Es común que cada determinado tiempo se lancen un sinfín de dispositivos electrónicos de todo tipo, desde ultrabooks hasta sistemas de audio; "la naturaleza" de la tecnología son sus constantes cambios para facilitar múltiples aspectos de la vida de los seres humanos.

La pregunta que se hacen algunos consumidores es: "¿Qué sentido tiene adquirir ‘lo último’ si seis meses después saldrá una nueva versión con sólo algunas mejoras?". (Y lo que era "revolucionario" queda relegado a un segundo plano.)

Otros están esperando los recientes productos de su marca preferida para comprarlos a como dé lugar, sin ninguna duda. No quieren perder la oportunidad de participar en "el rito" que se repite cada cierta temporada.

El arribo del iPhone 5 es el mejor ejemplo para ilustrar la situación. Las principales críticas en las redes sociales decían que el smartphone de Apple no tenía grandes diferencias con respecto a la anterior entrega, el iPhone 4S, y que aparatos de otros fabricantes tenían características más avanzadas. Lo que sucedió con la aplicación Mapas, incompleta y con errores de todo tipo, merece un análisis aparte.

Los comentarios favorables alababan a la empresa californiana por entregar un equipo más ligero, con una pantalla de mayor tamaño (4 pulgadas) y mejor rendimiento, así como por conservar la experiencia intuitiva a la que están acostumbrados sus seguidores.

En la presentación, el pasado 12 de septiembre, Tim Cook y otras cabezas de Apple no se cansaron de ensalzar las bondades del "recién llegado", y dijeron que era el mejor teléfono que habían creado hasta el momento, lo cual suena bastante lógico, ¿no?

De hecho, no son extrañas estas declaraciones: los directivos de las grandes compañías hacen lo mismo cuando dan a conocer sus últimos diseños, es decir, les hacen falta los adjetivos para describir "lo bueno" que son sus propuestas.

Los usuarios se enfrentan al reto de resolver cuáles son los mejores dispositivos electrónicos para facilitar aspectos tan importantes como la comunicación y el entretenimiento.

Algunos se dejan llevar por la marca, otros por el costo y unos más por las características técnicas, pero al final ellos siempre han tenido la última palabra, es un hecho.

En un contexto de grandes "montajes tecnológicos", sin embargo, es común que se diluya el papel protagónico que tienen. En este sentido, es necesario recordar que los consumidores son quienes definen con qué teléfono harán sus llamadas, la computadora con la que trabajarán, la consola que instalarán en la sala del hogar y el servicio en el cual verán películas en streaming, por decir algo.

Así, el hecho que una marca sea mejor que la otra está determinado, en gran medida, por ese momento en el que ellos se encuentran frente a las tiendas y toman una decisión.

Por cierto, sean bienvenidos a esta primera entrega de Stand By, columna semanal en la que se abordará el impacto de la tecnología en la vida cotidiana. ¡Hasta la siguiente!