domingo abril 29, 2012
Reinas de sí mismas, las palabras, somos apenas su tránsito misterioso, no la región que las espera.
Yo tuve la suerte de conocer a Lucía Estrada , (quien hace parte de la selección de poetas latinoamericanas, que hemos preparado para este mes) cuando apenas dejaba de ser niña y cuando con los mismos ojos intensos de ahora hablaba ya como en palabras venidas de otro tiempo. Su corazón, tan pastor de tristezas mucho más viejas que ella, ya entonces rendía la indolencia de otros seres y derrochaba palabras honestamente heridas de luz.
Sigue siendo la misma, me doy cuenta cada vez que la leo, con más días y más libros y -como sin excepción demanda el tiempo- siempre más humana. Su poesía se va equilibrando más entre la búsqueda mística que identificaba uno de sus más tempranos libros: Maiastra (2004) y la precisión descriptiva que identifica a poemarios más recientes como Las hijas del Espino (2008).
Muy a la manera de nuestra más reconocida poesía colombiana, que se aleja de posibles disonancias y se ata a su musicalidad como un equilibrista a su cuerda, la escritura de Lucía Estrada es de una vertiente que me atrevo a llamar clásica y en ese sentido es también atemporal. Siempre sutil, limpia y refinada, su poesía es meditación de la esencia e insistencia constante en pedirle al lenguaje que deje pasar su verdad.
domingo abril 29, 2012
Los vieron arrastrando los restos de aquella noche en que nos unimos como pulpos viciosos tras las cortinas de una habitación prestada
Un poco en clave Apollinaire, aquel que en el amanecer del Siglo XX escribiera el poemario Zona, en busca de captar la velocidad que de repente se instaló en Paris y lo hacía todo explosivo y veloz, Lauri García Dueñas persigue los sonidos de lo contemporáneo, la multiplicidad de espacios y la simultaneidad de imágenes que le carácteriza. Se trata de la voz de una verdadera criatura de su tiempo.
Me gusta seguir el Twitter de Lauri García, sus anotaciones agudas y frescas disparan imágenes en mí. Como periodista y pensadora esta autora ha dedicado muchas páginas de estudio al tema de las tribus urbanas y son esas mismas huestes las que adquieren voz en sus poemas: los vencidos, los postergados o los migrantes. Sujetos de un tiempo post-histórico que se juntan para saber que lo que son y sienten es la única cosa que en verdad nos queda.
La labor como escritora, promotora y comunicadora de Lauri García revela también está suerte de pacto entre escritura y tribu que recorre toda su obra. Como miembro del colectivo "las poetas del megáfono" aquello se pone de manifiesto. A través de intervenciones en espacios públicos, medios de comunicación y redes sociales estas criaturas contemporáneas laboran para que una vez más en el mundo el arte sepa cómo echar la gran máquina a andar.
domingo abril 29, 2012
...me toca hablarte sin que me escuches, Táluma, de cómo el olvido convertido en un animal salvaje comerá de ti como fruta seca entregada a la sal que ya te espera.
La poesía de Cecilia Podestá me sorprende sobre todo en su manera de tejer encuentros entre el mundo personal y el colectivo. La exposición del universo propio, la noción de cuerpo y de experiencia que se exhibe construyen una suerte de tablado para llegar sutil y generosamente a un lugar compartido. Hay una suerte de in-corporación de la historia y el dolor ajeno que la poeta revela como un saber del cuerpo propio. Tengo la impresión de que a pesar de su intimismo la fibra más profunda del poema en Cecilia Podestá es siempre el otro.
El cuerpo como espacio de construcción del yo es uno de los asuntos recurrentes en sus textos poéticos y en prosa; lo es también en sus performances y acciones teatrales. El cuerpo aparece en estos en su dimensión objetivada: un lugar cuya condición material se subraya. Lo material del cuerpo aparece en su obra en dos sentidos de esa palabra: lo físico, lo carnal y lo puramente perecedero. También aparece como recurso y herramienta de escritura que es plataforma para el decir y lugar de juego para el poeta.
Así también, la noción de cuerpo en Podestá tiene una particular inflexión en lo femenino como cuerpo propio y político. El motivo de la maternidad, por citar tan sólo un ejemplo, dialoga con la idealización del tópico en la tradición. Escribe por ejemplo Podestá:
(Tu hijo) Ahora quema cada parte de mi cuerpo y roba mi comida en el encierro. Encerrados él y yo, tan juntos sin poder desaparecer. Tan juntos como inútiles siendo la misma carne.
En este punto, como en otros, la escritora se adscribe a una suerte de tradición latinoamericana de reversión de tópicos de lo femenino, en la que pueden también contarse nombres como los de Blanca Varela y Rosario Castellanos.
domingo abril 29, 2012
epidérmico, el miedo es siempre epidérmico"
Uno de los trabajos más recientes de la poeta mexicana Rocío Cerón se titula Diorama: Poesía transversal, una pieza poética interdisciplinaria
en la que dialogan sonido, imagen y palabra. Este proyecto continúa con la línea de búsqueda que ha caracterizado siempre a la escritura de Cerón; esto
es, liberar al lenguaje poético de sus lugares habituales y abrirle nuevas posibilidades de acción. La autora nos enfrenta todo el tiempo a la
adjetivación inesperada, a cambios de ritmo y a nuevos formatos. La escritura de Cerón es siempre experimental y permite al lenguaje pasar más allá de los
limites culturales y bidiomensionales. El quehacer de poetas latinoamericanas contemporáneas como Rocío Cerón está permitiendo que otras prácticas
artísticas puedan aportar a la poesía espacios de juego y apertura que contribuyen a su renovación.