden es como tirando a matar, porque pegarle un tiro en la cabeza con una escopeta de esas que viene utilizando el Esmad es criminal. Si una persona se mata con un puño, pues con un tiro de esos, bien puede matar a cualquier persona”.

“Amigo periodista que esto suene. Nosotros no estamos contra la Policía. Nunca. Lo que no estamos de acuerdo es con su arbitrariedad y de que el gobierno no nos quiere oír y nos coloca la Policía por el medio para no oírnos. Pero queremos decirle al presidente: Nos mantendremos en la raya, le va tocar matarnos, no nos vamos de la raya hasta que no haya una conversación y un acuerdo favorable a todos nosotros los campesinos y caficultores. Necesitamos que la carga de café valga mínimo un millón de pesos. No nos vamos a arrodillar”.

El fotógrafo Carlos Alberto Castaño Martínez, de la exposición fotográfica “Porque el lente y el ojo no mienten”, denunció: “Esta mañana los campesinos y la Policía llegaron a un acuerdo de que no más los iban a atropellar. Ahorita, cuando se presentó este impase la Policía y el Esmad entraron allí, les golpearon las ollas, les botaron la comida. Les regaron la comida. Tengo las fotos de primera mano sobre la forma como le botaron la comida acá y les dañaron las ollas. Me parece otra arbitrariedad. Ayer hicieron lo mismo. Esta mañana llegaron a un acuerdo de que se iba a respetar eso y no se respetó. Ahí está toda la comida botada. A los campesinos que iban a almorzar les botaron toda la comidita”.

Álvaro Javier Giraldo relata su versión sobre la forma como fue golpeado el campesino David Tafur: “Veníamos corriendo, huyéndole a los gases lacrimógenos y las bombas de aturdimiento y dos señores del Esmad se le tiraron encima y comenzaron a agredirlo. Le dieron pata y uno se le tiró encima y le causó daños en la nuca. Él se llama David Tafur, es de la vereda el Palo, municipio de Rovira. Tiene aproximadamente 38 años. Tiene familia”.

author by Horacio Duque Giraldopublication date Fri Mar 01, 2013 15:20Report this post to the editors


Es de tales proporciones la crisis de la pequeña y mediana agricultura (maiceros, algodoneros, lecheros, cacaoteros, arroceros, trigueros, paneleros, plataneros y cafeteros) ocasionada por la implementación de los Tratados de Libre Comercio y la vigencia, por más de quince años, del modelo neoliberal y su credo mercantil, que produjo la insurrección protagonizada por los campesinos caficultores.

El levantamiento, con bloqueo de carreteras, manifestaciones y confrontación directas con el ESMAD policial asesino, tiene las dimensiones de una insurrección multitudinaria contra el Estado y la institucionalidad del sector que representa la Federación Nacional de Cafeteros y sus Comités Departamentales.

Lo que estamos presenciando en Mondomo, Pescador y Piendamó, en el Cauca; en Garzón, Pitalito y Gigante, en el Huila; en Chinchina, Supia y Riosucio, en Caldas; en Bolombolo, Antioquia; en Ibague y Cajamarca, en el Tolima; en Calarcá y Armenia, en el Quindío; en Nariño; en Santander; en el Magdalena; y en el Cesar, es una rebelión generalizada contra el estado de cosas existente y contra el régimen oligarquico y proimperialista que impera en el Estado nacional.

Esta explosiva y potente movilización tiene las características de la insurrección de los Comuneros y artesanos del Socorro en 1789; se parece a las recientes manifestaciones de los indígenas en el Cauca que dieron pie al desalojo de los militares en Toribio; a la prolongada y heroica resistencia campesina revolucionaria, que desde 1964 lidera, con las armas en la mano, las Farc/EP, contra la dominación feudal e imperial.

Los campesinos se cansaron de los pliegos respetuosos, de las marchas pasivas, de los desfiles que mas parecen un entierro, de las manifestaciones con conciertos musicales y obras de teatro que no conducen a nada y de los derechos de peticiones que son objeto de desprecio por los jueces.

Los campesinos se cansaron de las burlas de una burocracia repugnante y de los politiqueros clientelistas, punta de lanza de la corrupción, compradores de votos.

Se les agotó la paciencia con el Ministro de Agricultura, un reaccionario que ha parasitado por años en la Federación de Cafeteros ocupando todos los altos cargos, nacionales e internacionales. Ya no quieren más a la Federación Nacional de Cafeteros ni a Genaro Muñoz, su Gerente perfumado, ni sus otros tecnocratas neoliberales, insensibles frente a la situación de los caficultores pobres.

La insurrección de los cafeteros se va a generalizar y es preciso que llegue hasta sus ultimas consecuencias en las demandas y pliegos puntuales, que deben incluir la Constituyente Cafetera a la que no se debe renunciar y en la que es preciso intervenir, desde su diseño, la fecha de realización y temas a decidir.

Grandes lecciones nos están dando los miles de cafeteros que hemos visto dando la pelea sin tregua contra las maquinas violentas del Estado y el gobierno del señor Santos,achicharronado por su mediocridad.

author by Movimiento por la Defensa y la Dignidad de los Cafeterospublication date Mon Mar 04, 2013 01:07Report this post to the editors

Una completa farsa es el anuncio del gobierno nacional y la Federación Nacional de Cafeteros sobre el levantamiento del paro nacional. El gobierno rompió unilateralmente los diálogos con los voceros del movimiento dejándolos plantados en la segunda reunión de la jornada del día 1 de marzo. Convocó entonces a una reunión con la Federación Nacional de Cafeteros que han estado en su mayoría en oposición al paro, estigmatizando a los cafeteros que participa de él.

Por eso expresamos:

1) El anuncio hecho hoy emana del mismo gobierno y de la Federación Nacional de Cafeteros, nada tiene que ver con las personas en paro.

2) Las medidas anunciadas no responden al paquete integral expuesto en el pliego de peticiones.

3) No aceptamos la diferenciación entre cafeteros, todos unidos ha estado en la pelea por salvar la caficultura.

4) La medida anunciada es insuficiente ante la magnitud del problema.

5) ¡El paro cívico nacional cafetero continúa!

Lamentable, terrible, no hay adjetivo para calificar tan profunda ofensa que hace la Federación Nacional de Cafeteros y el gobierno nacional a los campesinos de este país, lo exhortamos a retractarse inmediatamente de las afirmaciones hechas por los medios de comunicación, y asumir una política honesta que solucione los problemas de los caficultores.

Colombia, no te dejes engañar.

author by Horacio Duque Giraldopublication date Mon Mar 04, 2013 01:09Report this post to the editors

En el desespero político que lo invade, el señor Santos, sus Ministros consuetas y los subalternos de la Federación de Cafeteros, emitieron una Resolución agregando unos miserables pesos al precio de la carga de café, que no corresponde a las peticiones de los campesinos y a las realidades de los costos de la producción.

"Chuky" Santos tiene olor a farsa. Sus maniobras son vulgares y traicioneras. Primero reunió a las delegaciones campesinas con los Ministros en Bogotá, pero a renglón seguido convocó el Comité Nacional de Cafeteros de bolsillo y emitió un acto administrativo desconociendo las demandas antineoliberales del alzamiento cafetero.

Santos sigue adelante aplicando la perversa eutanasia neoliberal a los pobres para aniquilarlos por hambre, asedio y violenta represión con el ESMAD, cuerpo policial mercenario que se ha ensañado en los trabajadores rurales en el Huila, Tolima, Cauca, Risaralda y Santander.

Pero se equivoca. Ya se dio la respuesta de los caficultores. En los departamentos del Huila, Antioquia, Caldas, Tolima, Cauca, Risaralda, Quindío y Santander , los lideres y organizadores del paro han rechazado la burla gubernamental. El paro sigue y se radicalizará hasta que se caiga todo este montaje oligarquico del gobierno.

Las mentiras de Santos van a profundizar la protesta que tiene el apoyo de la iglesia, los estudiantes y de otros segmentos populares del mundo rural afectados por la política económica y fiscal que se hace en favor de los mas poderosos.

Esa es la "democracia" que ha ido a ofrecer a La Habana el señor Humberto de la Calle dizque para hacer la paz. Que cinismo.

Tampoco se discute con los campesinos, que hacen la protesta en los términos de la ley, el modelo económico, social y político. El mismo es inmodificable como si fuera una montaña.

Definitivamente la salida a la crisis social que vive Colombia es la rebelión y el alzamiento popular, como lo están demostrando los campesinos de Pitalito, Garzón, Gigante, Ibague, Boquerón Cajamarca, Anserma, Cartago, Hobo, Rivera, Mondomo, Piendamo, Sandoná Chinchina, San Vicente de Chucuri, Manizales, Rio Sucio, Bolombolo y otros.

Que el señor Santos deje de mentir y hacer demagogia. Exigimos soluciones efectivas a los problemas de todos los afectados por los Tratados de Libre Comercio neoliberales y antinacionales firmados por este gobierno. Tratados que dejaron en la bancarrota la industria y manufactura nacional. Los únicos que triunfan con la Prosperidad Democrática son los banqueros y las multinacionales de la minería y el petróleo.

Exigimos poner fin al neoliberalismo. Adelante con el paro cívico cafetero nacional y el bloqueo de las carreteras.

author by Nelson Lombana Silvapublication date Mon Mar 04, 2013 01:24Report this post to the editors

Ayer, se recrudeció la represión del Esmad y la Policía contra los campesinos ubicados en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué. En forma inmisericorde lanzaron gas lacrimógeno, bombas de aturdimiento y garrote sin contemplación alguna; no respetaron – una vez más – a los niños, los jóvenes, las mujeres y los ancianos.

Una tractomula fue incinerada al parecer por inteligencia militar disfrazada de campesina, luego vino la provocación de subir y bajar encaravanados decenas de agentes de policía y del Esmad, más tarde la misma policía ubicada en el puente de la variante comenzó a lanzar piedra, casi somos víctimas de una de esas con el escolta y finalmente vino la agresión directa con las mismas armas y con la misma sevicia de los días anteriores.

En esta oportunidad atacaron a los campesinos hasta el barrio Miramar, distante del barrio Boquerón. Dispararon indiscriminadamente. Era terrible ver madres salir de sus casas con niños de tres y cuatro años zurumbáticas, ancianos desesperados por los efectos de esos gases. Parecía un infierno, un sitio de concentración, quizás las cámaras de gases que usó Hitler para matar a los comunistas.

Un amplio sector de campesinos sostiene que en estos momentos no hay autoridad civil en el departamento, solamente hay autoridad militar y represiva. Es tanto la virulencia contra el campesino que algunos medios de comunicación se han atrevido a criticar el proceder del Esmad y la Policía, medios que tradicionalmente hacen parte del esquema alienante del establecimiento. Eso nos puede dar una mediana idea de lo que viene sucediendo en el Tolima y concretamente el barrio Boquerón.

Los campesinos insisten en que antier fueron atacados desde el aire. Sin embargo, el coronel Fernando Murillo lo niega. Por eso un campesino sostuvo sin ambages: “Estamos ante una dictadura militar, el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón está anulado”.

No hay un pronunciamiento claro del mandatario hasta la presente. La comisión de campesinos que se creó el primer día para dialogar con el mandatario, fue divida por este y enviada una parte dizque a hablar con el comandante de la policía, coronel Fernando Murillo. Esta postura del doctor Luis Carlos Delgado Peñón ha sido duramente criticada incluso, por organismos defensores de derechos humanos.

Una pregunta de uno de los miembros líderes reales de la protesta incomodó al citado comandante: ¿Cómo es posible que en las barbas de la policía se incinere una tractomula y la policía no detenga a los responsables sino que se dedique inmediatamente a agredir a los campesinos? Ayer, fue incinerada otra tractomula y el comportamiento de los uniformados fue similar al día inmediatamente anterior. Eso explica, dicen los campesinos, que hay agentes encubiertos haciendo esas patrañas anarquistas para justificar la represión.

Hay que tener en cuenta que en otras regiones del país se han tomado vídeos en los cuales aparecen los tiranos del Esmad destruyendo los vehículos. Existe toda una infame parafernalia para rendir la resistencia de los campesinos. El gobierno nacional cínicamente habla de paz pero las acciones son toda de guerra contra el indefenso pueblo.

Eso demuestra que el capitalismo en su inexorable ocaso es cada vez más violento contra el pueblo. No tiene argumento para convencer y el único camino que le queda para sostenerse es la criminal y absurda represión, que bien se conoce como terrorismo de Estado. No media en él el interés colectivo del pueblo, su única dinámica es el cálculo económico.

Indignados, los campesinos ubicados en Boquerón, han pedido a todos sus colegas del Tolima no sacar un solo producto al mercado en los próximos días de paro cafetero. “Nos duele tener que alimentar a la policía y al Esmad para que después y como pago nos golpeen como lo vienen haciendo”, dijo uno de ellos.

Son muchas las personas heridas y contusas hasta ahora. Los perdigones de goma no lo están disparando ni al aire ni a los pies de los campesinos, a muchos les vienen disparando a quemarropa, a la cabeza, a la cara y a cualquier parte del cuerpo. Son interminables los relatos de los labriegos sobre el particular.

No hay respeto tampoco ni por los medios de comunicación ni por los defensores de Derechos Humanos. Por el contrario, son agredidos constantemente y sin piedad alguna. Al decir de los manifestantes, son hienas humanas medievales al servicio de la burguesía.

La situación de los manifestantes en Boquerón, Armero – Guayabal, El Fresno y Dolores es dramática. Queda uno limitado de palabras para narrar lo que está sucediendo en esta parte de Colombia.

Pero con toda esa horrible represión, el pueblo campesino está dispuesto a continuar en la lucha. Según ellos, no hay reversa. Las palabras del comandante Fidel vienen al momento: Cuando un pueblo viril llora, la injusticia tiembla…Patria o muerte: venceremos. Esa es la consigna que hace carrera en los campesinos cafeteros del Tolima.

Testimonios

Israel Pérez Palacio: Es duro lo que estamos viviendo. No puedo trabajar porque la policía no deja trabajar. Soy vendedor de líchigo. Toda la comidita la tengo perdida porque no he podido sacarla a vender. Me ha tocado regalarla en vez de dejarla perder eso me perjudica sobre manera. Yo vivo acá cerquita en el barrio Jazmín y hasta allá han llegado los gases. Antier se me perdió una canastadita de maduro porque lo traía de por allá que lado y por estar corriendo se me desgranaron todo y perdí todo eso”.

“Estoy pensando qué voy a hacer para conseguir la platica para el mercado esta semana. Realmente, estoy a la buena de mi dios. Soy solo, me toca defenderme solito. Estoy de acuerdo con el paro porque yo también soy campesino; mantengo cogiendo café, desyerbando y lo que toque. Estoy en la ciudad porque el campesino no tiene con qué pagar a los obreros. Estoy de acuerdo con los campesinos, vuelvo y digo, espero que el gobierno le resuelva el problema sin más violencia”.

José Ángel Hernández, miembro de Astracatol: “La situación es bastante difícil porque nos encontramos ya en el quinto día y ha habido más de quince heridos y al parecer dos muertos. Cuando entran los medios de comunicación, el Esmad les dice a algunos que reporte únicamente lo que les conviene a ellos. Nos encontramos en una vaina que los medios no son alternativos y entonces desvirtualizan la información, tratando de justificar la afirmación del gobierno de que el paro no se justifica”.

“Ahí estamos, el presidente Santos dice que se levante el paro y que entonces sí se sienta a dialogar, pero eso siempre ha sido un engaño. Así las cosas, la gente se está articulando con más fuerza y viene llegando más gente. Hay ya manifestaciones de maestros, estudiantes, sindicatos se vienen vinculando más al proceso. Los muleros dicen que también se van a sumar”.

“Tenemos que denunciar que han maltratado a los campesinos, han pisoteado la comida y no se han fijado que hay niños. Con una señora de Derechos Humanos nos tocó evacuar niños y sabiendo que estábamos con ellos nos daban de frente con los pepazos esos de las granadas de gas lacrimógeno y con esas aturdidoras”.

“La idea era hacer una marcha pacífica hacia los lados de Boquerón hacia Cuello, pero cada vez que intentábamos tomarnos un carril que nos garantiza la legalidad de la protesta y anunciada hace más de seis meses. Cada vez que intentamos tomar el carril nos agreden violentamente”.

“El pueblo campesino está dispuesto a seguir en la pelea. Desde el primer momento que se diera el pliego petitorio la gente lo recibiría con beneplácito. Pero lo único que viene haciendo el gobierno por intermedio de la fuerza pública es provocar a los campesinos. Eso es lo duro”.

author by Delegación de paz de las FARC-EPpublication date Mon Mar 04, 2013 03:48Report this post to the editors

Aunque el gobierno Santos pretenda que su política económica no es objeto de discusión en La mesa de La Habana, la realidad es que el pueblo colombiano la está rebatiendo con movilizaciones, paros y protestas, en todo el territorio nacional.

La crisis cafetera tiene su explicación en la desprotección impuesta por la política neoliberal a los campesinos productores de café en un contexto de precios internacionales desfavorables y de una sostenida sobrevaluación del peso frente al dólar. Las consecuencias saltan a la vista: una caída abrupta de la producción nacional, un aumento de las importaciones de Perú y Ecuador para cubrir la demanda interna y responder por la cuota cafetera de exportación y, sobre todo, un progresivo deterioro del ingreso y el trabajo de los caficultores, en su gran mayoría pequeños y medianos productores.

En su discurso de posesión como presidente, Juan Manuel Santos prometió convertir a cada campesino colombiano en un próspero y sonriente Juan Valdez , con su mula y su carga de café, como el de la estampa publicitaria de la poderosa Federación Nacional de Cafeteros.

¿Pero dónde está ese Juan Valdés de los cuentos de hadas? Está siendo perseguido por las balas y gases lacrimógenos de los escuadrones represivos del ESMAD en pueblos y carreteras del país, donde miles de caficultores protestan contra el abandono del sector. Desde La Habana nuestra solidaridad con la lucha de los campesinos, por sus muertos, decenas de heridos y encarcelados.

El gobierno dice que no negociará con revoltosos, y el Ministro de Agricultura justifica la represión brutal aduciendo con falsedad que “las FARC están involucradas, están atizando, se están incorporando y están mandando consignas para exacerbar los ánimos”.

En la mesa de La Habana hemos propuesto que “la pequeña y mediana propiedad cafeteras sean objeto de medidas inmediatas de protección, tales como subsidios, compensaciones y salvaguardas extraordinarias, tendientes a la superación de la crisis estructural del sector”. Hoy reiteramos esa demanda. Es urgente fortalecer la producción cafetera nacional.

Por otra parte, continúa la huelga de trabajadores contra la multinacional Carbones del Cerrejón, propiedad de BHP Billiton, Anglo American y Xstrata. Dicha multinacional, que extrae al año más de 32 millones de toneladas de carbón térmico y obtiene por ello jugosas ganancias, gracias a la concesión leonina que le deja pírricas regalías al país y al departamento de la Guajira, además de un desastre ambiental de impresionantes proporciones, se negó a aceptar las justas peticiones de aumento salarial, de beneficios en salud, educación y transporte, de atención a más de 700 trabajadores que han sufrido efectos irreversibles en su salud como consecuencia de su trabajo, y de políticas ambientales, entre ellas, la suspensión definitiva del proyecto aplazado de desvío del Rio Ranchería. El no rotundo de la multinacional recibió su respuesta: la huelga.

Pero no sólo protestan los campesinos caficultores y los obreros del Cerrejón. Arauca está en paro cívico demandando Inversión social, política ambiental, ayuda a los indígenas y arreglo de carreteras. Los cacaoteros del Magdalena Medio ante la caída de precios del producto y bajo la consigna no a la minería sobre su territorio, tienen bloqueada la vía Barrancabermeja-Bucaramanga. Los habitantes de Nobsa, Boyacá, están en pie de lucha en las calles exigiendo empleo a las multinacionales. Los vendedores ambulantes protestan en la plaza de Bolívar de Bogotá. Los transportadores anuncian paro contra la multinacional Pacific Rubiales Energy. La Asociación Colombiana de Camioneros anuncia que se unirá a la protesta nacional. Y gran parte de la ciudadanía del país siente que el impuesto predial se está convirtiendo en un atraco.

Las exigencias populares tienen que ser respondidas favorablemente. Esas justas luchas son una expresión de los efectos devastadores que produce el modelo económico neoliberal; representan un llamado a combatirlo y superarlo; merecen toda nuestra solidaridad; y nos alientan en la idea de que la paz se construye con justicia social.

Delegación de paz de las FARC-EP
La Habana, Cuba.Sede de los diálogos de paz
Febrero 27 de 2013

author by Nelson Lombana Silvapublication date Tue Mar 05, 2013 18:13Report this post to the editors

El paro nacional cafetero se viene desarrollando con sumo heroísmo de los campesinos y campesinas y la dura represión del gobierno nacional de Juan Manuel Santos Calderón. Como fiel exponente de la más rancia oligarquía se niega a aceptar la solicitud de los campesinos de un precio de sustentación para la carga de café, rebajar el costo de los insumos y fertilizantes, democratizar la federación nacional de cafeteros y rechazar la entrega de los terrenos cafeteros a las multinacionales y transnacionales para que se roben los recursos naturales a través de la megaminería.

La respuesta constante durante los días que van de paro son la represión, la estigmatización y la violencia en todas sus formas y manifestaciones. En los cinco puntos donde se viene desarrollando la protesta ha predominado la fuerza bruta de la represión por parte de la policía y el Esmad. Decenas de campesinos vienen siendo golpeados a quemarropa por los gases lacrimógenos, las bombas de aturdimiento y el garrote.

Los puntos nodales en este departamento son: Fresno, Armero – Guayabal, Dolores, Cajamarca y el barrio Boquerón en la ciudad de Ibagué. Miles y miles de campesinos y campesinas, sin la orientación precisa de los coordinadores, se mantienen firmes y resistiendo la arremetida brutal del régimen militarista. Campesinos han venido denunciando que hay en este departamento una especie de “dictadura militar” porque el gobernador ha quedado rezagado a un segundo plano.

No hay enfrentamiento entre los campesinos y la represión oficial propiamente, lo que hay es una agresión demencial, sistemática y permanente con el objeto de minar la capacidad de resistencia de los labriegos, pero hasta ahora han tacado burro porque miles y miles de campesinos y campesinas se sostienen en medio del gas lacrimógeno y las bombas de aturdimiento.

Los campesinos del municipio de Dolores, han lanzado una acción urgente con fecha de primero de marzo, en la cual denuncian ante el gobierno nacional, departamental, local, comunidad internacional y organizaciones defensoras de Derechos Humanos, las arbitrariedades que viene cometiendo la brigada móvil No 21 del ejército nacional, al mando del coronel Guarín.

Señalan los labriegos que participan del paro cafetero una serie de graves arbitrariedades que viene cometiendo la fuerza pública. Entre otras: El 26 de febrero, mientras pacíficamente preparaban el almuerzo fueron agredidos a punta de gas lacrimógenos y bombas de aturdimiento. Cerca de allí hay una habitación propiedad de la señora Camila de Serrato, la cual es habitada por su esposo y tres menores de edad. No respetaron ni a los adultos ni a los niños, todos fueron víctimas del gas y dichas bombas. Denuncian los campesinos la forma agresiva y grosera con que estos militares los vienen tratando, usan palabras soeces y no respetan ni a las mujeres ni a los niños. Hay ejército de civil fotografiando y reseñando a todos los participantes. En el cruce de San Juan de la vereda Buenavista de este municipio, el primero de marzo hacia las 9:30 de la mañana se presentó el coronel Guarín, pistola en mano, atemorizándolos y en forma terrorífica diciendo que tenían que retirarse por las buenas o por las malas.

Y, ¿Qué decir de lo que viene sucediendo en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué? Todos los días la policía y el Esmad vienen agrediendo a los pacíficos campesinos que con suma necesidad se ven precisados a salir ante la crisis generalizada del sector agrario gracias a las políticas neoliberales y entreguistas del gobierno Santos.

Decenas de campesinos vienen siendo golpeados, detenidos y humillados por policías y Esmad. Al parecer la inteligencia militar se ha infiltrado generando caos para justificar las consabidas manifestaciones de terrorismo de Estado. Desde helicópteros han sido gaseados, según decenas de testimonios de campesinos ubicados allí. Un dirigente le preguntó indignado al comandante de policía, coronel Fernando Murillo: “¿Cómo es posible que quemen una tracto mula en las barbas de la policía y ésta no detenga a los anarquistas sino que inmediatamente comiencen a lanzar gas lacrimógeno y bombas de aturdimiento contra campesinos que a esa hora, unos almorzaban y otros descansaban?” Hasta ahora van dos vehículos de estos quemados en idénticas condiciones. “Eso – dicen los campesinos – genera mucha duda y suspicacia”.

A pesar de todas esas vicisitudes, los campesinos y las campesinas se mantienen firmes y decididos y decididas a seguir luchando. Solo los anima una razón: La necesidad. Todo lo que produce el campesino lo está haciendo a pérdida. El TLC ha dejado de ser un fantasma o una especulación, es una terrible realidad. Además, la entrega de la soberanía nacional a las multinacionales y transnacionales por parte de la burguesía que lidera Santos es otra terrible realidad. No solamente está en peligro el presente – futuro de los campesinos y campesinas, sino del medio ambiente en su conjunto. De igual manera, la lucha por la paz con justicia social y la defensa de la mesa nacional de diálogo por paz de la Habana, entre el gobierno Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, FARC – EP. Esos son algunos motivos concretos que justifican la lucha de los cafeteros, los cacaoteros y el pueblo colombiano en general.

Mientras el presidente Santos les niega a los campesinos un precio justo para la carga de café, despilfarra el dinero a diestra y siniestra en la guerra. De acuerdo al consejo de seguridad realizado el pasado 2 de marzo, se anuncia la quinta división para el Tolima, que en menos de una semana estará completamente acabada las instalaciones de esta dependencia militar en la ciudad de Ibagué, (barrio Ancón).

Dicha guarnición castrense, dijo el general Henry William Escalante, será para centralizar allí las operaciones militares de los departamentos de Tolima, Huila, Caquetá y parte de Cundinamarca. Palabras más, palabras menos: Más represión, mientras supuestamente habla con sinceridad de diálogos de paz en la Habana, Cuba y dice que no hay plata para los campesinos.

Testimonios

María Edilcia Vanegas: “Estoy acá desde un principio y a pesar que tengo mis 60 años, hago una invitación muy cordial a todas las mujeres del Tolima y a todas las mujeres de Ibagué para que se solidaricen con el paro campesino, tengamos en cuenta que los plátanos, las yucas y las naranjas, todo lo que se consume en la ciudad viene del campo”.

“La conciencia mía es que hay que colaborar con la gente del pueblo pero en esta vez nos tocó salir a la calle a protestar contra el abuso que está cometiendo este gobierno y las autoridades porque nos han hecho comer humo todos los días. Nos avientan gases. Ayer, tuvimos siete heridos. Como somos pobres fuimos y nadie tenía ni para una pasta”.

“Necesitamos que los transportadores también se solidaricen con el paro campesino que es un mal muy necesario. Yo digo así: Que es un mal muy necesario porque es que nos toca ya acudir a estos paros”.

“La policía entró hasta acá y nos tumbó las ollas, botaron toda la comida, a la comida que no botaron le echaron un químico, que ya está en investigación, nosotros tenemos muy bien presente los policías que entraron a hacer esto. Pisaron la comida, dañaron las ollas, nos botaron todo. Nos sacaron corriendo y casi ahogan unos niños que viven en estas casas. Pasamos la noche debajo de estos cambuches con la tierra mojada. Pero, a pesar de todo, el paro se sostiene hasta nueva orden, hasta que el señor Santos le dé la gana de arreglar este problema. Invito a todos que se unan a este paro porque es muy importante”.

Edison Peralta González: “Tengo 68 años de edad. Ayer, (viernes 1º de marzo) acosados por el Esmad nos tocó deslizarnos por una cañada. Las bombas de aturdimiento nos hicieron desmayar. Fue una tragedia cruel porque con un poco de señores de edad y niños, tuvimos que subir por una empalizada subirnos hasta llegar a un potrero; en ese potrero las bombas nos alcanzaron de nuevo y nos hicieron desmayar: yo caí desmayado y un hermano también. Una vez recuperados seguimos corriendo hasta llegar a un sitio que se llama La Isla y nos disponíamos a descansar, pero desafortunadamente por ese lado también estaba el Esmad y nos devolvieron a gases. Hoy, todavía tenemos esa sensación de malestar”.

“Igual, muchos campesinos están lesionados, muchos en las clínicas, hospitales y puestos de la salud aquí en Boquerón. Unos médicos vinieron a prestar los primeros auxilios pero se fueron porque también fueron víctimas de los gases lacrimógenos. Es una lucha desigual, porque el campesinado lo único que está exigiendo es justicia y que sus derechos no sean vulnerados tal como está ocurriendo en todo el territorio nacional”.

“A pesar de la represión yo me puse a repartir por todo el potrero a los compañeros campesinos un boletín informativo de El Salmón escrito por el compañero periodista Nelson Lombana Silva. Me retiré del lugar como a las 6:30 de la tarde porque llegaron como unos trece carros con comida y compañeros y se ubicaron en el potrero donde estábamos nosotros. Sigue llegando gente, sigue llegando campesinos, especialmente del sector de Rovira que son bastantes. Hoy aumentó muchísimo la presencia de campesinos”.

Benjamín Guzmán: “Espero que por hablar no me llegue la cruz de palo que es la muerte. El gobierno no ha querido arreglar el problema, nos viene cansando, esperando que se vaya acabando la provisión y la voluntad de los campesinos. La fotocopia de Uribe que es Santos no ha querido solucionar el impase”.

“El gobierno ofrece limosnas y nosotros pedimos algo razonable. Viene como desplumando la gallina poco a poco. Le va subiendo de a 20 mil pesos. Yo digo que debería valer la carga un millón de pesos, pero dicen que de pronto subirá a 800 mil. Vamos a mirar”.

“La policía y el Esmad son muy abusivos. Ayer por la tarde se formó un grupo parecido cuando el militar atropelló a una muchacha con su carro. Se formó la escaramuza y en medio del gas unas personas lograron rescatar la niña herida. Pienso que esa gente es abusiva no tienen por qué meterse a los cambuches a joder, dañas las ollas y además diciendo que los campesinos semos guerrilleros. Mientras el gobierno no ceda nosotros estaremos acá”.

Javier: “Estaba yo recostado en un muro cerca al puente de la variante cuando esos muchachos que visten de negro y parecen un robot me pegaron en la cara y en los brazos. Me hirieron, antier. Una bomba de aturdimiento me lesionó. Yo vengo del municipio de Rovira”.

Helber Fabián: “Vengo del municipio de Rovira. Los señores del Esmad cogieron una prima mía que nada tiene que ver con el paro y la aporriaron y no la dejaban recoger con el gas lacrimógeno, brutalmente tiraban bombas desde ahí. Así las cosas, no tenemos derecho ni siquiera de auxiliar a los compañeros ni los familiares en este caso. Estamos jodidos con el gobierno que tenemos. Esto ocurrió el pasado miércoles”.

“Es más: Una niña de 13 años fue arrollada por un carro manejado por un militar acá y prácticamente la llevaron fue muriéndose para el hospital, el Esmad no quería dejar que la recogiera y la gente bajo esos gases la auxilió. Al parecer la niña fue arrollada por un oficial del ejército. La niña se llama Mónica Rodríguez. Con todo seguimos firmes en el paro hasta que el gobierno nos dé una solución, que tenga en cuenta que somos los campesinos los que mantenemos a los que están en el pueblo”.

“Como joven que soy le digo que nos vienen tratando como animales salvajes, como si fuéramos los bandoleros más grandes del país, pero en realidad somos los grandes cultivadores de comida para alimentar las grandes ciudades del país. La crisis cafetera es muy dura. Llevamos cinco días de paro y soluciones son pocas, solamente nos mienten y nos tienen como poca cosa. Todos los días nos está golpeando el Esmad. Las primeras víctimas son las personas que están quietas, por ahí con la boca abierta”.

Leonidas Montilla: “Los problemas los está ocasionando personas de los mismos barrios. Nosotros no entendemos cómo la policía no se ha dado cuenta de eso o mejor, no ha querido actuar”.

“Todos los días y a la misma hora empiezan a salir en grupitos de a tres de a cuatro por todos los lados, corren de un lado para otro y no son los campesinos, no son los campesinos”.

“Cada municipio por vereda tiene un líder, obviamente, cuando viene el problema de los gases, de los bombardeos, porque son verdaderos bombardeos, la gente se desespera y muchos de los nuestros pelean también cuando se viene el Esmad contra ellos, ellos pelean y esa es la razón por la cual muchos de los nuestros han resultado lesionados”.

“Pero, ¿Quiere que le diga una cosa? Creo que esos jovencitos no hay ninguno lesionado, porque ellos saben de eso, son muy escurridizos y ve uno que al momento de la pelea no hay ninguno. Están en un potrero llamando a los del Esmad: ¡Vengan para acá! Como sucedió ayer. Vi como alrededor de unos 60, en un potrero llamando a los del Esmad para que entraran al potrero”.

“Visten de bermudas, busitos, trapos colocados en la boca, sin medias, con tenis livianos, son casi zapatos deportivos. De esa manera se presentan. Ayer, fue muy evidente, no son cafeteros”.

Esta última entrevista es tomada del boletín de prensa de la gobernación número 338 de marzo 2 de 2013.

author by ACINpublication date Tue Mar 05, 2013 18:16Report this post to the editors

Hemos visto a los campesinos plantarse en las carreteras del país, dispuestos a enfrentar cualquier condición del clima, a dejar sus parcelas, a aguantar hambre, pero siempre con la claridad de exigir unas condiciones dignas para el trabajo que tanto ha engrandecido al país desde hace más 80 años. Los hemos visto exponiendo claramente sus exigencias en 5 puntos que demuestran que la crisis no es sólo en el sector cafetero sino en todo el agro y pone en evidencia que el modelo económico y sus políticas son la principal causa de esta crisis generalizada en el país. Los hemos visto respaldados por más gente que se une cada vez más al paro.

Se movilizan junto con ellos los cacaoteros. En los días siguientes se han seguido uniendo más campesinos en otros departamentos. Ya en el 4 día de paro, en el Cauca hay 4 puntos de bloqueo. Se sumaron los camioneros y el movimiento indígena. También en las ciudades y pueblos, fuera de las vías, se manifiesta el apoyo al paro, con iniciativas de respaldo a la gente que resiste en los puntos de bloqueo mediante la recolección de alimentos y artículos de aseo.

No es sólo solidaridad sino conciencia lo que ha despertado el paro cafetero en todo el país. “Esta explosiva y potente movilización tiene las características de la insurrección de los Comuneros y artesanos del Socorro en 1789; se parece a las recientes manifestaciones de los indígenas en el Cauca que dieron pie al desalojo de los militares en Toribío; a la prolongada y heroica resistencia campesina revolucionaria, que desde 1964 lidera, con las armas en la mano, las Farc-EP, contra la dominación feudal e imperial.” Dice Horacio Duque. Pero ante la inconformidad creciente y generalizada, el gobierno sigue fingiendo que no pasa nada y que el paro no tiene sentido y, como eco a su posición, los medios comerciales mantienen el foco de la opinión pública el retiro del papa.

El gobierno no sólo ha desatendido los reclamos de los campesinos cafeteros sino que además arremete contra ellos, los acribilla. Frente a una movilización pacífica, masiva, apoyada por diferentes sectores y totalmente coherente en sus postulados, se ha visto una respuesta del gobierno totalmente salvaje. El ESMAD ha atacado brutalmente a los manifestantes, en Garzón, Huila, dejó un muerto y decenas de heridos. En los días siguientes continúan los mutilados y heridos en los diferentes lugares de bloqueo del país. Como si fuera poco, han invadido sus campamentos, quemado sus víveres, carpas, ollas y se han comido sus reservas. Es totalmente grotesco y miserable el proceder del ESMAD y parece que a muchos se les olvida que actúan en nombre del gobierno.

El noticiero RCN, en su emisión de mediodía del viernes, emite una noticia en la sección internacional sobre el abuso de autoridad de la policía en África, que golpeó y arrastró una persona hasta causarle la muerte. La noticia es presentada de manera aislada como algo nunca antes visto, como si en este país esto no sucediera, como si aquí no existiera el ESMAD. El ESMAD creado en el 1999 en Colombia, es un ente de ‘control’ que ya existía en otros países para reprimir el derecho a la protesta. Como Perú, Argentina, Chile, entre otros en los que al igual que en Colombia predomina un modelo económico extractivista que se impone en las políticas gubernamentales.

La última noticia es que en los puntos de bloqueo del paro cafetero en el Cauca aumentó considerablemente el pie de fuerza del ESMAD. Pero esto no amedrenta a los manifestantes y en cambio siguen llegando más y más personas a sumarse. Además la conciencia se ha despertado en otros sectores. Vimos en Bogotá y en otras capitales del país la marcha contra el sistema de salud.Funcionarios de la salud, médicos, enfermeros, estudiantes y pacientes se movilizaron contra este sistema que no promueve la salud sino que mata.

Un sistema tan lesivo que va desde la atención deshumanizada en las oficinas de las EPS, las demoras en la atención, el tiempo insuficiente de diagnóstico al paciente, la negación de los servicios incluidos en el POS. La negación de tratamientos posibles y necesarios por lo que los pacientes se ven obligados a cubrir con sus propios medios los tratamientos que deberían haber recibido por parte de las EPS. Médicos obligados a no recetar los medicamentos que deben sino los que les permite. Pacientes con enfermedades que se agravaron porque no los quisieron atender a tiempo, que se mueren en la fila sacando una cita, que los mató la enfermedad porque los tratamientos necesarios no se los cubría el POS.

Los pacientes no tienen por qué seguir mendigando sus derechos, los médicos y funcionarios de la salud no tienen por qué seguir superponiendo las reglas del negocio de las EPS sobre su criterio médico y ético. La gente salió a denunciar los abusos a sus derechos fundamentales por parte de un sistema que secuestró la salud y la convirtió en un negocio.

Igualmente los campesinos de Cajamarca no bajan la guardia frente a los ataques de la minera Anglo Gold Ashanti con los que pretender desprestigiar su lucha legítima por sacar la minería de su territorio. El gobierno aprueba abiertamente la entrada de una empresa minera con pésima reputación en todo el mundo por violaciones a los derechos humanos, que ahora se atreve a perseguir y a señalar como guerrilleros a unos campesinos que protegen a la mayor despensa agrícola del país.

Ayer, 2 de marzo de 2013, el presidente de la república y el presidente de la Federación Nacional de Cafeteros anunciaron a través de los medios oficiales el fin del paro tras llegar a unos supuestos acuerdos que definirían el aumento de los subsidios, de $60.000 a $115.000. Esto es sin duda una estrategia más para tratar de manipular a los caficultores y de confundir a la opinión pública ya que el alza del subsidio por sí sola beneficiaría sólo a los bodegueros, sobre todo es una medida insuficiente ante la magnitud del problema. Los caficultores ya han dejado muy claro que la única condición de acuerdo es acoger los 5 puntos por ellos planteados.

1. Precio remunerativo del café;
2. No a la minería en zona cafetera;
3. Control de precios de fertilizantes y abonos;
4. Soluciones de deuda y embargos en los bancos; y
5. No a la importación de café.

Además, poco después de estas declaraciones del gobierno, los líderes del paro desmintieron esas afirmaciones argumentando que en esa reunión no estaban sus verdaderos representantes y ratificaron que el paro continúa hasta que se firmen los acuerdos de la mesa de concertación.

Todas estas movilizaciones no son producto de la coincidencia, mucho menos podemos verlas aisladas. Todos y todas nos identificamos y nos vemos representados en estos sectores que ahora se movilizan por diversas causas con el mismo origen: La apertura al libre mercado, los TLC, a los que tanto nos opusimos y sin embargo aprobaron. Un modelo económico que en la riqueza natural y en la diversidad cultural no ve un pueblo soberano sino recursos y obreros de último nivel para las empresas extranjeras. Un modelo que en los últimos 10 años de gobiernos se ha vuelto más agresivo, dedicado a fortalecer el aparato militar, dejando de lado el agro y en cambio entregándolo a empresas extractivas como corresponde a la política de las locomotoras de Santos. El paro no es sólo cafetero, es de todo el agro y cuestiona el proyecto político de Santos de someter a la economía minera a un país con vocación agrícola.

author by CRICpublication date Tue Mar 05, 2013 18:18Report this post to the editors

El Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC, convoca de manera urgente a las comunidades indígenas de los 120 Cabildos Indígenas del Cauca, filiales de la organización, a unirse al paro cafetero, a partir de hoy (ayer) domingo 3 de marzo de los presentes.

La decisión fue tomada después de analizar y consultar con sus bases, la problemática cafetera que ha llevado a la agudización de la grave situación que sufre el sector más tradicional y grande de la economía nacional obligándolos por dignidad a declarar el paro cafetero y cacaotero, por la falta de voluntad política, de diálogo y concertación del gobierno nacional ante las exigencias justas de los caficultores, quienes llevan meses y años exigiendo respuestas y planteando verdades y ahora más de 6 días en paro en todo el país, exigiendo que se les solucionen sus problemas. Destacamos que ante la verdad de los hechos de hambre que afectan a caficultores y cacaoteros, el gobierno miente, manipula y engaña a la opinión pública señalándolos como infiltrados por la insurgencia, incapaces de entender su propia realidad y exigiendo en paro lo que ya se les da con creces.

Aunque el Presidente Santos y el Presidente de la Federación Nacional de Cafeteros anunciaron ayer 2 de marzo, a través de los medios de comunicación el fin del paro tras llegar a unos supuestos acuerdos que definirían el aumento de los subsidios, de $60.000 a $115.000. Esto no es nada cierto, pues no ha habido una comunicación directa con los que están participando de las jornadas del paro. No cabe duda que esta información mancomunada entre el gobierno y la federación de cafeteros, es una estrategia más para tratar de manipular a los caficultores y de confundir a la opinión pública ya que el alza del subsidio por sí sola beneficiaría sólo a los bodegueros, sobre todo es una medida insuficiente ante la magnitud del problema. Los caficultores ya han dejado muy claro que la única condición de acuerdo es acoger los 5 puntos por ellos planteados. 1. Precio remunerativo del café; 2. No a la minería en zona cafetera; 3. Control de precios de fertilizantes y abonos; 4. Soluciones de deuda y embargos en los bancos; y 5. No a la importación de café.

Así mismo, aclaramos a la opinión pública nacional e internacional que nuestras razones para unirnos de manera decidida al paro cafetero, obedece precisamente a que el gobierno no ha propiciado mecanismos efectivos de diálogo y negociación, ni la búsqueda sincera y con la seriedad que merecen las exigencias de un sector que tantos beneficios le ha traído a la económica nacional. Consideramos también que mientras el gobierno ha priorizado un dialogo fluido y directo con las FARC, se niega a escuchar a los campesinos e indígenas que con justas razones exigen sus derechos..

Condenamos y rechazamos los atropellos de los que han sido víctimas las comunidades movilizadas en los departamentos donde se adelantan las jornadas del paro, por parte de la fuerza pública (ESMAD), que hoy tiene a dos comuneros del Resguardo indígena de las Mercedes entre la vida y la muerte: José Saulo Osnas fue herido en su cara y Jaime Guainas fue macheteado, en la vereda el Descanso, Municipio de Caldono, Cauca, por efectivos del ESMAD. También hemos conocido que en los puntos de bloqueo del paro cafetero en el Cauca aumentó considerablemente el pie de fuerza del ESMAD. Pero esto en ningún momento desmayará nuestra decisión en sumarnos al paro, por el contrario seguirán llegando más personas a sumarse.

También rechazamos y responsabilizamos al gobierno por la infiltración de militares armados en el paro, quienes, vestidos de civil, se están haciendo pasar como miembros de la guardia indígena. Precisamente ayer en la tarde, en el corregimiento del Pital, Municipio de Caldono, Cauca, fueron entregados al Defensor del Pueblo Regional, Secretario y Personero del municipio de Caldono, 7 militares vestidos de civil quienes fueron sorprendidos por la guardia indígena cuando al interior de la concentración portaban equipos de campaña, radios de comunicación, camuflados, cámaras fotográficas y otros elementos de intendencia militar. Se hace suponer a las autoridades indígenas, que estos infiltrados lo que están buscando es hacer “falsos positivos” con elementos militares al interior de los manifestantes, para hacer creer a la opinión publica que hay grupos armados ilegales en la marcha, tal cual como lo dijo el Ministro de Agricultura a inicios de la presente semana en un discurso televisivo nacional.

Finalmente, El CRIC y los Cabildos Indígenas del Cauca que lo componen, solicitamos a los organismos nacionales e internacionales y a los entes de control: Defensoría del Pueblo, Fiscalía, Procuraduría Nacional y otras entidades Defensores de Derechos Humanos, para que hagan seguimiento a esta crisis humanitaria y estén atentos a cualquier situación o hecho que atente contra la vida de los manifestantes presentes en las luchas que libra la población cafetera y en el que nuestras comunidades están participando de manera activa.

Por el Derecho a la Vida y la Dignidad de los Pueblos, el CRIC, presente en las Jornadas del paro cafetero.

Consejería Mayor

Consejo Regional Indígena del Cauca -CRIC-

Marzo 03 del 2013

author by Horacio Duque Giraldopublication date Tue Mar 05, 2013 18:20Report this post to the editors

No para la insurrección cafetera. El paro cívico nacional de los pequeños y medianos campesinos de la caficultura es como una bola de nieve que crece todos los días y contagia otros colectivos populares, como los camioneros que reciben un golpe del Ministro de Minas y Energía, con un nuevo reajuste de los precios de la gasolina.

Impensable lo que esta ocurriendo. Tanto pontificar sobre paros cívicos, huelgas políticas y movilizaciones para desmontar el poder oligárquico centenario y el neoliberalismo depredador, para concretar la revolución y el socialismo y la liebre salta por donde menos se espera.

Los campesinos ligados a la producción cafetera, pequeños y medianos caficultores, los trabajadores y trabajadoras escogedores de cafe y ejecutores de las otras labores de la caficultura, han protagonizado un levantamiento espectacular contra el neoliberalismo encarnado en los TLC que los gobiernos van firmando sin importar las consecuencias sociales de los mismos. Es lo que ha hecho el señor Santos en sus meses de gobierno y lo que hizo su patrocinador, el Señor Uribe, durante ocho años, protagonista ahora de una voltereta oportunista para despejar sus ambiciones electoreras y la de sus flamantes y cínicos precandidatos presidenciales.

La insurrección de miles de campesinos nos da lecciones en las formas de lucha contra los poderes plutocráticos. Hay que hacer el aprendizaje y replicarlas por el resto de las luchas populares.

Bloqueos de carreteras, acciones masivas contra el ESMAD, denuncias de la violencia policial, pliegos adecuados, voceros documentados, son modalidades de acción que demuestran su alta efectividad para doblegar la soberbia del poder oligárquico que representa el señor Santos y sus mediocres ministros, que hace rato debieron renunciar a sus cargos.

El paro cívico cafetero es de tal potencia que ya tiene por el suelo la anacrónica institucionalidad de la Federación Nacional de Cafeteros y sus Comités locales, nido del burocratismo y la corrupción.

El poder constituyente de los caficultores desbordó el poder constituido de los reyes conservadores de la caficultura y exige una Constituyente cafetera, ¡Ya!.

La revuelta antineoliberal colombiana en curso que simbolizan los valientes luchadores del Huila (Gigante, Garzon y Paicol), no va a parar. Se va a generalizar y sus técnicas hay que utilizarlas en otros escenarios de rebeldía revolucionaria que se gestan con los usuarios de la salud, con los algodoneros de Córdoba, los maiceros de Cereté, los arroceros del Tolima, los paneleros de Villeta, los lecheros del Meta y el Cesar, los cacaoteros de San Vicente de Chucurí, los cocaleros del Guaviare, los trigueros de Sandoná, los paperos de Boyacá los vendedores ambulantes de Bucaramanga, Cúcuta y Medellin, los movimientos cívicos contra la corrupción en Bogotá, los indignados de Cartagena y Magangué, los campesinos del Putumayo, los indígenas del Cauca, los camioneros, los universitarios, las madres comunitarias, las víctimas defraudadas por las reparaciones clientelistas y las restituciones de farsa, y los desempleados.

El común denominador de estas luchas es su ataque al neoliberalismo y al poder político que lo implantó y promueve con nuevas modalidades.

Tenemos entre nosotros el "sujeto político" antineoliberal que ha cuajado después de prolongadas luchas organizadas y lideradas por las diversas expresiones de la izquierda consciente y consecuente. Es preciso asumir cabalmente esta realidad para alcanzar nuevos niveles de la lucha del pueblo contra la hegemonía oligárquica en crisis. Es lo que nos indica, por lo demás, la mezquindad de aquellos politiqueros y politiqueras que, pescando en río revuelto, ya están organizando la rapiña de las listas electorales que deben, supuestamente, oficializarse a la vuelta de 14 meses. Pero así es y hay que desenmascararlos, porque el daño que ocasionan es tremendo, sobre todo por la manera como sobornan la conciencia del ciudadano con promesas y migajas pecuniarias.

author by Alfredo Molano Bravo - El Espectadorpublication date Tue Mar 05, 2013 19:15Report this post to the editors

EL café fue el cultivo por excelencia del país desde fines del siglo XIX hasta fines del siglo XX. En gran medida la poca democracia que el sistema tolera se debe al café por la sencilla razón de que su producción no ha estado ni está en manos de terratenientes, como las de la caña de azúcar y la palma africana. La colonización cafetera en Antioquia, Caldas, los Santanderes, Tolima, Huila y Cauca fue un movimiento de campesinos rasos, y aunque poco a poco algunos se fortalecieron y se convirtieron en empresarios, nunca llegaron a ser terratenientes como sucedió en Cundinamarca, razón que, por lo demás, los arruinó. Fue una colonización de ladera favorecida por los suelos volcánicos y, por supuesto, por los buenos precios internacionales. Los mismos factores que han hecho reina a la coca. La Violencia de los años 50 trató de sacar a los pequeños cultivadores y de hacer grandes fincas, pero los medianos y los pequeños resistieron. Sacrificando ganancias crearon la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), que por mucho tiempo consiguió ser auténtica representación de los intereses cafeteros. La construcción de carreteras, acueductos, escuelas y cooperativas impidió que la violencia que se volvió a encender en los 70 afectara las regiones de cultivo.

El primer golpe serio que sufrieron los caficultores fue el rompimiento del Pacto Mundial del Café en 1989, que empujó a muchos a buscar en los cultivos ilícitos, aun dentro de las zonas cafeteras, una defensa. Y lo consiguieron. La coca les ayudó a sobrellevar el abandono en que la Federación los dejaba para empeñarse ella en aventuras especulativas volteándoles la espalda. Gemela de esta estrategia abusiva fue la política de sustitución de variedades, cuyo resultado persistente ha sido la producción de paquetes tecnológicos cada vez más gravosos para el cultivador. La sustitución de variedades terminó siendo también sustitución forzada de agricultores. Así, la brecha entre la producción del grano y la especulación financiera se hizo cada vez más profunda.

La crítica situación actual que tiene enfrentados a caficultores y Gobierno se origina en la revaluación del dólar motivada por los millones que entran al país como resultado de la compra de empresas de servicios públicos, las inversiones gigantescas en minería y, claro está, el retorno de utilidades de la exportación de cocaína. El precio favorable internacional que podría llegar a los bolsillos de los cafeteros es sacrificado por las gabelas que el Gobierno ofrece a los inversionistas extranjeros y por las ganancias que la guerra contra la droga le deja a la mafia, que seguramente también invierte en minería. Cabe agregar que el Gobierno ha permitido la importación de cafés perratas de Vietnam, Perú y Ecuador a los grandes fabricantes de cafés solubles, que buscan sustituir el consumo de nuestro tinto por esa aguachirle del instantáneo. Las importaciones legales de café el año pasado fueron 954.000 sacos, según la OIC. Ese café se cultiva aplicando endosulfán, insecticida para combatir la broca, prohibido en Colombia. La cantidad importada paga la contribución cafetera a la FNC. Esa es la verdadera causa de las importaciones. Quién sabe cuántos sacos entran de contrabando. La tercera parte del tinto que nos tomamos en el país está hecha con ese grano.

Para rematar, las trilladoras están llenas de los llamados cafés inferiores, porque el consumo nacional está abastecido en gran parte con importaciones. La pasilla, que antes se negociaba a 25.000 pesos la arroba, hoy difícilmente se paga a 5.000. Por tanto, todo ese café de calidades media y baja terminará gorgojeado.

Related Link: http://www.elespectador.com/opinion/columna-407905-el-p...etero
author by Agropatíapublication date Tue Mar 05, 2013 19:24Report this post to the editors

La Comunidad de la cordillera del Patía, saluda a todas las comunidades, sus organizaciones y sus líderes, que han emprendido el sagrado derecho a la protesta, ante las injusticias, la marginación y la ejecución impuesta por esta clase que gobierna.

La lucha que se viene dando por los caficultores es justa y necesaria, ya que la crisis cafetera y, en general, del campesinado colombiano es dramática.

Se concluye por parte de la Comunidad que nos vinculamos y solidarizamos a esta lucha, con la participación de 2000 labriegos para fortalecer el bloqueo y también para exigir:

-La solución a la crisis cafetera y la Reforma Agraria Integral.

-El Derecho a la Educación consagrado en el Artículo 67 de la Constitución de 1991, el cual está siendo vulnerado por parte del gobierno a los niños, niñas y jóvenes de la cordillera de Patía.

-Mejoramiento de las vías porque su estado de deterioro implica dificultad y un alto costo en el desplazamiento, también implica un alto riesgo para la vida.

-La garantía a la Salud como un derecho fundamental y no como una mercancía. Que la Red de Salud Pública haga presencia integral en la totalidad del municipio.

-Solución política y dialogada al conflicto social y armado que padecemos los colombianos.

Denunciamos que las fuerzas militares y policiales están reprimiendo al pueblo en una práctica criminal, ilegal y terrorista, violando los derechos humanos al decomisar, destruir e impedir el paso de alimentos, agua y medicamentos. Sumado a esto, están usando armas no convencionales para agredir y mutilar a los manifestantes, realizando persecuciones, detenciones y judicializaciones irregulares; hoy el saldo de estas prácticas del terrorismo de Estado dejan muertos, desaparecidos y personas en situación de discapacidad.

Se espera que en horas de la tarde hombres y mujeres se sigan sumando a esta gran movilización por nuestros derechos y en solidaridad con las luchas que se vienen dando a lo largo y ancho de nuestra patria, el punto de concentración y resistencia es la vía Panamericana sobre los sitios de Galindez y el Pilón Patía.

author by Agropatíapublication date Wed Mar 06, 2013 17:41Report this post to the editors

Patía ha sido desde los tiempos de la invasión española un pueblo en resistencia, desde el momento que el invasor Juan de Ampudia que comandaba un grupo de ladrones en 1535, llegó a los valles del Patía encontrando tal cantidad de oro, que llegaron a creer que se trataba del mítico “El Dorado”. Los indígenas Patías, los Bojoleos, los Sindaguas y los Quillas lucharon por no ser arrasados. Este pueblo sigue resistiendo y luchando por vivir dignamente, por la paz con justicia social y porque otra Colombia sí es posible.

Nosotros somos personas que venimos de la tierra, de los ríos y de las montañas, del maíz, de la coca y del café; venimos de las luchas de Bolívar, Sucre, María Cano y de Gaitán. Venimos de los indígenas, de los afros y del pueblo que lucha por una Colombia nueva. Venimos a decir con voz tranquila pero firme que no queremos más una Colombia moldeada con comodidades para unos pocos y que una transformación es urgente y necesaria.

La Cordillera está invisible, nuestras condiciones de vulnerabilidad no son registradas en los medios de comunicación de guerra, ni en estadísticas. Los mínimos a los cuales somos merecedores los habitantes, se precarizan y agudizan con el pasar de los años. La educación para nuestros hijos e hijas es precaria y de calidad regular con una planta docente que carece todavía de 48 maestros. Nuestros cultivos, la tierra y nuestra agua son amenazadas por la fumigación criminal que arrasa con todo a su paso y nuestra población queda expuesta a distintas enfermedades por esos venenos regados desde avionetas manejadas por extranjeros – ya sean gringos o israelitas -. El servicio de salud (que debería ser un derecho) es insuficiente, las brigadas médicas y el hospital de El Bordo ante dolencias y enfermedades sólo tiene como respuestas pastillas de acetaminofén o ibuprofeno sin el mas mínimo interés en el paciente. Nuestras vías de acceso y salida están en un estado propio de siglos antepasados, dificultando la comercialización de nuestros productos y el desplazamiento en casos de emergencias. Estas y otras muchas consecuencias son resultados de un Estado mudo ante las garantías para el buen vivir de sus ciudadanos; pero que sí tiene voz alta para agredir, violar derechos humanos y estigmatizar la gente que con empeño trata de cambiar desde la autonomía un modelo impuesto desde el extranjero.

Hoy este pueblo levanta una vez más las banderas de la libertad, de la dignidad y del amor al prójimo. Decidimos salir a la Vía Panamericana para que nuestras voces sean escuchadas y no se invisibilice más nuestra lucha. Hoy salimos porque las condiciones de los empobrecidos en Colombia son nefastas, nos manifestamos contra los regímenes de odio y muerte que gobiernan este país. Salimos porque la situación del campo en Colombia es indignante, como lo es en las ciudades. Por muchos años hemos sido los olvidados, los “ninguneados” por parte de los gobiernos de turno que sólo se acuerdan de nosotros cada cuatro años en elecciones, o para mandar sus escuadrones de la muerte y masacrarnos cuando decidimos salir a exigir nuestros derechos.

El campesinado colombiano está condenado por parte del gobierno a la muerte y a la mendicidad, y las comunidades del sur del Cauca decimos “NO MÁS” a la humillación: nos manifestamos para exigir garantías para una vida digna. Saludamos a las mujeres luchadoras y tejedoras de sueños, nos solidarizamos con las víctimas de crímenes de Estado, convocamos a hombres y mujeres a rechazar las políticas antipopulares de este gobierno y a sumar esfuerzos en la construcción del país que queremos dejar a nuestros hijos, insistimos en consolidar las Constituyentes por la Paz y rodear los Diálogos de la Habana para que los anhelos de paz con justicia social sean logrados. Apoyamos las movilizaciones por la educación y las iniciativas de Zonas de Reserva Campesina. Incitamos al pueblo a levantarse en un sólo torrente amplio y multicolor por la defensa de sus derechos, por la instauración de una verdadera democracia participativa y por la segunda y definitiva independencia.

¡¡VIVA EL PARO AGRARIO NACIONAL!! ¡¡AVANZAMOS HACIA LA CONSTRUCCIÓN DEL PARO CÍVICO NACIONAL!!

author by Nelson Lombana Silvapublication date Wed Mar 06, 2013 19:57Report this post to the editors

A pesar de la dura represión por parte de la policía y el Esmad, el paro nacional cafetero en el departamento de Tolima se fortalece, se radicaliza y se profundiza. El arribo de nuevos labriegos procedentes de los 47 municipios va en aumento diariamente.

Adicionalmente, un grupo importante de alcaldes y personeros municipales se han pronunciado a favor de la protesta y han expresado su decisión de hacer causa común para apoyar la lucha justa de los pequeños y medianos caficultores. Expresaron su decisión de presionar ante el alto gobierno nacional para que apresure una solución plausible a los intereses de los trabajadores del campo. Seis mandatarios reunidos el día inmediatamente anterior en el hotel Ambalá criticaron duramente la ausencia del alcalde de Ibagué, Luis H Rodríguez y el personero municipal de esta ciudad.

El alcalde del municipio de Rovira, Diego Andrés Guerra, se puso al frente de esta convocatoria, la cual fue aceptada por sus homólogos de Anzoátegui, Cajamarca, Rovira, San Antonio, Roncesvalles, Valle de San Juan y Ortega.

Sobre las razones que lo llevó a tomar participación protagónica, el mandatario Guerra de profesión médica, dijo: “Esto se motivó a raíz de una información de la gente que me ha dado del municipio de Rovira, de una serie de abusos, excesos de fuerza del orden público, calamidad de salud y de hambre que están pasando los campesinos que vinieron a encabezar el paro desde Rovira en el sitio de Boquerón”.

“El sábado quise venir personalmente con una comisión de Rovira, trajimos algunos medicamentos, algunas ayudas para los campesinos y nos dimos cuenta que la situación que están pasando es muy delicada. Los campesinos decían que los alcaldes estamos aislados, que estamos fuera y no hemos querido pararle bolas a una problemática social. Lo que quise hacer hoy fue convocar a los alcaldes cafeteros, que ellos de una u otra forma han estado pendientes de sus comunidades. Hoy estuvieron los alcaldes de Valle de San Juan, delegado del alcalde de Ortega, Cajamarca, Anzoátegui, Roncesvalles, San Antonio y Rovira”.

Otro aspecto importante es lo relacionado con la dinámica orgánica. Dirigentes populares del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima, SINTRAGRITOL y ASTRACATOL, se han unido para direccionar la protesta de los cafeteros en el departamento del Tolima, especialmente en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué, Tolima.

Después de consultar a los 8 mil campesinos que hay en este lugar el domingo mediante la realización de tres asambleas, se conformó una comisión representativa con líderes municipales y veredales. Esta comisión sesionó ayer concluyendo con la conformación de cinco comisiones, las cuales tendrán autonomía de acuerdo a sus funciones, pero todas estarán articuladas debidamente en comunicación de doble vía, para dar una sola orientación, favoreciendo la unidad, la coordinación y la organización.

Estas comisiones son: 1. Derechos Humanos y Salud; 2. Seguridad y Apoyo Jurídico; 3. Comunicaciones; 4. Logística y Alimentaria; y 5. Política. Anoche se hizo la socialización de la iniciativa la cual tuvo acogida por todos los presentes, tomando la protesta una dinámica unitaria, coordinada y organizada.

Se busca con esta iniciativa cerrarles el paso a los anarquistas y a la inteligencia militar infiltrada, los cuales vienen generando desórdenes para “justificar” la acción criminal de la Policía y el Esmad, según vienen señalando los huelguistas.

Esta iniciativa orgánica posiblemente será socializada en los demás puntos de convergencia y de lucha campesina en el transcurso de los próximos días, con el propósito de hacer más contundente la gigantesca protesta que se viene desarrollando en 13 departamentos de Colombia.

El boletín informativo fechado marzo 4 de 2013, socializado anoche en el barrio Boquerón, termina diciendo: “Con el ánimo de fortalecer orgánicamente nuestra justa protesta llamamos muy fraternalmente a la unidad, a la organización y a permanecer firmes en esta lucha que venimos librando con decisión y coraje. Destacamos el valor de la mujer, el valor de la juventud campesina y también el valor de los mayores, que a pesar de la dura represión se mantienen firmes y consecuentes con la causa”.

“La Federación de cafeteros está en manos de la Burguesía”

El dirigente popular, Edgar Sánchez Cortés, al presidir las asambleas para explicar el proyecto de unidad y organización en el barrio Boquerón, señaló que la Federación Nacional de Cafeteros está en manos de la burguesía. “Esta mañana, (antier) el señor presidente de la república salió a decir a través de los medios de comunicación que el paro estaba levantado. Eso es falso. El presidente negoció fue con la Federación Nacional de Cafeteros, que está en manos de quién, pues de la oligarquía, no en manos de nosotros los campesinos”. (Aplausos y vítores)

Agregó: “Como tal, mientras el gobierno no se siente a dialogar con los que producen, con los que arrancan lombrices y los que limpiamos los cafetales, no hay arreglo. Si van a negociar con la gente de escritorio, nosotros no somos de escritorio, somos del campo”. (Siiiiiiiiiiiii, bravo exclaman los presentes)

Testimonios

Efraín Bohórquez, habitante del barrio Boquerón: “Quiero pedirle al gobierno que arregle lo más pronto posible la problemática de los campesinos, porque estamos viviendo una vida muy verraca, muy tenaz, sobre todo por el gas lacrimógeno y las bombas de aturdimiento. Los niños, nuestros hijitos, son los más afectados, porque vienen tirando esos gases sobre nuestras casas, perjudicando gravemente a los niños”. “Es un problema para todo: Para uno salir de la casa, para entrar, ir al trabajo es muy complejo. Son muchos los problemas que se generan”.

Lina Bohórquez, barrio Boquerón: “El gobierno debe arreglar lo antes posible porque tengo un niño de dos años y vive muy afectado por esos gases y esos estruendos. Mantiene asfixiado. Antier, los antimotines tiraron piedra sobre la casa, dañaron las tejas, me tiran ese gas cerca a uno, no hay respeto, mucho menos consideración. Le he hecho el reclamo y los del Esmad nos dicen que es que nosotros somos aliados con los campesinos, que por qué no los sacamos del barrio, pero cómo lo vamos a sacar, pensamos que tenemos que estar dentro de la casa pero eso no vale porque ellos tiran gases para el interior de las casas, dañan los vidrios, etc. No respetan. Nos tiran piedras sobre las casa. No sabemos qué hacer”.

Luz Mélida Chagualá, barrio Boquerón: “La situación la veo grave. Grave porque no quiere el gobierno arreglar nada, absolutamente nada. Este paro me afecta muy duro, muy duro, porque para nosotros es muy duro que estemos a orillas de una vía central y estemos peligrando constantemente nuestras vidas, la vida de los hijos, tememos que le coloquen una bomba a la casa y nos la tumben, uno no sabe qué puede pasar en cualquier momento y cada vez que hay esas agresiones tan violentas. Acá vivimos cinco personas, una menor de edad de cinco años. Las personas del segundo piso tienen unos niños y tuvieron que llevarlo para otra parte porque se estaban ahogando”.

José Rubiel Leal, vereda Honduras, municipio de Ibagué: “Los policías vienen abusando de la fuerza, no miden consecuencias. Un amigo mío que vive en la vereda San Cristóbal Alto, tiene alrededor de 22 años lo cogieron los señores del Esmad y le partieron una pierna, le partieron un brazo, lo volvieron nada. Es un campesino que yo lo distingo hace más de diez años. Esta agresión ocurrió el domingo en horas de la tarde, cerca al CAI de Boquerón”.

Hassler Díaz Camelo, joven acompañante: “He recibido duros golpes del Esmad, estoy amenazado, ya me la sentenciaron. En estos días he visto cosas horripilantes: He visto cómo le disparan a los campesinos a quemarropa. El sábado ya utilizaron armas de fuego. Vi cómo le dispararon a un campesino en tres oportunidades, uno proyectil de esos se le incrusto a un ladito de la columna vertebral. Tuve en mis manos varias vainillas de esas. Vi cómo los campesinos tuvieron que botar comida al estar al parecer envenenada. El sábado un desconocido, al parecer de la SIJIN, entregó una paca de agua. La gente la distribuyó. Algunos menos mal la utilizaron para bañarse la cara y que sorpresa, eso picaba duro en la piel. Examinaron el agua y descubrieron que tenía en su interior una mancha amarillenta. Muchos campesinos temen ser envenenados o ser víctimas de sustancias que generen diarreas o sueño. Ahora, no se puede recibir “donaciones” de desconocidos”.

author by Crónicas de un despojopublication date Wed Mar 06, 2013 20:03Report this post to the editors

Campesinos y campesinas caficultoras del Cauca y Nariño se encuentran desde el 25 de febrero en paro en la Panamericana en el Pilón, municipio de Mercaderes, Cauca.

Como en otros muchos puntos de Colombia mantienen una dura lucha para reclamar soluciones a los problemas que les vienen afectando.

Los problemas de las y los caficultores, al igual que el resto del campesinado, son estructurales y apuntan a la necesidad de un cambio de modelo de desarrollo, a la necesidad de una reforma agraria y a frenar las locomotoras de Santos que sólo pueden llevar a un desastre a la agricultura, al medio ambiente, a los territorios y a la vocación campesina de poblaciones que quieren continuar trabajando y cuidando la madre tierra.

Campesinos y campesinas caficultores han sufrido la represión del ESMAD y del ejército. Pero su decisión es firme: no se irán hasta que se aprueben los cinco puntos por los que en estos momentos se movilizan.

Se ha generado una gran solidaridad hacia esta lucha. Pero es preciso que se extienda aún más y que se acompañe también físicamente en los puntos de los paros para conseguir que esa resistencia se fortalezca.

Ver documental en:

Related Link: http://prensarural.org/spip/spip.php?article10366
author by Nelson Lombana Silvapublication date Wed Mar 06, 2013 20:05Report this post to the editors

El paro nacional cafetero es cada vez más fuerte y contundente en el departamento de Tolima. Los labriegos de los 47 municipios se vienen sumando todos los días, a pesar de la criminal represión del gobierno nacional a través de la Policía y el Esmad.

El pueblo campesino y cafetero está dispuesto a jugársela el todo por el todo. Ya está cansado de tanta injusticia, tanta inequidad, tanta promesa y tanta explotación y corrupción. Es inaudito que mientras el gerente nacional de la Federación se gana más 53 millones de pesos mensuales básicos de salario, es decir, sin incluir los onerosos gastos de representación, los pequeños y medianos caficultores se vean precisados a colocar una alta dosis de sacrificio solo por obtener un precio medianamente humano y justo.

Mientras el presidente Juan Manuel Santos Calderón dice que no hay plata para los campesinos cafeteros, malversa sumas exageradas para instalar la quinta división del ejército nacional en Ibagué, la cual tendrá jurisdicción en los departamentos de Tolima, Huila, Caquetá y parte de Cundinamarca.

Ayer fue un día relativamente calmado en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué, bajo un sol espléndido los más de 8 mil campesinos se mantuvieron prestos en sus improvisados cambuches. Los defensores de derechos humanos continuaron su penosa labor de auxiliar a los contusos por la represión oficial, siempre en espera de una solución plausible del gobierno que habla de paz de dientes para afuera, porque una cosa dice y otra bien distinta hace.

La protesta se presentó la noche anterior hacia la vía al nevado en el cañón del Combeima, cuando manifestantes tumbaron árboles y bloquearon la vía en solidaridad con los campesinos. La policía y el Esmad arremetieron violentamente, sin embargo, los manifestantes resistieron heroicamente durante varias horas pacíficamente.

En horas de la tarde, el Defensor Regional del Pueblo, Miguel Ángel Aguiar Delgadillo, se reunió en su despacho con un grupo de defensores de derechos humanos, explicando su función principal la cual consiste básicamente en hacer acompañamiento y recomendaciones a los infractores de las normas que protegen a la población civil. Aprovechó para recibir cantidades de denuncias sobre las posibles violaciones por parte de la fuerza pública en el paro campesino que se viene desarrollando en los trece departamentos del país.

Llamó poderosamente las denuncias que hizo un líder campesino del norte del Tolima que viene participando del paro en el cruce del Líbano y Armero – Guayabal. Cuando aún los campesinos no se habían ubicados en este sitio, fueron atacados salvajemente por el Esmad con gases lacrimógenos y bombas de aturdimiento, al mando del mayor Sierra del ejército nacional. Ese día hubo once heridos, algunos de consideración.

Dijo el líder comunitario que estamos ante la provocación militarista, el terrorismo de Estado, desconociendo que la protesta es un derecho consagrado en la constitución nacional. Dos labriegos ingenuamente se retiraron del grueso y fueron golpeados sin piedad alguna, creyéndolos muertos los militares lo arrojaron a una acequia, de allí lograron salir para rendir su testimonio. Le fracturaron algunas costillas, los brazos y no permitían los uniformados que los familiares los auxiliaran.

Al parecer y de acuerdo con lo narrado por el líder campesino, se estaría usando algunos vehículos de la Cruz Roja para transportar soldados y criminales del Esmad, desconociendo de cabo a rabo los principios consagrados en el Derecho Internacional Humanitario, DIH.

Señaló el dirigente regional que el presidente nacional oculta deliberadamente la crisis, la causante del paro campesino, escondiéndola con el cuento chino que los campesinos vienen saliendo masivamente a la protesta empujados por la insurgencia que opera en todo el departamento de Tolima. No dice nada sobre la corrupción que genera la crisis como Agro Ingreso Seguro, la corrupción al interior de la federación nacional de cafeteros, los bombardeos indiscriminados de la fuerza pública, el espacio que le está dando a las multinacionales y transnacionales que vienen desplazando a los campesinos, etc. “Esos robots humanos no respetan ni los niños, ni los ancianos, ni los lisiados, son animales salvajes amaestrados para atacar a su propia clase social”, subrayó el líder defensor de los Derechos Humanos.

Testimonios

Gustavo Correa, municipio de Rovira: “Anoche fuimos nuevamente víctimas de la represión; una muchacha viciosa de la calle se camufló se arrimó a un carro a pedir algo de comer, los Esmad la fueron a agredir y un compañero se metió a intervenir, siendo duramente agredido ese compañero también de Rovira. Me le voy respetuosamente a los señores del Esmad y le solicito que me escuche porque es mi obligación de defender a mis compañeros, pues nosotros no vinimos a hacer vandalismo, vinimos a una marcha pacífica. La respuesta fue cortante: Quítese de aquí o le volamos todos esos cambuches. Ustedes merecen respeto, nosotros también, les dije y me retiré humillado”.

“Sé que el gobierno les paga para que nos proteja, no para que nos agreda como lo vienen haciendo. Nosotros no semos vándalos. Semos campesinos que no estamos aquí por estar, estamos defendiendo una causa justa y humana. No estamos acá para incomodar a la gente de la ciudad por deporte, estamos por necesidad”.

Dagoberto Moreno Aragón, indígena del municipio de Ortega: “La impresión que tengo de este paro es que hasta el momento el gobierno nacional no quiere responder a las exigencias que estamos haciendo pacíficamente, ante la ruina cafetera, teniendo en cuenta que nosotros dependemos del cultivo del café. Lo que está valiendo no compensa con lo que vale la recolección y la espera que haya que hacer para recolectarla”.

“Una carga de café está en el presupuesto de $750 mil pesos y se está vendiendo hasta $450 mil pesos, eso indica que está arrojando pérdidas enormes para nosotros los indígenas y campesinos. Eso quiere decir que para que nos quede algo de ganancia el valor debe estar por encima de los $800 mil pesos”.

“Viendo que tenemos un gobierno dizque habla de paz, pero asume una postura infame contra el pueblo; es un presidente mentiroso. Nos quiere engañar con una limosna que nosotros no la vamos a permitir, prácticamente se viene burlando de nosotros los indígenas y campesinos. Nosotros lo que necesitamos es un precio estable que nos permita educar a nuestros hijos, meterle trabajo a la finca. Así las cosas, necesitamos un pronunciamiento claro del gobierno ya”.

En la foto campesino muestra bola de cristal con la cual vienen atacando el esmad a los campesinos en Boquerón.

author by Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila - ATCHpublication date Wed Mar 06, 2013 21:25Report this post to the editors

La economía cafetera dinamizó el proceso de modernización de nuestro país, fueron los caficultores, pequeños y medianos propietarios quienes aportaron para la construcción de las grandes obras de desarrollo del país Colombia.

Los gobiernos colombianos, sin consultar al pueblo en general, han decidido dar un tránsito de la economía nacional del sector agropecuario a la extracción minero energética extranjera; esto ha derivado en un cambio en la vocación productiva agraria, para la entrega del territorio a multinacionales.

El 50% de la población colombiana es población rural, sin embargo la garantía de derechos es nula y el Estado no invierte en el campo, los campesinos producimos el 70% de la comida que se consume en el país, y de que el sector agropecuario es el que más aporta al PIB nacional.

El Departamento del Huila es el mayor productor nacional de café, 35 de los 37 municipios Huilenses deriban gran parte de su economía del café, la economía cafetera genera 2 millones de empleos directos y 1 millón de empleos indirectos, 550.000 familias colombianas derivan su subsistencia del cultivo del café.

Desde el lunes 25 de febrero más de 50.000 mil caficultores del departamento del Huila, se han apostado en diferentes zonas del departamento para exigir el cumplimiento de un pliego de peticiones que han venido discutiendo hace más de 1 año con el gobierno nacional.

Desde la llegada de los labriegos a los sitios de concentración han existido desmanes graves de la fuerza pública que ponen en riesgo la vida, la salud, la integridad y la libertad de todos los labriegos que ejercen de manera legal y legítima el derecho a la protesta, en este momento se cuentan más de 79 heridos entre los que se encuentran niños, mujeres, ancianos y jóvenes.

La Policía Nacional ha quemado la comida, ha entrado a los cambuches haciendo allanamientos ilegales ya que para los campesinos que protestan los cambuches en este momento constituyen su hogar, violando todos los derechos consagrados en la constitución política y amenazando de muerte a algunos líderes y defensores de derechos humanos.

La situación es cada vez más grave, el ESMAD amenaza con ingresar al barrio y desalojar a los labriegos de manera violenta, los campesinos se sienten protegidos por la constitución, los derechos fundamentales y su legítimo ejercicio ciudadano.

author by Proceso de Comunidades Negraspublication date Thu Mar 07, 2013 19:36Report this post to the editors

Como PROCESO DE COMUNIDADES NEGRAS en Colombia, nos solidarizamos con los más de de 70 mil caficultores y caficultoras que reivindican los derechos de vida digna, de precio remunerativo del café, de rechazo a la minería en zona cafetera, de protección a la flexibilidad del tipo de cambio, de control al contrabando y rechazo a la importación de café, de apoyo al subsidio a materiales fertilizantes orgánicos y, de solución a la deuda y embargo en bancos .Rechazamos la muerte de un compañero en Garzón (Huila) a manos del ESMAD, de los cuales también rechazamos los actos de saboteo como el robo, derramamiento y quema de comida, ollas y carpas insultos y golpes propinados a las y los compañeros en sus actividades, rechazamos la detención de ya más de 74 manifestantes solidarizados en diferentes zonas de país.

Basta ya de criminalizar la justa protesta por condiciones de vida digna que nos afectan a todas y todos cuando hablamos del campo colombiano; basta ya de convertir en terroristas a quienes se han preocupado desde siempre por construir un buen nombre del país a costa de su trabajo honrado. Basta ya de la manipulación informativa que no desentrañan los causantes del paro, y que no le cuenta a colombianos y colombianas la violencia a la que se ven sometidas las manifestaciones populares. Basta ya que los voceros del gobierno criminalicen el derecho legitimo a la protesta.

Hacemos un llamado a la solidaridad a los hermanos y hermanas indígenas, campesinos/as y afrodescendientes que están en la panamericana Cali- Popayán y a que fortalezcan la resistencia como nuestros mayores nos enseñaron con gran sabiduría y valor.

Llamamos al Gobierno Nacional en cabeza del Presidente Santos a que converse con los voceros de los Campesinos e Indígenas en búsqueda de una solución satisfactoria para todo el pueblo colombiano, a los Ministros del Trabajo y del Interior a que entiendan y comprendan la ruralidad en su justa dimensión y entiendan que, la Federación Nacional de Cafeteros no responden a las demandas de los caficultores y caficultoras y por lo tanto, deben sentarse a dialogar con los representantes del paro que sí son representantes de los y las caficultoras.

Con nuestra tradicional afirmación de Vida y Alegría, Esperanza y Libertad

Equipo de Coordinación Nacional Proceso de Comunidades Negras.

author by Nelson Lombana Silvapublication date Fri Mar 08, 2013 16:21Report this post to the editors

Ayer hubo tensa calma en los campesinos que hacen protesta en el barrio Boquerón de Ibagué. En la mañana los voceros autorizados dieron un informe, básicamente el anuncio de los diálogos entre la comisión que determinó el presidente Santos y los delegados de los campesinos cafeteros, encuentro que se desarrolla en Pereira (Risaralda).

En horas de la tarde hubo nuevamente asamblea informativa para anunciar que se estaba realizando la negociación y que el vicepresidente de la república, Angelino Garzón, había dicho a su arribo que no se pararía la comisión de la mesa hasta tanto no hubiera un arreglo satisfactorio para las partes, lo cual generó cierto optimismo entre los miles de labriegos que se encuentran allí.

De igual manera, los voceros autorizados en este lugar exhortaron a los campesinos a fortalecer la unidad y la organización, a armarse de valor para resistir hasta el final esta dura lucha por las reivindicaciones necesarias para los cafeteros pequeños y medianos de Colombia.

Sobre esta información se pronunció uno de los voceros autorizados de la histórica protesta campesina, se trata del compañero Édgar Sánchez Cortés: “Bueno, hasta ahora está la mesa de concertación en Pereira y hay que decir una vez más que las exigencias de los campesinos son más que justas, porque este ha sido un sector abandonado por el Estado”.

Sobre el anuncio del vicepresidente de la república de que no se parará de la mesa hasta que no haya una negociación, el dirigente popular indicó: “Me parece una manera prudente de aceptar el conflicto y sí, muy positivo para nosotros también; los cafeteros delegados tampoco se van a parar de la mesa hasta tanto no haya un acuerdo que podamos compartir satisfactoriamente las partes”.

Sobre el estado de los campesinos que ya cumplen nueve días, pero que se mantienen firmes en el paro, Édgar Sánchez Cortés, subrayó: “Es indudable, se le nota el cansancio físico a los campesinos, pero hay moral de lucha por el fin es conquistar lo que nos hemos trazado. Hay unidad, acuerdo generalizado y como dijo alguien: Aquí estamos y aquí nos quedamos hasta que hayan resultados positivos para los campesinos cafeteros”.

Testimonios

Danilo López Carrero, vocero autorizado: “Esta mañana se realizó una asamblea informativa, haciendo un balance general de lo que hasta la presente ha sucedido: Tenemos más de 60 heridos, tenemos mucha gente enferma de diarrea, problemas gripales, problemas de contaminación producto de todos los gases y venenos que nos han tirado acá. Pero también es satisfactorio decir que cada vez tenemos mayor concentración de población, a pesar de las dificultades la gente sigue llegando; en estos momentos hay más de ocho mil campesinos concentrados en este sitio”.

“Discutimos en la asamblea la importancia de la organización interna, entonces se nombraron cinco comisiones que vienen funcionando ya, éstas se fortalecieron. Estas comisión son: derechos humanos, seguridad, salud, logística y alimentos, y comisión política”.

“La gente se volvió muy receptiva, muy contenta, muy decidida a seguir en la lucha. Informamos también sobre algunas reuniones que hemos tenido con el gobierno departamental, municipal, el comité departamental de cafeteros, espacios donde se ha venido analizando el sentido de esta protesta y visibilizando el objetivo central de esta movilización”.

“El gobernador tuvo una reunión con nosotros en el décimo piso de la gobernación con toda la cúpula de su gobierno, se hicieron denuncias de los atropellos por parte de la Fuerza Pública y se exigió que el gobernador asuma su papel como gobernante civil de este departamento supuestamente democrático, entendiendo que en una democracia gobierna el elegido por el pueblo”.

“Pero resulta que el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón se quita el bulto diciendo que él no tiene el manejo de esta protesta, porque esta protesta solamente la decide el gobierno central, o sea, el presidente de la república y entonces los desmanes de la Fuerza Pública, el gobernador según él, no la puede controlar. Nosotros sabemos que sí puede, lo que pasa es que no ha jugado el papel como tiene que ser, no ha asumido su responsabilidad como gobernante elegido por el pueblo del Tolima”.

“Esta protesta está en el Tolima y quien debe responder por los desmanes de la Fuerza Pública, por la autoridad es el gobernador democráticamente elegido con voto popular. Yo no sé por qué eso no lo hace valer. Estamos aterrados de que los gobernantes elegidos por el pueblo no tienen en este momento autonomía para decidir, sino los que están decidiendo son aparatos represivos, reaccionarios y militaristas, defendiendo únicamente los intereses económicos de las multinacionales, no dejando espacio para reclamar los intereses del pueblo colombiano”.

“Más bien hay que destacar la postura de algunos alcaldes y personeros municipales que el lunes pasado nos reunimos con todos los alcaldes de la zona cafetera, entre otros: San Antonio, Roncesvalles, Rovira, Anzoátegui, Valle de San Juan, Ortega y Cajamarca. Brilló por su ausencia a pesar de que la reunión fue en el hotel Ambalá, brilló por su ausencia de una manera irresponsable, de mal gusto, hay muchas interpretaciones, la ausencia del alcalde anfitrión”.

“El alcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez, era por derecho propio el encargado de liderar esta reunión. Eso nos parece supremamente grave, que no haya una autoridad civil para que nos represente, nos escuche y nos ayude a resolver este conflicto que tiene mucho que ayudar y participar”.

“Al iniciar la reunión esta mañana se aprobó un minuto de aplausos por el brillante papel que jugó el comandante Hugo Rafael Chávez Frías en el continente latinoamericano, desarrollando una forma de interpretar y organizar el continente para constituir una región unida en contra de los saqueos de las multinacionales y la violación de la soberanía para crear la Patria Grande con la cual soñó el Libertador Simón Bolívar”.

“Desde ese punto de vista nuestro mensaje es que el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, en su vida, en sus 59 años de vida dejó plasmado en todo el continente la imagen y recuperó para la sociedad de nuestro continente la imagen de un hombre como Simón Bolívar y que hoy, como bien lo dice el pueblo, la espada de Bolívar continúa moviéndose por el continente para desarrollar y constituir la Patria Grande que hoy añoramos todos los suramericanos para defender nuestros recursos naturales, nuestras riquezas, nuestra cultura, nuestra identidad y desarrollar un sistema económico nuevo de vida en beneficio de la humanidad”.

author by Omar Alejandro Gutierrez R.publication date Thu Mar 28, 2013 23:23Report this post to the editors

Durante la ultima década del siglo XX y la primera del presente los caficultores colombianos han perdido todas sus propiedades e inversiones generadas por el trabajo de cientos de miles de familias cafeteras durante décadas

Hace algunos meses, después de tomarme un café con un viejo amigo en una tienda de Juan Valdés y luego de observar la factura de la compra, me di cuenta de que ésta fue emitida por una empresa llamada Procafecol. Al investigar, encuentro que esta marca, orgullo nacional y con la cual más de uno en el extranjero saca pecho, es una firma privada de la cual son accionistas, entre otros, Alejandro Santodomingo y Gabriel Silva, expresidente de la Federación de Cafeteros de Colombia (Fedecafé). Por lo tanto, es falsa la frase que tiene impresa el uniforme que portan quienes trabajan en esas tiendas: “trabajo en la tienda de los caficultores colombianos”. La marca, desde hace algún tiempo, ha dejado de ser de las más de 500.000 familias colombianas que viven de la producción de café.

El menor de los males

En estos días de paro cafetero, tal vez, la propiedad sobre las tiendas de café colombiano en el mundo sea el menor de los males de este gremio, conformado en su mayoría por pequeños y medianos campesinos que, desde el siglo XVII, llenaron de orgullo los Andes colombianos con su cultivo.

La producción de café llego a ser un símbolo de poder en el campo durante el siglo XIX y principios del siglo XX, junto con el cacao y el tabaco, a tal punto que sólo podía ser cultivado por los propietarios de grandes haciendas, como los Holguín en Cundinamarca y el Valle del Cauca, y los Uribe en Antioquia. Los capataces y trabajadores agrícolas de esas grandes explotaciones, eran premiados por sus patronos con la posibilidad de trabajar en pequeñas áreas de los cultivos en mención. Con el paso de los años, los dividendos obtenidos de estos cultivos de alta rentabilidad iban siendo utilizados por el peonaje para comprar dichas tierras y así, en muchos lugares, las grandes haciendas fueron dándole área y recursos económicos a las fincas cafeteras que conocemos hoy en día.

La real bonanza se vio en los años 70 y 80 del siglo XX, cuando la libra de café excelso en mercados internacionales se cotizó cerca de los 3 USD la libra, generando inmensas ganancias a los caficultores colombianos. De estos dividendos, el 65% se utilizaba para engrosar el Fondo Nacional del Café y el 35% para pagar a los productores. El lucro fue utilizado para comprar parte de la Flota Mercante Grancolombiana, potenciar el anteriormente formado Banco de Cafeteros y la inusual compra y capitalización de Avianca. Además, los cafeteros poseían una empresa de logística entregada de lleno al café, conocida como Almacafé, y toda una flota de camiones y tractomulas destinadas para el transporte del grano desde las zonas de producción hasta los puertos.

El papel del café llego a ser tan importante que durante décadas fue el producto principal de exportación y el más importante generador de divisas. La palabra ‘café’ era considerada en muchas latitudes sinónimo de Colombia, llegando el Fondo Nacional del Café a solventar los proyectos de ayuda humanitaria y reubicación de los habitantes de Armero, posterior a la tragedia de 1985, casi en su totalidad.

La crisis

En 1989, las empresas trasnacionales dedicadas a tostar y procesar el grano, como Nestlé, lograron que los gobiernos de ciertos países, como Estados Unidos, rompieran una figura de equidad entre productores y consumidores conocida como el Pacto Internacional Del Café. Desde ese momento, los monopolios internacionales hacen, literalmente, lo que les viene en gana con el mercado internacional de este producto.

Colombia reaccionó tardíamente a los efectos de la caída del pacto y, con el paso del tiempo, empezó a perder terreno y a ser el segundo productor mundial de café, detrás de Brasil. Para los años 90, a pesar de la incidencia de la roya como enfermedad principal y la reciente aparición de la broca como insecto plaga, en Colombia se producían cerca de 22 millones de sacos de 60 kilogramos cada uno al año, mientras Brasil producía cerca de 25 millones.

Con el paso de los años y de las malas administraciones por la Federación de Cafeteros, se llegaron a perder cientos de miles de hectáreas de producción por los bajos precios internacionales, generalmente cercanos a 1 USD, llegando a producirse en 2012 un consolidado de poco menos de 8 millones de sacos, mientras que Brasil, con un efectivo plan de optimización de la producción, llego a producir el año pasado 55 millones de sacos, seguido de Vietnam con 21 millones de sacos.

Durante la ultima década del siglo XX y la primera del presente los caficultores colombianos han perdido todas sus propiedades e inversiones generadas por el trabajo de cientos de miles de familias cafeteras durante décadas: Almacafé aún funciona, pero con menos del 30% de la capacidad de bodegaje y transporte de otras épocas; el grupo Davivienda compró Bancafé; la Flota Mercante Grancolombiana se liquidó, dejando a los cafeteros el lastre del pago de las pensiones de sus trabajadores; Avianca fue vendida primero a la familia Santodomingo, por porcentajes de inversión, y luego se vendió el ultimo 25% de propiedad al empresario brasilero Germán Efromovich, todo con la promesa de que se apagaría la crisis cafetera con un precio de sustentación a la compra interna, dado por la Fedecafé, y con un plan de asistencia técnica supremamente costoso, el cual nunca ha brindado los resultados esperados.

El mas reciente eslabón de la crisis es el propiciado por un plan de renovación de cultivos de café, mal gestionado y enfocado, que en los últimos cinco años ha renovado 390.000 hectáreas, alcanzando tan sólo 120.000 en el 2012. La renovación consiste en tumbar los viejos cafetales de variedades susceptibles a las plagas y enfermedades, así como los de baja producción, y plantar variedades de más corto periodo de cosecha y mayor producción.

Sin embargo, para ver los resultados de la primera cosecha de los nuevos cafetales pasarán por lo menos cinco años, lo cual es demasiado para los pequeños productores que viven de esta actividad. Aunado a esto está la deslealtad de las empresas tostadoras de café con las marcas tradicionales, puesto que están importando café de Brasil y Vietnam, porque los costos son inferiores al nacional, lesionando gravemente el mercado interno. En este momento nadie tiene certeza de cuanto café importado esta entrando al país y muchos aseguran que hasta el famoso café Juan Valdés esta siendo maquilado mas no producido en Colombia, lo cual es más grave aun.

Para dimensionar un poco la pérdida de los cafeteros es importante fijarnos en algunas cifras: en 2008 la carga de 125 kg llegó a un precio interno de $1’080.000, lo cual generaba un margen de rentabilidad a los cafeteros; a inicios de 2012 la carga había bajado a $800.000 y a finales del mismo año costaba apenas $ 540.000, es decir un 39% menos en tan solo unos meses.

El paro cafetero

Siendo consciente de la inminencia del paro cafetero, el presidente Juan Manuel Santos impulsó la realización, el 2 de febrero pasado, de un consejo para la prosperidad en Chinchiná (Caldas), municipio conocido durante décadas como epicentro de la actividad cafetera del país. La demagógica reunión abordó la crisis, pero, más que un espacio para resolver los problemas, parecía un encuentro de exempleados de la Federación de Nacional de Cafeteros, ya que es de recordar que el presidente Santos, en los años ochenta, gozó de los privilegios propios de la burocracia del gremio y fue su representante en Londres ante la Organización Internacional del Café, figura generada por las consumidores, es decir, por las grandes empresas tostadoras para controlar los mercados y ganancias de los productores. Además, como era de esperar, estuvo presente el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, quien al igual que Santos vivió de las mieles de la bonanza cafetera y llegó a ser gerente comercial de Fedecafé entre 1986 y 1990, y el actual ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, quien es hijo de Jorge Cárdenas Gutiérrez, presidente de Fedecafé entre 1983 y 2001, al que muchos responsabilizan por el inicio de la crisis del sector.

Lo curioso de la reunión es que los representantes del gobierno y los directivos de la Fedecafé, incluido el gerente Genaro Muñoz, salieron de Chinchiná dejando tras de sí una fuerte silbatina y gritos que los acusaban de “canallas” ante la negativa a la petición de los pequeños cultivadores de subir el precio de sustentación de $60.000 por carga de 125 kg. Ese día, el precio interno de la carga de café fue de $480.000 que, sumado al subsidio estatal, ofrecía a los caficultores apenas $540.000, mientras que los costos de producción oscilan entre $580.000 y $620.000, dependiendo del lugar de producción y de la calidad del grano, es decir, los campesinos estaban perdiendo dinero y solventaban de su bolsillo entre $40.000 y $80.000 por carga.

Por primera vez en sus 86 años de historia, la Federación Nacional de Cafeteros ha sido desconocida por los productores del grano como interlocutor y representante del gremio: los campesinos ven en sus directivos una burocracia causante de la crisis que siempre se pone del lado del gobierno y no vela por sus intereses.

Así, el 25 de febrero, estalló el paro nacional cafetero y en los 17 departamentos donde se reporta actividad cafetera se dieron jornadas de protesta, ceses de actividades en distintos municipios y bloqueos de vías por parte de los caficultores. Todos ellos, desde La Guajira hasta Nariño, pasando por Cesar y Caquetá, coincidían en que vivir del café en Colombia ya no es posible y, por esto, durante once días no cedieron ante la represión estatal: a pesar de las acciones violentas del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional, que dejaron un saldo de varios muertos y cientos de heridos y mutilados, no se desmontaron los cierres de vías de los cafeteros y, de hecho, lograron el apoyo y la unidad con otros sectores campesinos y de trabajadores del transporte, como los cacaoteros y los camioneros.

Finalmente, el 7 de marzo los cafeteros lograron el aumento del subsidio a $145.000 por carga, lo cual apenas es un paliativo, ya que las causas estructurales de los problemas del café aún siguen vigentes y tienden a agravarse, por lo que el regreso de las cosechas a pérdida es algo casi inevitable y serán quienes desde el amanecer trabajan en sus parcelas, esperando que un futuro mejor los cobije, quienes tendrán que pagar las consecuencias o asumir de nuevo la protesta.

Por eso, cada vez que se tome un delicioso café colombiano o piense en sacar pecho orgullosamente cuando hable de la calidad del mismo, por tan solo un momento, recuerde quiénes lo producen y todos los esfuerzos que hacen para que llegue a usted.

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