Por lo que, consideramos una vil cobardía refugiarse en las manos de los trabajadores para los intereses particulares de este contribuyente del PPD y de la pavura política de Aníbal Acevedo Vilá. Peor aún es percibir como el gobierno se escuda lanzando bombas de humo dejándole las responsabilidades a las agencias reguladoras y a los tribunales como el lugar donde se debe discutir la permisología criolla. Igualmente, en repetidas ocasiones se cobijan en los problemas de acceso al Fortín San Jerónimo cuando naturalmente se aprecia una privatización de los recursos costeros e históricos del pueblo de Puerto Rico.