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Thursday July 25, 2013 21:56 by José Antonio Gutiérrez D.
La brutal respuesta que el Estado colombiano, capitaneado por Juan Manuel Santos, ha dado a la movilización legal, pacífica y constitucional de los campesinos en el Catatumbo, nos ha dejado francamente sin palabras. Ver también:
CatatumboLa brutal respuesta que el Estado colombiano, capitaneado por Juan Manuel Santos, ha dado a la movilización legal, pacífica y constitucional de los campesinos en el Catatumbo, nos ha dejado francamente sin palabras. Desde luego que estamos familiarizados con este tipo de represión: el Estado viene desde hace seis décadas haciendo esto y cosas mucho peores en contra de las masas populares cada vez que, hastiadas de su marginalización y de los atropellos cotidianos que padecen, se alzan gritando “Basta”. Sin embargo, la persistencia de la protesta campesina que ha agrupado a alrededor de 15.000 personas, la militarización de la región, la represión feroz, han sido debidamente documentadas por un medio de comunicación popular, la Agencia Prensa Rural, que ha hecho una meticulosa y descarnada cobertura de estos eventos, que la mayoría de los medios o pasan de agache o muestran desde el ángulo de los poderosos. ¿Cómo no estremecerse al presenciar el cobarde asesinato de un campesino que, jadeando, angustiado, gritaba que le habían dado un tiro certero al corazón, mientras se desangraba ante las cámaras? [1] Pocas imágenes en mi vida –y no he visto poco- me han arrugado el alma de esa manera. ¿Qué quieren los campesinos movilizados? La prensa oficial no explica nada. La editorial de hoy de El Espectador, por ejemplo, distorsiona lo que piden los campesinos diciendo que éstos piden que el gobierno, supuestamente, “restablezca la institucionalidad perdida” [2]. No, esto no es así. Las propuestas de los campesinos han sido emitidas en propuestas bastante claras y se han enfrentado a la oposición irreductible y soberbia del establecimiento: Las medidas que piden los campesinos son claras, ¿por qué entonces la citada editorial de El Espectador insiste que lo que urge es “presencia estatal”? No es sólo El Espectador. Casi todos los medios de prensa, repiten hasta el cansancio esa formulita trillada, que supuestamente lo explicaría todo, pero que no explica nada en realidad: el Catatumbo sufre de “ausencia de Estado”. Sólo Tatiana Acevedo, en una de las columnas más certeras que he leído en El Espectador, va a contravía de estas verdades incuestionables, al afirmar lo obvio: “el Catatumbo está hoy pleno de Estado. En Ocaña hay notarios. En Tibú, también. Y hay fiscales, cárceles, decenas de exagentes del DAS, oficinas, papelería membretada, sellos, huelleros, filas para asistencia social. Hay utensilios para la fumigación con glifosato, ICBF, helicópteros, consultores con contrato de prestación de servicios, caballería mecanizada, fuerza de élite ‘Vulcano’, ‘blanco legítimo’. Batallones de infantería, de artillería, de ingenieros, de servicios para el combate, de plan energético y de contraguerrillas (…) Hubo rehabilitación, Plan Colombia y (ahora) Consolidación (…) Miles de funcionarios públicos ejecutan billones para borrar hectáreas y flexibilizan normas, para promover actividades mineras o agroindustriales. Tras décadas de guerra, no es que el Estado no haga presencia, como reza el lugar común de toda noticia sobre el Catatumbo. Por el contrario, se fortalece un Estado colombiano (…) Quizá en vez de un sentimiento de abandono, hay uno de hastío y rabia por la forma en la que el Estado lo tomó.” [5]Una de las peores groserías en este sentido, la enuncia El Espectador en su editorial cuando dice incluso que el paramilitarismo que azotó a la zona dejando más de 10.000 muertos, fue consecuencia de esa mítica “ausencia del Estado”. Está probado, hasta la saciedad, por investigadores serios como el padre Javier Giraldo que el paramilitarismo ha sido una estrategia de Estado, oficial, desde la década de los ’60 [6]. Como decía yo mismo en un artículo previo: “Donde ciertos observadores han equiparado de manera simplista el control paramilitar con la “ausencia del Estado”, es necesario aclarar que el paramilitarismo ha sido la expresión más extendida así como perversa del Estado, con poderes plenipotenciarios y dictatoriales.” [7] Lo que se necesita no es más Estado, sino más derechos, más comunidad, más tejido social, más vida, menos represión. Pero al confundir los términos, los medios, a la vez que juegan al policía bueno, distraen la mirada de la opinión pública de lo que realmente está en juego en el Catatumbo. En primer lugar, está en juego el pulso entre el modelo económico impulsado desde el Estado, que privilegia a los agro negocios y las inversiones minero-extractivas, y las necesidades de las propias comunidades que buscan un modelo de desarrollo sostenible para la región, y que, en ausencia de alternativas, buscan al menos ser capaces de sostenerse mediante el cultivo de coca, que es lo que tienen de momento. En segundo término, está en juego la voluntad de paz real del gobierno, que va de la mano de la solución de los problemas estructurales que enfrenta sobretodo el campesinado, que constituye la base social de apoyo principal de la insurgencia. La paradójica situación de negociar en medio del conflicto, es muy cómoda para el gobierno de Santos, que puede tener en una mano la rama de oliva y en la otra el garrote. Como explicaba en un artículo reciente: “El gobierno de Santos busca modernizar, pero modernizar sin pueblo que pueda alterar el contenido neoliberal y oligárquico de su proyecto. Es por ello que el gobierno, mientras adelanta las negociaciones en La Habana, se encarga de reprimir, perseguir, encarcelar, desplazar, asesinar, bombardear y desaparecer a las fuerzas vivas que pueden hacer carne un acuerdo de modernización favorable a los intereses populares del campesinado. Al igual que los regímenes fascistas, nunca se ataca una medida legal progresista, sino que se ataca directamente al movimiento que la sustenta (…) El ataque sistemático y alevoso que estamos presenciando contra el movimiento campesino es un ataque frontal contra el proceso en La Habana” [8].Para justificar esta represión, esta persecución y estos cobardes ataques, personeros de gobiernos, de las fuerzas represivas y el propio presidente, señalan a las manifestaciones de estar “infiltradas” por la guerrilla… ¡Cómo si a los campesinos no les sobraran razones para manifestarse! El tema en realidad es otro: es el trato militar, fundamentalmente represivo, que tradicionalmente da el Estado a la protesta social. La misma editorial de El Espectador reconoce que “Sin duda se trata de una zona de influencia guerrillera, pero también se trata de una región donde los campesinos piden soluciones que no son descabelladas”. A propuestas para nada descabelladas, el gobierno responde hiriendo a decenas de campesinos, algunos de ellos con amputaciones, asesinando a cuatro campesinos a bala, arrojando granadas de fragmentación, destruyendo las posesiones de los campesinos, incendiando ranchos, saqueando el comercio local. Precisamente, con el fin de garantizar los mecanismos legales que faciliten la destrucción del movimiento campesino, que es, en última instancia, el único que puede hacer realidad los acuerdos que salgan de la mesa de negociaciones, es que se ha aprobado el fuero militar en el parlamento. De alguna manera, podríamos decir que la represión en el Catatumbo es el bautizo de esta nueva medida según la cual la población civil se convierte en un blanco legítimo del Ejército. Gustavo Gallón, en un agudo análisis de los alcances del fuero militar, plantea que: “si el soldado en armas mata a un civil, el proyecto de ley estatutaria señala que debe presumirse que lo hizo de buena fe, y la licitud o no de dicha muerte deberá valorarse (…) no según las normas de derechos humanos que prohíben matar civiles. El principio de proporcionalidad, como está definido en la ley, autoriza ‘causar daños a personas y bienes civiles’ siempre que no sean ‘manifiestamente excesivos frente a la ventaja militar concreta y directa prevista’. ¿La jurisdicción militar considerará excesivas las muertes de los dos manifestantes de Ocaña el pasado fin de semana?” [9]La sangre no se lava. Es indeleble. Señor Santos: tiene usted sus manos untadas con la sangre de cuatro campesinos que reclamaban sus derechos más esenciales. Sus nombres son Dionel Jácome Ortiz, Edwin Franco Jaimes, Diomar Angarita y Hermidez Palacio. Para usted quizás sean meras estadísticas de un conflicto que todavía cree que podrá manejar como una partida de póker. Para nosotros no: ellos no son números, sino compañeros, hermanos, vecinos, padres, amigos, hijos, esposos y amantes, compadres, seres humanos a los que la brutalidad del Estado les arrebató la vida, poco después de que usted lanzara esos señalamientos como una auténtica pena de muerte sobre ellos y sobre todos sus compañeros. Nosotros no los olvidaremos. A esta altura, ya no es suficiente con la mesa de interlocución para solucionar algo que debió haberse solucionado hace años. Esta vez también tocará exigir justicia. Porque la vida de los campesinos no es moneda de cambio por reformas. Porque no estamos dispuestos a aceptar a un solo muerto más por la represión contra quienes piden lo justo. Porque la vida de los campesinos también vale. Porque el terrorismo de Estado ya no puede seguir en la impunidad, es por ello que exigiremos justicia contra los que dispararon y contra los que dieron la orden. A nivel regional, departamental y nacional. Caiga quien caiga.
José Antonio Gutiérrez D. |
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Jump To Comment: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18En la frontera con Venezuela, región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, al menos 60.000 habitantes de 7 municipios continúan afectados por limitaciones a la movilidad debido a las protestas que se desarrollan en varios puntos de la zona. Cerca de 19.000 habitantes del casco urbano y alrededores del municipio de Tibú (Norte de Santander) se encuentran en situación de confinamiento y en riesgo de inseguridad alimentaria, según hallazgos del Grupo Temático de Protección del Equipo Humanitario Local (EHL) Norte de Santander. Mientras en el municipio de Ocaña, ya son 200 las personas que se encuentran desplazadas en albergues temporales del casco urbano. El número de víctimas se incrementó: 4 campesinos han resultado muertos y se registran 50 heridos entre Fuerza Pública y campesinado. Durante dos semanas de protestas, aproximadamente 450 toneladas de alimentos han dejado de ingresar a Tibú, incrementándose los precios de alimentos básicos hasta un 200%, se presenta desabastecimiento total de otros productos alimenticios. Habitantes de los siete municipios de la zona solicitan acompañamiento y respuesta del Sistema de Naciones Unidas ante el desabastecimiento de alimentos.
Ante el escalonamiento de la emergencia humanitaria y la situación de derechos humanos, los alcaldes de los municipios de Tibú y Ocaña han decretado el Estado de Emergencia Social y Humanitaria por un período de 30 días. Organizaciones del EHL continúan realizando acciones de incidencia para recuperar el espacio humanitario y la movilidad en la región, y complementando la respuesta estatal en los albergues de Ocaña: en los sectores de educación (NRC), salud, agua, saneamiento e higiene (OPS/OMS), protección y artículos no alimentarios (ACNUR). OACNUDH realiza observación y verificación de la situación de derechos humanos en la región.
De no lograrse acuerdos entre los manifestantes y el Gobierno Nacional en el día de hoy (27/05/2013), se prevé que se agudicen necesidades en los sectores de seguridad alimentaria, protección y albergues.
1. Los campesinos del Catatumbo insistimos en la instalación de la Mesa de Interlocución y Acuerdo y en que se discutan los temas del pliego de peticiones, que se han originado en la gran movilización de más de 12.000 campesinos, y su concentración en los municipios de Tibú y Ocaña.
2. Los campesinos del Catatumbo iniciamos estos diálogos con los delegados del gobierno nacional, con la esperanza y la confianza, de que el gobierno atendiera los 10 puntos del pliego de peticiones de los campesinos, sin embargo el gobierno no acepta que se acuerden avances claros en la constitución de la ZRC del Catatumbo según lo determina la ley y los procedimientos que la ley plantea, sino que impone nuevos procedimientos y la participación del Ministerio de Interior.
3. Los campesinos han propuesto una metodología para la interlocución y acuerdo y de esta manera tratar y resolver los temas del pliego de peticiones; el gobierno quiere desconocer la metodología acordada, proponiendo otros temas de diálogo y que se traten en diferentes mesa de concertación y proponiendo como solución la inversión social que nunca han cumplido y que no ha sido acordada con los campesinos, y que no atiende a las necesidades planteadas en esta movilización.
4. Recomendamos al gobierno nombrar delegados o funcionarios, competentes y serios, que nos permitan no solo avanzar en términos de confianza, sino que permita un desarrollo serio y respetuoso de la agenda, la metodología y los acuerdos.
5. Solicitamos que los espacios de diálogo sean respetuosos ya que hubo por parte de los funcionarios señalamientos y formas de trato que los campesinos no comparten.
6. Manifestamos a los garantes del proceso Obispo de Tibú, Defensor del Pueblo y Francisco de Roux, que era muy importante que el gobierno delegue personas que puedan facilitar un proceso serio, competentes para tratar los temas planteados, que se conozca formalmente por escrito lo que propone el gobierno así como lo ha venido haciendo los campesinos.
7. Manifestamos el desconcierto en la forma como se retiraron los delegados del gobierno, sin siquiera mediar palabra, ni una explicación; no conocemos lo que el gobierno piense hacer a partir de este momento, ya que se fueron sin decir nada.
8. Consideramos que esta manera de retirarse del recinto fue irrespetuosa no solo con los campesinos presentes, sino con todos los asistentes.
Tibú, Junio 28 de 2013. 8:40 p.m.
Comunicado publicado por la Asociación Campesina del Catatumbo ASCAMCAT resumiendo el primer día de la reunión de la mesa de interlocución y acuerdo MIA.
Ver video:
Frente a las declaraciones del Ministro del Interior, Carrillo, según las cuales el gobierno no se paró de la Mesa de Interlocución y Acuerdo – MIA y sobre la propuesta que dejó a la movilización campesina, manifestamos lo siguiente:
1. La delegación del gobierno se fue de Tibú sin despedirse después de anunciar una danza de los millones ante los medios de comunicación y sin manifestar cuando regresaría la mesa.
2. La delegación del gobierno no asumió la metodología concertada y finalmente desconoció el pliego de exigencias de la movilización y a los voceros campesinos.
3. El gobierno divulgó su propuesta, sin llegar a ningún acuerdo, ante los medios de comunicación que consiste en un “plan de desarrollo alternativo”, unas “mesas de concertación” e inversiones de “120.000 millones de pesos”. Una increible danza de los millones, otra cortina de humo para tratar de desmovilizar con falsas promesas el paro campesino y no reconocer el Plan de Desarrollo Sostenible de la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo.
4. Los voceros campesinos se reunieron con los facilitadores de las conversaciones y elevaron unas recomendaciones frente al equipo del gobierno, la metodología, la moderación y los tiempos para adelantar las conversaciones de tal forma que se pueda llegar a acuerdos.
5. Los 200 líderes campesinos y los 6 voceros de la movilización campesina se mantienen en la mesa, listos y dispuestos para continuar el desarrollo de la agenda en la ciudad de Tibú.
Asociación Campesina del Catatumbo – Ascamcat
La Aduana, Tibú, junio 29 de 2013
Señor presidente Juan Manuel Santos, ante su llamado público al campesinado del Catatumbo manifestamos lo siguiente:
1. Que en la idea de avanzar en los puntos que aquí proponemos, el campesinado está en la disposición de manifestar su buena voluntad levantando el bloqueo sobre la vía en Ocaña.
2. Atendiendo el gesto de buena voluntad que usted ha expresado, estamos en disposición de enviar una delegación a la Casa de Nariño a conversar con usted; esto con el objetivo de obtener la confianza suficiente para seguir adelantando las conversaciones y poder lograr finalmente un acuerdo satisfactorio para nuestras comunidades campesinas del Catatumbo.
3. Para dar continuidad a las conversaciones, proponemos lo siguiente:
- Que según la propuesta enviada a los facilitadores se nombre un moderador imparcial que ordene la discusión con tiempos delimitados según la metodología, que la delegación del gobierno tenga un equipo fijo y que las discusiones se den sobre la base de propuestas escritas.
- Que se mantenga el acuerdo metodológico alcanzado: Consistente en abordar los 10 temas del pliego en 4 mesas consecutivas.
- Después de las exposiciones por parte de los voceros frente a cada punto, se procederá a elaborar un borrador de acuerdo en cada uno de los puntos entre el equipo negociador del gobierno y los voceros delegados del campesinado.
- El borrador de acuerdo alcanzado entre los voceros del campesinado y los delegados del gobierno, se consultará ante los doscientos lideres campesinos delegados a la Mesa de Interlocución y Acuerdo.
- Las comunidades campesinas consideran que para generar confianza es necesario que el equipo negociador del gobierno dé respuesta escrita a este punto, antes de la posible visita a su despacho.
4. Como gesto de buena voluntad solicitamos que el gobierno se comprometa a llegar a un acuerdo en materia de subsidios para las familias víctimas de la erradicación violenta de cultivos de coca.
Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat
Mayor información:
Tel. 311 2110363 - 310 3435667
En El Tarra, el día de hoy domingo 30 de junio a las 9:20 a.m. Libané Uribe, miembro del equipo de apoyo de la Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat se encontraba haciendo trabajo organizativo para el paro campesino del Catatumbo. Al entrar a una tienda del casco urbano, un soldado le pregunta por la documentación, los militares lo detienen y lo lleva al puesto de policía, luego lo trasladan a las instalaciones de la Brigada Móvil Nº 33. Posteriormente los militares anuncian que a Libané le habían encontrado una granada y una pistola. En este momento no se sabe del paradero de Libané Uribe
Elionel Uribe Pérez nació en la vereda Las Palmas del Corregimiento de La Trinidad, Municipio de Convención, está identificado con cédula de ciudadanía Nº 1090982499, tiene 26 años, actualmente vive en la vereda Bellavista de El Tarra, es un reconocido dirigente comunitario, fue presidente de la Junta de Acción Comunal de Las Palmas.
Con Libané ya son cuatro campesinos judicializados durante el paro campesino. Y son más de 200 campesinos del Catatumbo, encarcelados por suspuestos delitos de ley 30 de estupefacientes y rebelión.
Denunciamos este nuevo falso positivo judicial, basado en un montaje las fuerzas militares y de policía, claramente dirigido contra la movilización campesina del Catatumbo y contra la Asociación Campesina del Catatumbo. Le exigimos al presidente Santos ordenar a las fuerzas militares suspender este tipo de acciones ilegales contra la organización campesina, hechos que demuestran una vez más la falta de voluntad política para solucionar los problemas del campesinado del Catatumbo.
En el Catatumbo se siente la fuerza y potencia del poder popular campesino que resiste la violencia terrateniente, militar, paramilitar y de los gamonales del santismo que se han robado todo dejando en la miseria miles de colombianos. Catatumbo es Poder Popular.
La maquina mediática y su monopolio comunicacional quieren invisibilizar el formidable alzamiento campesino en la región del Catatumbo, sus 11 municipios y sus más de 200 mil habitantes.
A despecho de esa movida no democrática, el proceso de movilización en dicha zona le ha mostrado a Colombia y al mundo, cual es la situación real de millones de personas, sometidas a la segregación social, la pobreza, la miseria y la violencia sanguinaria de los aparatos armados del Estado oligarquico.
Los problemas en dicha región son de vieja data y de mucha gravedad social y política.
Allí viven indigenas Barí o Motilones que resistieron el colonialismo español y hoy son una pequeña minoría de 3000 personas organizados en dos resguardos indigenas.
Se trata de un área con inmensos recursos petroleros, mineros, ambientales, agricolas y estratégicos.
Los paramilitares en contubernio con las Fuerzas Armadas y policiales del gobierno han sometido por largos años la población a campañas de exterminio y violencia con masacres, desaparición, cárcel, torturas y despojo de sus tierras y economía.
Mancuso, el jefe de las AUC impuso el terror y la muerte al terminar el siglo XX y al comenzar la actual centuria. El Iguano, otro demencial paramilitar, llevo a niveles hitlerianos el rastrillo asesino que contó con el apoyo de la clase política de Cucuta y Norte de Santander.
Todos los políticos de esta región han hecho, y hacen parte de la maquinaria de terror que azoto al Catatumbo. Basta con examinar las hojas de Vida de gamonales como Barriga, Corzo, Clavijo, Mora, Suarez Corso y los manadamases de Ocaña, para comprobar su alta responsabilidad en la tragedia del Catatumbo.
Son todos políticos santistas que se apropian de las rentas públicas, como las regalías y las transferencias nacionales, y acuden a la violencia de las bacrim para aplastar las voces de la oposición popular.
Son los mismos que avalan la zona de recuperación y consolidación estratégica que manejan las brigadas y batallones militares y se oponen, desde hace años, al funcionamiento de la Zona de Reserva Campesina y sus avances significativos en planeación y organización de la producción agricola.
Estos políticos son los artífices del despojo y apropiación particular de los dineros asignados, mediante un Conpes, para la construcción de vias, acueductos, escuelas, hospitales y financiamiento de proyectos productivos.
El Catatumbo, Cucuta y Norte de Santander es una de las áreas más afectadas por el desplazamiento forzado de miles de familias campesinas.
Todas estas circunstancias, más una erradicación de los cultivos de Coca realizada de manera arbitraria, aceleraron el potente alzamiento campesino que ya casi completa un mes. Fenómeno que se demoraba en su manifestación, pues todos los elementos estaban dados para que así ocurriera.
En el Catatumbo, como ocurrió en el norte del Cauca hace algunos meses, se ha hecho sentir un poderoso poder popular que se planta firme en sus reivindicaciones y reclamos.
Es un poder popular independiente, soberano, expresión de la democracia social, que indica la tendencia general de nuestro pueblo a conquistar los espacios del derecho y las libertades, al margen de la seudo democracia liberal y electorera que sirve de festín a la politiquería burguesa y terrateniente tradicional.
Por toda Colombia estan en curso procesos como el del Catatumbo que reflejan un acumulado político y social de difícil manipulación por la camarilla dominante.
Con la designación de los moderadores de la Mesa de Interlocución y Acuerdo se da un primer paso hacia la reanudación de las conversaciones entre el gobierno y la movilización campesina del Catatumbo.
El gobierno designó como moderador a José Noé Ríos, vicemininistro de Trabajo y los campesinos del Catatumbo propusieron a Ubencel Duque.
José Noé Ríos es el actual viceministro del trabajo, es un experimentado negociador, ha estado vinculado a los equipos gubernamentales de todos los procesos de paz que ha adelantado el gobierno con las guerrillas, exceptuando el actual de La Habana.
Ubencel Duque, es el actual director del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, en el que ha trabajado durante los últimos 15 años, al lado del provincial de la Compañía de Jesús, Francisco de Roux.
Con este paso el gobierno ha acogido la propuesta de los campesinos de formalizar las conversaciones con una metodología, un cronograma y unos moderadores de manera concertada.
Los campesinos también le habian sugerido al gobierno tener un equipo fijo con disponibilidad de tiempo y con capacidad de decisión y voluntad real para llegar a acuerdos, el gobierno ha propuesto a los responsables de Diálogo Social, Interior, Hacienda, Agricultura, Defensa y Trabajo.
Los campesinos están repreentados por seis voceros: Gilma Tellez, Elizabeth Pabón, Eugenio Guerrero, José del Cármen Abril, Juan Carlos Quintero, dirigentes de Ascamcat y César Jerez, en representación de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina - Anzorc.
Con respecto a los anuncios del gobierno sobre la continuación de la Mesa de Interlocución y Acuerdo – MIA en Bogotá manifestamos lo siguiente:
- En una carta dirigida al presidente Santos (ver anexo) expresamos nuestra deseo de viajar a Bogotá a reunirnos con él, para de manera directa comprender la voluntad gubernamental de llegar acuerdos y acordar reglas de juego claras para las conversaciones que permitan acordar prontamente las soluciones a la crisis del Catatumbo.
- El presidente Santos no tuvo el tiempo y la disponibilidad de atendernos, por lo que consideramos que reunirnos de nuevo con los ministros en Bogotá, sin metodología, sin un cronograma y sin moderador, no tiene ningún sentido.
Frente al comunicado divulgado el día de ayer por el Ministerio del Interior, expresamos lo siguiente:
- Nunca dijimos que aceptábamos la invitación de continuar la Mesa de Interlocución y Acuerdo en Bogotá, por el contrario, siempre hemos dicho que las conversaciones y los acuerdos se llevarán a cabo en Tibú.
- Las conversaciones serán sobre el pliego de exigencias de la movilización campesina, no sobre “planes de choque”, “programas alternativos”, “ofertas institucionales” o “danzas de los millones” del gobierno.
- El gobierno debe conformar un equipo fijo, con tiempo, observar la metodología que se acuerde, las partes deberán concertar un moderador que dinamice las conversaciones.
Los voceros campesinos y los 200 líderes de la movilización esperan al gobierno de manera urgente en Tibú, no se puede dilatar más la solución a los problemas del Catatumbo.
Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat
La Aduana, Tibú, julio 2 de 2013
Señor Presidente Juan Manuel Santos, si usted habla de paz, ¿por qué recurre a la guerra contra los campesinos?
¿Por qué asesinan las fuerzas armadas colombianas campesinos en el Catatumbo impunemente y ante los ojos del mundo?
¿Qué se está jugando su gobierno en Norte de Santander? ¿La paz o la guerra? ¿La prueba reina de la guerra a muerte contra el pueblo, o la paz digna y justa para toda Colombia?
¿Por qué callan y se hacen cómplices de esta atroz matanza las Altas Cortes, la Fiscalía, la Procuraduría, la Defensoría, los jueces de la República?
¿Entonces es verdad que reclamar por nuestros derechos y demandar la solución a nuestros problemas de falta de tierras, salud, pan, vivienda, salarios justos, educación gratuita, verdad para las víctimas del conflicto y otras reivindicaciones es un crimen que se paga con nuestras vidas?
¿Es a esto que Usted(es) llaman democracia? ¿Es bajo estas condiciones de represión policial, asesinatos y cárcel contra el pueblo que reclama sus derechos en las calles, que nos llaman a participar del sistema “democrático”?
¿Cuándo se refiere a Prosperidad, señor presidente Santos, es la de quiénes, la de una minoría?
¿Tienen algún derecho los campesinos expulsados y expropiados de sus tierras, las comunidades indígenas, los afrodescendientes, los desempleados, los vendedores informales, los estudiantes, los trabajadores, la gente de abajo que protesta desarmada, o sólo el derecho a morir asesinados cobardemente por las balas oficiales? ¿Quiénes tienen derechos en este país entonces, los que tienen influencia en la fuerza pública?
Los voceros y campesinos que protestan y se movilizan por que su gobierno declare Zona de Reserva Campesina sus tierras en el Catatumbo; que le piden que cese la represión armada y policial; que se suspenda la erradicación forzosa y las fumigaciones de los cultivos de coca (su fuente de subsistencia ante a falta de otras alternativas dignas de subsistencia) y se sustituyan por proyectos productivos; que reclaman del Estado que Usted preside un subsidio por dos años por familia mientras se soluciona el problema de los cultivos ilícitos y se generan otras formas dignas de subsistencia.
¿Le parecen sus demandas inaceptables en un país que es robado diariamente por altos funcionarios corruptos, que es desfalcado diariamente por ladrones de cuello blanco (EPS que acaban de ser desfalcadas y por eso sufrimos la crisis de salud), que legislan (Congreso inepto y corrupto) y dirigen altos cargos del Estado; cuando Usted ordenó a su anterior Ministro de Agricultura negociar las justas y millonarias demandas de los caficultores, paperos, arroceros, etc.?
¿Por qué esa fiera y odiosa respuesta de guerra de su gobierno contra ellos, por qué, señor Presidente?
Señor ministro Carrillo:
Con soberbia no se puede pretender evadir los compromisos y deberes sociales del Estado. Para justificar la represión, usted no puede acusar a los labriegos del Catatumbo y sus voceros de estar infiltrados o pertenecer a las FARC. No hay que estigmatizar, sino mirar a sus pobladores como lo que son: campesinos, gente humilde, que desde antes, mucho antes de iniciarse el proceso de La Habana, con justa agenda y con propia voz, han clamado pacíficamente por sus derechos conculcados.
Por lo demás, La Habana es espacio donde intentamos encontrar caminos de paz para nuestro país; entonces, ¿por qué demeritar con expresiones desafortunadas esta causa? Ojalá Colombia toda se pudiera convertir, ya mismo, no en una sucursal de tal emprendimiento, sino en el escenario principal donde se forje la justicia, el entendimiento y la reconciliación que involucre a todas y todos nuestros compatriotas sin excepción.
Estamos de acuerdo en buscar las maneras de hacer política sin armas, pero no puede entonces el gobierno criminalizar y responder con balas a la protesta social.
La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, julio 8 de 2013
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP
Él dijo:
“-¡Ay de vosotros también, interpretes de la Ley!, porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.-”
San Lucas 11.46
Su santidad, le escribimos desde Colombia, como usted sabe, en este país la mayoría de los campesinos y las campesinas no tenemos suficiente tierra; la poca que tenemos, no tiene títulos de propiedad, no tiene vías de acceso, hospitales, acueductos, escuelas o universidades. Lo que si hay en nuestros territorios es guerra y amenazas de desplazamiento en contra nuestra; los intereses de compañías mineras, de empresas palmeras asociadas con sectores mafiosos y los planes estatales de intervención militar, aumentan la intensidad del conflicto armado y de paso amenazan la permanencia del campesinado en el territorio.
En Colombia más de 7 millones de seres humanos hemos sido desplazados y despojados de nuestra tierra; más de 20 millones de hectáreas de suelos útiles para la producción de alimentos, han sido destinadas para minería y, mientras tanto, la muerte de niños y niñas por pobreza e inanición se vuelve cotidiana.
Desde hace un mes, campesinas y campesinos provenientes de 7 municipios de la región del Catatumbo en el departamento de Norte de Santander; hemos decidido manifestarnos hasta que se concreten mejoras para nuestra calidad de vida. Estamos exigiendo la constitución de una Zona de Reserva Campesina, pues esta figura de ordenamiento territorial creada por la Ley 160 de 1994; nos garantiza permanencia en el territorio, inversión estatal y fortalecimiento de la economía campesina.
En respuesta a nuestra exigencia, el Estado ha atacado las concentraciones campesinas con armas de fuego, dejando un saldo de 4 campesinos ejecutados extrajudicialmente y más de 20 heridos.
Es por eso que así como Cristo vino a dar la vida por nosotros los pobres, creemos que hay personas que como usted, que tienen por su posición la posibilidad de intervenir en la solución de los problemas que aquejan a decenas de miles de hijos de Dios.
Como usted sabe bien, nosotros los pobres tenemos un lugar especial en el corazón de Dios y como usted lo ha defendido públicamente, los pobres somos una prioridad en la misión de la iglesia y de todos los cristianos. Por eso le pedimos a su santidad que intervenga públicamente para que el presidente Santos oriente al gobierno nacional para que se resuelva nuestro problema por las vías del diálogo, se ordene el cese de uso de armas de fuego en contra de civiles, se respeten y se reconozcan los derechos del campesinado.
La Aduana, Tibú, julio 8 de 2013
Asociación Campesina del Catatumbo – Ascamcat
Con copia: Francisco de Roux S.J. Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia
"Si vuelven les ponemos 10 muertos (...) Y si se puede unos 15, mejor todavía".
Ver video:
La oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos saluda la reanudación de los diálogos en el Catatumbo, Norte de Santander, entre integrantes del Gobierno colombiano y los campesinos de la zona, y espera que puedan lograrse acuerdos, con el fin de diseñar e implementar medidas concretas de inversión social que promuevan transformaciones sociales y garanticen la plena efectividad de los derechos humanos de los habitantes de la región.
La Oficina expresa su preocupación por la grave vulneración de los derechos económicos, sociales y culturales en la región del Catatumbo. Pese a su riqueza natural, el Catatumbo presenta altos índices de necesidades básicas insatisfechas. La población allí asentada reclama al Estado, desde hace varias décadas, el respeto y la garantía de los derechos a la alimentación adecuada y suficiente, a la salud, a la educación, a la electrificación, al agua potable, al alcantarillado, a vías y acceso al trabajo digno.
La coyuntura actual da cuenta de una gran frustración social, generada por el estancamiento en el proceso de diálogo entre los campesinos y las autoridades estatales en el marco de la Mesa de Interlocución y Acuerdo –MIA-, creada en 2009. A esta frustración se suman los retrasos en la creación de una Zona de Reserva Campesina del Catatumbo, la falta de inversión social prevista por el Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible para el Catatumbo, además de la falta de programas de apoyo para la sustitución progresiva de cultivos de uso ilícito.
La Oficina realizó una misión de observación al Catatumbo la última semana de junio y se reunió con los campesinos y con las autoridades civiles y militares, con todos ellos y ellas compartió sus puntos de vista, su observación y sus preocupaciones.
Al mismo tiempo, la Oficina pudo constatar: por un lado, que en las protestas campesinas hubo disparos con fusiles de alta velocidad, usualmente de dotación de la fuerza pública, y por lo tanto, indicaría uso excesivo de la fuerza en contra de los manifestantes, lo que habría provocado la muerte de cuatro campesinos, los señores: Leonel Jácome, Édinson Franco, Diomar Humberto Angarita y Hermides Palacios. La Oficina exhorta a la Fiscalía a que investigue la presunta violación del derecho a la vida de estas cuatro personas.
Además, la misión observó que hubo agresiones por parte de los manifestantes contra la fuerza pública. En los hechos violentos quedaron heridos tanto manifestantes como miembros de la fuerza pública, y hubo daños a la propiedad pública y privada, confinamiento a varias comunidades y cierre de vías, lo que generó una grave situación de crisis humanitaria.
La Oficina lamenta que la situación haya escalado a esos altos niveles de violencia.
“Los campesinos tienen quejas valederas con relación a la garantía de sus derechos. Es importante escucharlos y no estigmatizarlos, y que ellos y ellas se manifiesten con respeto en relación con los derechos de todas las personas. La Oficina lamenta la pérdida de la vida de los cuatro campesinos y llama a las partes a que continúen los diálogos y lleguen a acuerdos respetuosos de los derechos humanos”, puntualizó sobre el Catatumbo, Todd Howland, Representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
A César Jerez le han caído rayos y centellas en los últimos días. Este bumangués, geólogo de profesión y elegido por los labriegos del Catatumbo como su vocero en los diálogos con el gobierno, fue señalado por las autoridades como la “prueba reina” de la presunta infiltración de las Farc en las protestas campesinas que tienen paralizada esta región del país desde mediados de junio. Incluso el Ministro de defensa Juan Carlos Pinzón llegó hasta pedirle a la Fiscalía que lo judicializara.
Siguiendo un libreto bien fabricado, varios medios de comunicación publicaron la semana pasada una seguidilla de artículos con información filtrada por el Ministerio de Defensa sobre supuestos mensajes del Mono Jojoy, Alfonso Cano y Timochenko, comprometiendo a Jerez. Esta “revelación” fue condimentada con adecuadas dosis de su hoja de vida: que estudió en la URSS, que no es campesino, que estuvo exiliado en Europa…
Pese a que teme por su vida, el dirigente de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina dice en esta entrevista que no se moverá del Catatumbo; advierte que allí puede suceder una tragedia pues “el gobierno optó por resolver las demandas de los campesinos por la vía militar”. Historia de vida desde la nuez del tropel.
Escuche el audio de la entrevista a continuación:
El lunes 8 de julio desde las 6 de la mañana se realizó una jornada de protestas y plantones donde nos movilizamos cerca de 3.000 campesinos en Panamá de Arauca, Pueblo Nuevo, Fortul, Saravena y Arauquita en el Departamento de Arauca. El objetivo fue reclamar respuestas tanto del gobierno nacional como departamental al pliego entregado el día 8 de marzo por la mesa de organizaciones cívicas y populares de Arauca. En dicho pliego se pone de presente la grave crisis social y económica que vive la población del departamento y se reclaman soluciones inmediatas. De igual manera la jornada de movilización se realizó en solidaridad con la heroica lucha de los campesinos del Catatumbo que pese a la represión, la estigmatización y la muerte, resisten y no claudican en la defensa de sus derechos.
Las expresiones de solidaridad de los campesinos araucanos fueron también para los dirigentes de la movilización del Catatumbo a quienes el gobierno ha intentado deslegitimar y estigmatizar con acusaciones falaces, mentirosas y acomodadas como ya es su costumbre, ejemplo de ello es la guerra mediática orquestada desde el ministerio de defensa a través de la revista Semana, el periódico El Tiempo, el Canal Caracol y RCN, contra nuestro querido compañero César Jerez, a quien le manifestamos nuestro apoyo y solidaridad.
La receta de la estigmatización contra la dirigencia campesina no es nueva, hace décadas se utiliza para facilitarle luego el trabajo a los grupos armados estatales y paraestatales que han acabado con la vida miles de campesinos y campesinas en Colombia, con la excusa de pertenecer o tener nexos con grupos insurgentes, cuando su único delito ha sido luchar y defender sus derechos y los de sus comunidades.
El manejo dado por el gobierno a los justos reclamos del campesinado del país ha sido torpe, violatorio de todos los derechos fundamentales y un mensaje claro de la incoherencia del discurso con los hechos, en las soluciones de fondo a los problemas estructurales que han generado la guerra en el país, pues por más que ha intentado ocultar problemas sociales irresueltos por décadas como el del Catatumbo, estos están más presentes que nunca reclamando verdaderas soluciones.
Los campesinos de Arauca, seguimos en pie de lucha en defensa de nuestros derechos, preparando el paro regional campesino a fin de lograr una mesa de negociación con el gobierno que dé solución a la grave crisis que afronta la región.
Frente a al desarrollo de la Mesa de Interlocución y Acuerdo – MIA del Catatumbo, manifestamos lo siguiente:
1. La delegación del gobierno se levantó de la mesa a la medianoche de ayer, para no volver, pues puso la condicionalidad de continuar las conversaciones solo si se levantan los bloqueos campesinos.
2. En la metodología consensuada entre las partes se acordó distensionar los bloqueos en la medida en que se fuera llegando a los acuerdos y retornar la la normalidad plena con la firma final de los acuerdos que solucionen la crisis.
3. No fue posible llegar acuerdos con el gobierno durante dos días de trabajo. En el primer punto sobre la declaratoria de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) el gobierno le dijo no a todas las rutas propuestas por Ascamcat para llegar, según el tramite legal, a la declaratoria de la ZRC del Catatumbo. En el segundo punto, sobre financiamiento y ejecución de los programas y proyectos del Plan de Desarrollo sostenible (PDS) de la ZRC del Catatumbo, a la propuesta detallada de Ascamcat, el gobierno respondió con una oferta institucional y un supuesto aporte de 80 mil millones de pesos para el Programa Regional de Inversión para el Catatumbo –PRIC. Dinero que se esfumó cuando se le propuso destinar esos recursos a un Fondo Campesino, para financiar las iniciativas del PDS de la ZRC en el marco del PRIC.
4. Cuando al gobierno se le propuso observar la posibilidad de financiar los proyectos del PDS y escuchar una propuesta de Ascamcat financiar estas iniciativas con recursos del presupuesto, la respuesta del gobierno fue nuevamente un no.
5. Esto da a entender que no existe voluntad real de llegara a acuerdos por parte del gobierno y que su delegación llegó con la orientación de no llegar acuerdos en las materias tratadas.
6. El gobierno delegó la vocería de su equipo en el viceministro de defensa, una institución que ejerce un veto ilegal sobre la costitución de nuevas ZRC, lo que hace practicamente imposible llegar a acuerdos en materia de ZRC. El gobierno debe conformar un equipo responsable y competente para atender y solucionar la crisis del Catatumbo:El viceministro de defensa Bedoya no es la persona idonea para atender asuntos de ZRC y PDS de la ZRC del Catatumbo, recordamos que según el artículo 115 de la Constitución: “El Gobierno Nacional está formado por el Presidente de la República, los ministros del despacho y los directores de departamentos administrativos. El Presidente y el Ministro o Director de Departamento correspondientes, en cada negocio particular, constituyen el Gobierno”. Esto quiere decir que el asunto de la ZRC del Catatumbo debe ser atendido por el Ministro de Agricultura.
7.Ascamcat solicita al presidente Santos una reunión donde el ejecutivo exprese y plasme una voluntad real de llegar acuerdos y defina un equipo de gobierno mandatado para tomar decisiones. La doctrina militar, en todo caso, debe quedar fuera de los asuntos agrarios y del desarrollo rural.
8.Ascamcat reitera su voluntad expresa de solucionar la crisis mediante los acuerdos en los puntos del pliego de exigencias del campesinado del Catatumbo.
9.Llamamos a los buenos oficios del vicepresidente Angelino Garzón para buscar caminos de solución satisfactorios para el pueblo del Catatumbo.
10.Llamamos a la oficina de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos en Colombia para que nos acompañe en la mesa en calidad de garante.
11.Ascamcat deja en el presidente y su gobierno, toda la responsabilidad por la vida e integridad de los campesinos del Catatumbo, si finalmente se opta por la salida violenta a la crisis. El presidente debe ordenar prohibir el uso de fuego contra los manifestantes, respetar el derecho a la protesta y los derechos humanos del campesinado del Catatumbo.
J10, Tibú, Julio 11 de 2013
Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat
El pretendido carácter democrático y pacífico que vende el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos en Norteamérica y Europa, posando de protector de los derechos humanos y ofreciéndose de mediador en conflictos de otras latitudes, no es más que una máscara. El verdadero rostro de la política del gobierno Colombiana es ceder el territorio y las riquezas naturales a tenebrosas transnacionales. Se desenmascara el gobierno, nuevamente por la bárbara respuesta a las justas reivindicaciones de los campesinos del Catatumbo, aclarando su verdadero carácter represor y antidemocrático.
La Asociación de Trabajadores Campesinos del valle del Cauca -ASTRACAVA- repudia categóricamente la represión contra los campesinos de la región del Catatumbo, Norte de Santander, que a la fecha ha dejado como resultado cuatro campesinos muertos a manos de las fuerzas oficiales y una veintena más de heridos.
Las exigencias hechas por el campesinado no obedecen a un capricho momentáneo de las comunidades, son el acumulado de las históricas luchas que han librado en este olvidado territorio, aterrorizado por la estrategia paramilitar del Estado para despojarlos de sus tierras e imponer modelos de extracción de recursos naturales a través de la mega minería y la explotación agroindustrial, basados en la expoliación, el desplazamiento y la muerte. Más de 600 masacres, 11.200 asesinatos, 19.000 familias desplazadas, son las bases sobre las que se erige el actual modelo económico impuesto en la región del Catatumbo. La organización y fortalecimiento del campesinado, la defensa del territorio, la cultura y la economía campesina, son respuestas lógicas ante la represión y desconocimiento del Estado.
Así, en 2009 en medio de la protesta por la difícil situación de derechos humanos se logra establecer un acuerdo con el gobierno nacional para la solución de las dificultades del pueblo del Catatumbo, principalmente en: a) la crisis humanitaria y la violación de los derechos humanos, b) trabajar en la constitución de una zona de reserva campesina, y c) generar alternativas de sustitución para los cultivos de uso ilícitos de la región.
Sin embargo, como ya es tradición en los distintos gobiernos colombianos, dichos acuerdos se han incumplido sistemáticamente, agudizando la grave crisis social, económica y humanitaria de la región, obligando a los campesinos a movilizarse como última opción para ser atendidos en sus justas reclamaciones.
ASTRACAVA se solidariza con la valerosa resistencia de las comunidades del Catatumbo, exigiendo al gobierno nacional que se atiendan efectivamente las peticiones planteadas en el pliego construido democrática y legítimamente por los campesinos de la región. Así mismo, hace un llamado al pueblo vallecaucano y sus organizaciones sociales a estar alertas frente a lo que sucede en el Catatumbo, y a fortalecer la unidad y la lucha para construir un país verdaderamente justo y democrático.
¡Viva la justa lucha de los campesinos del Catatumbo!
¡Viva la zona de reserva campesina del Catatumbo!
Asamblea Departamental de Delegados de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca, ASTRACAVA - Tuluá, Valle del Cauca, Junio 30 de 2013